Residencia Styles, 8:25 a.m.
Bebí las últimas gotas de mi botella de agua mientras entraba a la cocina, el aroma era delicioso. Cuando Sara cocinaba mi estómago rugía de felicidad.
—Buenos días, Harry, no lo vi salir esta mañana, incluso creí que seguía en su habitación.
Negué. —Buenos días, Sara, no podía dormir y salí un poco más temprano a correr.
Tomé una vaso de la vitrina y me serví agua al tiempo para beberla ávidamente. —Ah, Sara, iba a pedirle un favor, la señora no consume carne con regularidad ¿Podría incluir recetas vegetarianas de vez en cuando para ella?
La mujer asintió con una sonrisa mientras revolvía un poco los huevos en el sartén.
Alcé ligeramente una ceja, mirando por encima. — ¿Le puso tomate?
—Por supuesto que sí.
Sonreí. Perfecto. Enjuagué el vaso cuando terminé el agua y lo dejé escurriendo en el fregadero. — ¿Aún no ha bajado la señora?
Sara negó, encogiéndose de hombros. —Aún no.
Me lamí los labios y asentí. Definitivamente éramos el opuesto del otro, pero sonaba divertido. Me disculpé con Sara y subí a la habitación para comprobar si Samantha seguía durmiendo, así que cuidadosamente subí las escaleras, por si seguía dormida, no hacer mucho escándalo. Me sorprendió verla despierta, de pie frente al acuario que adornaba la pared del pasillo, miraba asombrada los peces que allí había. No había considerado que le gustaría.
— ¿Buenos días?— dije con una sonrisa.
Ella giró en mi dirección y sonrió ligeramente.
—Hola. No dijiste que tenías mascotas.— señaló.
Bueno, eran más un ador... No, no podía decirle algo así a la loca de los animales. Me aclaré la garganta. —Sí, son silenciosos, no requieren mi atención y no huelen mal.— me encogí de hombros.
— ¿Cómo se llaman?— preguntó, volviendo su vista a la pecera.
Terminé de subir las escaleras y me apoyé en la barandilla. — ¿Qué?
—Pues sí, sus nombres, ¿Cómo se llaman?— insistió.
Sacudí la cabeza, cruzando mis brazos sobre mi pecho. Nombres, quería nombres, no tenían nombres, no que yo supiera. Eran pez 1, pez 2, pez azul con negro, pez naranja... Me encogí de hombros.
—No tienen.
Samantha abrió su boca y giró su cuerpo para mirarme de frente, lucía realmente ofendida. — ¿Cómo que no tienen nombres? Deberían tener.
—No creo que eso les moleste, sinceramente. Tienen una buena temperatura en el agua, espacio, comida y les limpian la pecera constantemente.
—Pero aún así, deberían tener nombres.— sus hombros bajaron, ¿De verdad? ¿Estaba triste porque los peces no tenían nombre?
Solté un suspiro y aunque me parecía ridículo, me acerqué a su lado para mirar a los peces nadar, sin tener idea de lo que sucedía. —Ponles nombres, entonces.
Ella asomó la sonrisa más grande que vi de felicidad y comenzó a señalar.
—Mira, ese de allí se llama Ramiro.— señaló al pez de color rojo. Fruncí las cejas.
— ¿Ramiro? ¿Cómo sabes que es macho?— cuestioné.
—Lo intuyo.— ella se encogió de hombros. —Y ese... ese de allí, — señaló al pez gris con patrones de color negro en sus escamas. —Tiene cara de Mariano.
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Contrato de Boda (H.S.)
Fanfiction¿Dónde conociste a tu esposo? ¿En un café? ¿En la universidad? ¿En una fiesta? Bueno, Sam y Harry se conocieron el día de su boda. ¡Qué mejor manera de empezar una bonita relación! Kate y Chris decidieron que estaban hartos de ver desde diferentes p...