Sábado, Agosto 20.

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La miré esperando una respuesta pero ella se quedó mirando a su regazo. 

—No tenías por qué ir a hablar con ella ¿Qué tenías que preguntarle?— insistí. —Yo podría haber dado respuesta a tus preguntas. 

Ella negó sin dirigirme la mirada y suspiró, sus manos sobre su regazo jugaba con sus propios dedos. 

—Solo quería saber si habías actuado así antes.

Dijo después de una corta pausa. Me sentí un poco herido y no voy a negarlo, tamién un poco preocupado sobre lo que Faith pudo haberle dicho. 

—Es que... Escuché que hace tiempo pasó algo similar. Por eso quise indagar un poco.— finalmente levantó la mirada y la sostuvo en mi durante los últimos segundos de su oración.

— ¿Y quieres que te de mi versión? Creo que es lo justo.

Samantha soltó un breve suspiro y asintió, esperando mi respuesta.

—Fue hace casi un año y estaba tratando de cerrar un trato con una marca importante de productos de limpieza, el representante que enviaron era un poco especial, por no decir irritante.— tragué saliva recordando lo estresante que era intentar llegar a un acuerdo con él. —Le gustaba mucho llevar la contraria y hacer comentarios inteligentes y sarcásticos, no soporto su tipo de gente, Samantha, pero necesitabamos cerrar un trato con él y su compañía por el bien del supermercado. 

Las negociaciones duraron una extensa semana y creí que no llegaríamos a nada, incluso pensé en cerrar el trato en nada y olvidar los vergonzosos intentos de llegar a un acuerdo justo para ambas partes.

Por otro lado estaba esa mujer llamándome todo el día y enviándome mensajes pregúntandome si nos veríamos pero lo único que yo quería ver era mi cama y mi almohada después de lidiar todo el día no solo con el hombre también con Faith, tenía que poner mi teléfono en silencio porque quería hablar todo el tiempo, saber dónde estaba, con quién y qué estaba haciendo. Jamás me han gustado esas actitudes y ella las tenía. El día que llegué a mi quiebre al fin habíamos llegado a un acuerdo y cerramos el trato, para celebrarlo se autoinvitó a una cena, no podía decirle que no así que llamé a Sara y le dije que cocinara algo especial... Seré muy sincero, yo recuerdo que sí le mencioné a Sara que el hombre tenía alergía al camarón pero ella me aseguró que no lo escuchó, así que hay la posibilidad de que pensé decírselo y no lo hice, todo culpa del estrés sobre mis hombros, supongo que jamás sabremos quién de los dos cometió el error pero ya no importa.

Como Chris le sacaba la vuelta al hombre y yo no quería quedarme solo con él y sus incómodas charlas y ya que Faith no dejaba de joder, la invité a venir con la intención de que toda la atención se la llevara ella porque estaba exhausto de intentar mantener una conversación con el sujeto. Por supuesto ella lo tomó como formalizar algo que no existía, creyó que la presentaría a gente importante y empezaría a incluirla en mi vida laboral. — me burlé. —Ella me llamó llorando que no tenía nada adecuado para la ocasión e insistió tanto que con tal de que dejara de llorar le dejé mi tarjeta para que comprara un vestido y unos zapatos. No creí que fuera a comprar su vestido en Chanel y sus zapatos en Louis Vuitton creí que iría, no sé, a Forever21 o una tienda así, viniendo de ella no sé por qué me hice ilusiones.

Después de discutir con ella sobre el cargo en la tarjeta fue hora de la cena y llevé a ese hombre a casa, Sara había acomodado la mesa perfectamente y se había lucido preparando una cena increíble y un postre, por fortuna me metí a la cocina para preguntarle a Sara algo sobre un vino que estaba buscando cuando ella estaba guardando algunas de las cosas que utilizó para hacer la cena y entre ellas vi el polvo de camarón y le pregunté, ella dijo que lo había utilizado para sazonar un poco la Paella y de inmediato entré en pánico... Le grité en voz baja que qué estaba pensando y le recalqué la alergia del hombre, por fortuna Sara había preparados dos cosas distintas, además de la Paella preparó también una ensalada y pollo en salsa de mantequilla así que no tuvimos que sacar la Paella al comedor. Me enojé muchísmo pensando que si el hombre se daba cuenta podría acusarnos de querer envenenarlo o no lo sé, era un tipo extraño, estaba seguro que haría un escándalo de eso. 

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora