Miércoles, Agosto 4.

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Esta mañana me había levantado de mal humor por todo lo que había sucedido anoche, me había tomado dos botellas de agua después de salir a correr y en el camino al trabajo me sentía bastante lleno de agua, eso me había incrementado la mala cara. 

Todos estaban esperándome en la sala de juntas, incluso Christian que al verme suspiró y cruzó sus brazos. Me senté allí por tres horas a discutir la situación, planteamos los pros y los contras y Christian agregó en los contras que involucrarnos con un producto destinado a lo conservador nos haría perder mucho más de lo que ganaríamos. 

— Deberíamos avanzar no retroceder. Las nuevas generaciones están avanzando y si no avanzamos con ellos nos dejarán atrás— punteó. —Tenemos un perfil de clientes fieles que acuden al supermercado, familias, parejas ancianas y alguno que otro grupo de amigos que va a comprar cerveza el fin de semana, pero ¿Nos vamos a limitar a esos clientes toda la vida?— hizo la pregunta y se levantó de su asiento apoyando sus manos en la mesa. —Debemos ser ambiciosos, aspirar a nuevos clientes y las nuevas generaciones son perfectas para ello.— ante la cara seria de todos, Christian no titubeó y continuó su charla. —Estos jóvenes empiezan a ganar su propio dinero y comprarán en lugares que vayan de acuerdo a sus ideales ¿Ustedes creen que yo compraría ropa para "hombres masculinos y mujeres femeninas amas de casa"? Ese mercado está muerto, la gente quiere deshacerse de esas ideas y etiquetas del siglo pasado.

La junto terminó unos 40 minutos después. Todos cerraron sus carpetas y se despidieron uno a uno, Christian estaba sentado en su silla, recargado mirando a todos con resentimiento. Cerró su carpeta con fuerza mientras murmuraba barbaridades, por mi parte me estiré un poco, estaba cansado de estar sentado y bostecé, no había dormido muy bien.

—... Ineptos, ni siquiera escucharon lo que les dije...— murmuraba en voz baja tomando sus cosas con brutalidad. 

—Siempre se puede hacer una junta nuevamente de reivindicación pero ¿Te gustaría estar otras cuatro horas allí sentado?— le señalé, Chris me miró enojado. 

—Podemos hacer una junta de reivindicación... — repitió con un tono sarcástico. —Puras estupideces. No sirve para nada, bola de ancianos.

—Esos ancianos nos aseguran nuestro sueldo, son profesionales, Chris, con carreras y los mejores promedios, saben lo que hacen. 

—Son viejos, Harry, tienen ideas viejas, quizá fueron los mejores de sus épocas pero adivina ¡Ya no estamos en sus épocas! Insisto con la idea de contratar gente más joven, fresca y con nuevas ideas.— se acomodó todo entre sus brazos y con dificultad tomó su taza de café para darle el último trago. 

—No puedo hacer eso, Chris, estamos bien establecidos, cambiar de personal ahora significaría cambiar el rumbo de la compañía y arriesgarnos a perder mucho dinero, además no puedo despedirlos ¿Bajo qué justificación? ¿Porque son viejos?

Se encogió de hombros. —En serio es un error, cuando la gente sepa que GreenMall Market está del lado de los conservadores vamos a caer en picada ¡Mira lo que le pasó a J.K. Rowling! está en la trinchera por sus comentarios y su trabajo pagó esas consecuencias. O ¿Qué tal empresas que han sido descubiertas jugando a la inclusión y terminan destapando un montón de abusos a los derechos humanos? 

—No somos discriminatorios aquí, Christian.

— ¿Ah, no? ¿Qué opinas el aborto? ¿El matrimonio igualitario?

Fruncí las cejas y negué con la cabeza.  —Mis opiniones individuales no interfieren en la compañía. Y no me interesa con quién se case cada individuo, yo estoy casado a la fuerza por ejemplo.

Iba a salir de la sala de juntas y Chris detrás corrió frente mío mientras insistía. 

— ¿Y el aborto, Harry? Vamos, no tengas miedo mostrar que tan correcto y cuadrado eres. 

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora