Sábado, Julio 24

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9:45 p.m. Punta Cana, República Dominicana.

—...Y cuando ellos se dan cuenta que estaban hechos para estar juntos, ya es demasiado tarde, así que hacen un juramento antes de morir, encontrarse en su próxima vida y estar juntos. — terminó de contar mientras le daba un sorbo al agua mineral que había pedido.

—Es... bastante triste, y dramático.— alcé una ceja, un poco impresionado. No había escuchado algo así de dramático desde que Chris engañó a su novia de la Universidad con el primo de esta. 

Esa había sido una semana peculiarmente interesante. Ella había intentado seducirme para vengarse de Chris pero no contaba con que yo conocía la historia y veía su interés, además que poco le importaba a Christian lo que ella hiciera después. 

—Sí— se rió. —Un poco, pero está pensado para hacer llorar a la gente. Sufro un poco cada vez que la veo, aunque ya me sepa el final, no puedo dejar de llorar.— se encogió de hombros. —Veo que no eres muy fanático de las películas románticas.

Me lamí los labios y negué. Tenía razón, no era mi género favorito.

—Prefiero las películas de acción, el suspenso, y documentales. Aunque realmente no tengo mucho tiempo para verlas. 

—Suena a que a penas vives.

Me reí. —Te dije que trabajo todo el día, no puedo sentarme a mirar películas, aunque me gustaría tener un poco más de tiempo para mí. 

—Deberías organizarte, tener un horario fijo y reservar al menos dos horas para ti.— sugirió.

—Lo he intentado, antes lo hice pero pero siempre tengo correos y cosas que revisar. Y recientemente con el bufete de abogados también hay casos que necesito leer. — piqué un poco lo que quedaba en mi plato mientras Samantha me observaba. 

—Realmente ocupas las 24 horas del día ¿Cierto?

—A veces siento que si el día durara 26 horas, me faltarían para completar todo lo que quiero hacer. — admití.

— ¿Y qué es lo que quieres hacer?

Se acomodó en la silla, mostrándose cómoda e interesada en mi respuesta. Sentía que finalmente estábamos conociéndonos.

—Otra carrera, me gustaría mucho hacer una carrera en finanzas, me sería realmente útil.

Había hablado con Chris de eso pero él insistió en que debía enfocarme en una cosa a la vez o terminaría perdiéndome en el camino.

— ¡Guau! Realmente quieres hacer de todo, es impresionante.— se recargó un poco en la mesa, mirándome con atención. — ¿Qué carreras tienes? 

Bebí un poco de mi copa de vino y me lamí los labios. Samantha lucía curiosa y al mismo tiempo entretenida. Su barbilla descansaba tranquilamente sobre el dorso de su mano izquierda y su atención estaba en mí.

—Negocios y comercio, y recientemente graduado de Leyes.

—Ah, sí. Hablaste de eso en la recepción, con tu profesor ¿Cierto?

Sonreí. Me alegraba escuchar que había puesto atención a dicha conversación. Asentí manteniendo mi sonrisa. —Exacto, tienes buena memoria.— halagué. 

Samantha sonrió y aproveché para estirar un poco mi mano y tomar la suya, me hubiera gustado tomar su izquierda con los anillos pero tenía cerca la derecha, así que la estiré un poco hacia mí y dejé un beso en su dorso.

— ¿Nos miran?— ella preguntó, evitando mover mucho los labios y bajó su mano izquierda para ponerla sobre nuestras manos juntas.

—Por si acaso.— le respondí. — ¿Quieres tomar postre?

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora