Sin poder aguantarse más, unas lágrimas empezaron a correr rápidamente por las rosadas mejillas de Gerard. Al soltar el primer sollozo corrió al baño sin pensarlo dos veces y sin importarle que el profesor le llamara la atención. Prefería que el docente se molestara a que sus compañeros lo vieran llorar y lo molestaran todavía más en un futuro no muy lejano.
Corrió lo más rápido que pudo, sollozando bajito e intentando con desespero apartar las lágrimas que le nublaban la vista, pero por más que las limpiaba seguían saliendo más y más.
La mayoría de los salones tenían la puerta cerrada, excepto el laboratorio de química, que por obvias razones, debía mantenerse ventilado para evitar accidentes. Por ese salón es por el que tuvo que pasar, lo que no recordaba era que Mikey estaba tomando clase de química, y al ser de sus clases favoritas se sentaba en la primera mesa de enfrente, dando una excelente vista de quién pasaba.
El menor se extrañó al ver pasar a alguien muy parecido a su hermano y con la misma complexión, se levantó para asomarse y confirmó sus sospechas al oírlo emitir una especie de sollozo y dirigiéndose con velocidad al baño de hombres.
Mikey sabía que su hermano nunca corría por voluntad propia, JAMÁS. Ni siquiera por una emergencia.
Empezó a preocuparse un poco, o tal vez mucho, algo le decía que Gerard no quería ir al baño para lo que normalmente se va al baño, lo conocía demasiado bien. Cerró los ojos un momento para concentrarse e intentar ver algo en un futuro próximo, pero al lograrlo la imagen que predijo le plantó una expresión de notable angustia junto con un sudor frío acumulándose en su frente y un escalofrío desagradable que le recorrió toda la espalda.
Como faltaban unos quince minutos para que acabara la clase y él ya había terminado el trabajo que había asignado el maestro, habló con él para que lo dejara salir un momento. Al ser de los alumnos más aplicados, el docente no opuso resistencia alguna permitiendo que saliera un momento de su clase, el muchacho miope agradeció y se quitó su bata de laboratorio, dejándola en su mesa y saliendo del aula, agradeció infinitamente a cualquier deidad el tener piernas largas... chuecas... pero largas.
Mikey llegó casi volando al baño, apenas entró se dio cuenta de que estaba vacío a excepción de su hermano, podía escuchar claramente leves gemidos y otro sonido que no le agradó mucho escuchar.
Arcadas.
Abrió los ojos de sobremanera. «Esto ya no le pasaba...» pensó. El futuro que vio no se había equivocado, pero de todas formas había tenido esperanzas de que no fuese así.
Se apresuró a ubicar rápidamente el cubículo y tocó. —¡Gerard, abre!
No hubo respuesta hasta después de un obvio sonido de alguien intentando vomitar ahí dentro. —Vete, Mikey. —gruñó con la voz rasposa.
—¡Abre la puerta, Gerard. Ábrela ya! —insistió más desesperado.
—¡No, déjame solo! —sollozó el mayor, creando más sonidos de arcadas combinado con llanto. —¡Vete de aquí!
El cerebro del menor buscaba alguna cosa que pudiera hacer para entrar. Siguió por unos segundos intentando tumbar la puerta y golpearla, pero él no tenía tal fuerza en sus flácidos brazos. Una idea cruzó por su cabeza y no dudó en ponerla en marcha por más que no fuera higiénico; fue lo único que se le ocurrió en ese momento.
Se acostó pecho tierra en el piso para poder arrastrarse y entrar al cubículo por la ranura inferior que éste tenía.
Pero al momento de asomar la cabeza y ver a su hermano, sintió perder el control de su cuerpo por completo, no podía avanzar.
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𝙰 𝚙𝚘𝚠𝚎𝚛𝚏𝚞𝚕 𝚌𝚛𝚎𝚠
De Todoᴜɴ ɢʀᴜᴘᴏ ᴅᴇ ᴀᴅᴏʟᴇsᴄᴇɴᴛᴇs ɴᴏʀᴍᴀʟᴇs sᴜғʀᴇɴ ᴜɴ ᴄᴀᴍʙɪᴏ ᴇxᴛʀᴀɴ̃ᴏ ᴇɴ sᴜ ᴀʙᴜʀʀɪᴅᴀ ᴠɪᴅᴀ, ᴏʙᴛɪᴇɴᴇɴ ᴜɴᴀ ᴇsᴘᴇᴄɪᴇ ᴅᴇ ᴘᴏᴅᴇʀᴇs ϙᴜᴇ ɴɪ sɪϙᴜɪᴇʀᴀ ᴇʟʟᴏs sᴀʙᴇɴ ᴅᴇ ᴅᴏ́ɴᴅᴇ sᴀʟɪᴇʀᴏɴ. ᴀʜᴏʀᴀ ᴛɪᴇɴᴇɴ ϙᴜᴇ ʟɪᴅɪᴀʀ ᴄᴏɴ ᴇsᴏ ʏ ᴄᴏɴ sᴜs ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀs ᴅᴇ ᴘᴜʙᴇʀᴛᴏs. •𝑴𝒖𝒍𝒕𝒊𝒔𝒉𝒊𝒑𝒑• ...