Viernes, Agosto 19

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Tenía en mi oficina a Chris desde temprano, me mostraba fotografías de algunas sucursales que visitó y pudo remodelar. 

—Pedí que hicieran lo mismo en el resto de sucursales y las visitaré el proximo lunes para asegurarme que todo se vea llamativo. Pero llevamos toda la mañana hablando de esto, pasemos a otro tema ¿Qué harás en tu cumpleaños? 

Solté un suspiro, faltaban 8 días para mi cumpleaños y sinceramente nisiquiera había pensado en ello. 

—No lo sé— me recargué en mi silla. —Quizá una cena y ya está. Han pasado tantas cosas que no he pensado en mi cumpleaños.

Normalmente hacia un evento con socios, cercanos y algunos trabajadores en algún hotel, terminabamos la noche cerrando algún trato. Siempre se trató de trabajo.

—Ahora que estás con Samantha deberían organizar una fiesta más grande.

—Chris, la ultima vez que organizamos algo grande con Samantha nos tomaron fotografías en el hotel y la playa, nos difamaron, nos acosaron y le quitaron el refugio a Sam. No quiero otro evento mediático.— me negué de inmediato.

—No hablo de algo así de grande, hablo de algo con la familia y amigos.— se corrigió. 

Alcé una ceja mientras lo miraba incrédulo. Mantuve un silencio corto de unos segundos y suspiré.

— ¿Qué familia? ¿Tú y la madre loca de Samantha?— me burlé. Christian se rió mientras asentía.

Me señaló. —Tienes un punto, tienes un muy buen punto. Pero podemos hacer una parrillada, con Samantha, Kate, su esposo, yo y puedo traer a Dedrick.— me guiñó el ojo y me reí.

—Tu solo quieres una excusa para pasar tiempo con Dedrick.— me enderecé un pocó y golpeé el péndulo de Newton que tenía en mi escritorio. 

—No necesito excusas.— se encogió de hombros. —Creo que es momento de que pases un cumpleaños de verdad, siempre organizas juntas de trabajo, ni siquiera te cantan el feliz cumpleaños.

— ¿Mis anteriores cumpleaños son falsos? ¿Eso me da derecho a quitarme un par de años de encima?— me burlé, Chris hizo una mueca y murmuró un ojalá. Fruncí el ceño. —No creo que quiera un grupo de hombres adultos con trajes y rostros serios cantándome, Christian. 

El rubio suspiró y se empujó de los brazos de sofá para levantarse.

—Piénsalo, Harry, un cumpleaños normal con gente que te aprecia y no por negocios. Tómate un descanso del trabajo. No se cumplen 35 años todos los días.— se acomodó la camisa. 

Me lamí lo labios. —Tengo 32, Christian. No sé de qué te burlas siendo que tienes 29, estás más cerca de los 30 que yo de lo 35. — le respondí. 

Chris no dijo nada pero hizo una mueca y luego continuó. 

—Me voy, tengo que ver los catálogos de las proveedoras de ropa que pueden remplazar alas hermanastras del terror porque esta vez me dejarás opinar y me escucharás ¿Cierto?

Hizo énfasis en su pregunta final y suspiré. —Sí, Christian, sí. 

El rubio sonrió triunfante y salió de mi oficina. Me pasé lo que restó de la mañana y parte de la tarde haciéndo unas llamadas y viendo con mi asistente lo de las farmacias hasta que me tomé un momento para ir a comer. 

Decidí salir de mi edificio, estaba ahogándome en trabajo y un poco de aire libre me haría bien. Decidí comer en uno de estos sitios un poco más comúnes y pedí la carta. 

Mientras esperaba mi comida revisé mi teléfono, eran casi las 4 de la tarde y casi no había gente en el lugar lo que lo volvía cómodo. 

Miré muy por encima Twitter hasta que antes de cerrarlo vi una fotografía y reconocí a una castaña y una morena, regresé al tweet para ver lo que ponía. Samantha había salido con Kate y eso normalmente no me molestaría, no lo hubiera hecho de no ser porque al leer la descripción de la foto se me revolvió el estómago. 

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora