Rocko

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Harry me despertó a las 3:30 de la madrugada para que arreglaramos maletas y nos fuéramos al aeropuerto temprano. Seguramente Katie ya estaría en México a esta hora, había dicho que tenía los boletos del avión para las 8 de la noche del viernes. Al parecer ella creía que solo tendría un viaje con su novio a México, pero él la sorprendió con un anillo por la tarde.  

Me levanté con pesadez, me había cansado de caminar la noche anterior y me había quedado dormida tan pronto puse la cabeza en la almohada. Harry bajó a la cocina y dijo que nos prepararía unos sándwiches para el camino ya que le había dicho a Sara desde anoche que se tomara el fin de semana que no íbamos a estar. 

Metí en una maleta mis productos personales, cuidadosamente puse en una bolsita los accesorios que Harry me había comprado y me aseguré de meter mi bloqueador solar, mis productos de aseo y el vestido que Harry me compró. Puse los zapatos en una bolsa a parte y los metí a la maleta. 

Al rato Harry subió con una charola con sándwiches cortados en triángulo y los puso encima de la cama, invitándome a tomar uno. Puso también un vaso de café con leche en el mueble junto a la cama y dijo que era para mí. Me senté un momento a masticar tranquilamente mientras él comía y guardaba cosas en su maleta. Tenía mucho sueño pero estaba emocionada, no esperaba para nada asistir a la boda de mi mejor amiga, así como tampoco esperaba asistir aquél domingo a mi boda. 

Casi se sintió como un déja vu.

Intenté mensajear a Katie pero no respondía, normal, seguramente tenía muchas cosas que hacer. A las 4:07 a.m. estábamos saliendo de casa, yendo hacia el aeropuerto. Ansiaba dormir un poco en el vuelo porque estaba sumamente cansada, Harry dijo que tomaría varias horas así que podría dormir a gusto. 

— ¿Empacaste trajes de baño?— me preguntó. 

—Sí, algunos de los que compraste en Punta Cana. Harry...— le llamé. Él soltó un suave mmm como respuesta y continué. — ¿Crees que nos tomen fotos y nos acosen como en Punta Cana?

Harry soltó un suspiro y me dio una breve mirada triste. —Espero que no. Los guardaespaldas viajarán con nosotros y si alguien te hace sentir incómoda dímelo, ellos se harán cargo. 

—No van a pegarle a nadie ¿No?

Me preocupé, ¿Que tal que le pegaban a alguien y nos llaman violentos? Después de todo lo que nos han llamado.

Él se rió. —No, no le pueden pegar a nadie a menos que nuestra integridad se vea amenazada, sólo se tomarán la molestia de pedirles que se alejen de nosotros y no nos fotografíen. 

Llegamos al aeropuerto y Harry dijo que llegaríamos casi a medio día de nuestra zona horaria, aproximadamente las 10 u 11 de la mañana en Tijuana. Estaríamos a buena hora por allá para salir a explorar un poco antes de la boda. 

Como dije, me dormí en el vuelo, un poco incómoda pero al menos descansé un poquito. Harry me despertó cuando llegamos y solo me estiré un poquito antes de bostezar y bajarme. El calor era un poco más intenso que en Nueva York pero estaba bien, aunque yo estaba en pants. 

— ¿Tienes la ubicación del hotel?

Le pasé a Harry mi teléfono donde estaba el mensaje de Katie con el nombre y la dirección del hotel y él se encargó de pedir que nos llevaran allí. 

Miré las calles bonitas y puestos coloridos que había por todas partes. El taxi tomó el recorrido un poco turístico y el hombre hablaba con Harry mientras este le preguntaba cosas y se respondían. Él se inclinó un poco hacia mí. 

—Dice que hay una calle repleta de tiendas de recuerdos y bares ¿Quisieras ir a allí más tarde? 

Le dije que sí, me encantaría pasear por allí. 

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora