Botitas

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Era la 1:27 y estábamos sentados en la sala de juntas del bufé de abogados, esperando por la otra parte a los dueños de Botitas. Habíamos desayunado pancakes de avena con miel de maple y me había comido una manzana a medio día, estaba un poco nerviosa por todo esto. Quería masticar algo y Harry me consiguió un paquete de chicles. Él con Kenneth revisaban algunas cosas mientras seguíamos esperando.

Mis uñas golpeaban la mesa y mi pierna se movía rítmicamente. No sabía qué esperar, qué iba a pasar y cómo todo esto seguiría afectando mi imagen, mi trabajo y mi vida. Quería mirar a la persona detrás de todo esto a los hijos y preguntarle ¿Por qué me odiaba tanto? ¿Por qué quería destruirme así la vida? Con lo mucho que me costó levantarme después de todo lo que había vivido ¿Por qué quería dejarme miserable? 

Y así se dieron las 2 de la tarde, las 2:20 y las 2:45 y ellos jamás se presentaron. Kenneth suspiró con cansancio y se levantó de su silla, con las manos en las caderas y la vista en el techo dijo.

—Creo que está muy claro. Puedo enviar ahora mismo una demanda por difamación.

—Espera,— dijo Harry. —Mira esto. Borraron la publicación, ya no está, pero publicaron nuevos tweets. "Queremos informar de la situación con Botitas y la veterinaria que pertenece a la señora Samantha Styles. Nos hemos visto presionados y estafados por una tercera persona de la cuál no vamos a hablar, que nos pagó por subir ese tweet donde acusamos falsamente a la veterinaria de negligencia, Botitas está en perfecto estado. Después de haber sido atendido allí, mejoró, no hubo ninguna reacción alérgica ni por el estilo. Queremos disculparnos públicamente con la señora Styles por haber mentido, lamentamos lo ocurrido y no creímos que se saldría de control. Esto es lo más bajo que hemos hecho en nuestra vida y queremos pedirles que paren con la campaña de odio que se formó alrededor de esta noticia. Les dejamos un vídeo de ayer donde Botitas está jugando en nuestra sala y está mejor de salud."— leyó Harry mientras hacía gestos de incredulidad y negaba con la cabeza. 

Kenneth bufó. 

—No vienen a la junta pero se disculpan por Twitter por el enorme problema que causaron. Aún podemos demandar, difamaron tu negocio y tu trabajo, Samantha ¿Quieres actuar de forma legal?

Me lamí los labios nerviosa, ambos hombres me miraban esperando una respuesta de mi parte. No quería más carga emocional, estaba exhausta de todo, así que negué. 

—No. Quiero que olvidemos esto.

— ¿Estás segura?— preguntó Harry, completamente segura asentí. 

—Estás en todo tu derecho de demandar.— insistió Kenneth pero seguí negando. Ambos suspiraron. 

—Aquí se acabó esta historia.— dijo el mayor, levantó su saco y se lo puso. —Pasaré a otras cosas. Permiso. — se despidió. 

Harry recargó su brazo detrás de mi silla. —Eres demasiado buena.— dijo.

—Quizá.

Lo tomé como cumplido. 

El castaño suspiró. —Volvemos al inicio, creo tener una idea de quién les pagó por esto, pero debemos ir a ver a Christian, tengo una idea ¿Vienes conmigo? 

Nos llevó a su edificio y subimos hasta el último piso, Harry llamó a Chris para que fuera a verlo a la oficina y la señorita del escritorio de afuera nos sonrió y recibió preguntándonos si se nos ofrecía alguna cosa como café, agua o comida. Harry le declinó y dijo gracias. 

Avanzamos hasta la primera puerta y entramos a la oficina, me puse un poco cómoda mientras Harry despejaba su escritorio hasta que el rubio llegó. Se sentó en silencio y miró fijamente a Harry. El castaño se sentó tranquilamente detrás de su escritorio y alzó la ceja. 

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora