•.¸♡ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ϙᴜɪɴᴄᴇ ♡¸.•

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Unas horas después, Andy despertó sintiendo unas torpes y pausadas caricias en su cabeza, posteriormente, abrió sus ojos lentamente.

—Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola. —dijo Joe con un intento brutalmente fallido de voz de Willy Wonka.

El pelirrojo se incorporó sobresaltado y con una sonrisa de oreja a oreja. —¡Tu voz! —exclamó entusiasmado. —ya está volviendo.

—Algo, creo que todavía se me escucha como me estoy muriendo por dentro.

—Joe no digas eso, es un avance. ¿Cuánto tiempo me dormí?

—Unas horas, ¿cuatro, tal vez?

—¿En tan poco tiempo ya puedes hablar tan bien?

—Yo qué voy a saber, sólo hice esos ejercicios estúpidos mientras dormías.

—Pues ejercitaste mucho.

—O tal vez tú dormiste mucho, hay muchas cosas que quería decirte y no puedo hacerlo con señas. Es más, ven aquí.

Andy hizo caso y se acercó más al rostro del rizado, quien acarició sus mejillas con torpeza y cariño.

—No sabes lo feliz que estuve cuando me percaté de que el primer rostro que vi cuando desperté fue el tuyo. —dijo Joe. —Antes que nada, quiero que me perdones por no ser el novio que mereces.

—¿Joe qué estas diciendo? tú eres-.

—Déjame terminar por favor. —tomó su mano con lentitud y mucho esfuerzo para continuar hablando. —Andy, sé que nunca te lo he dicho, ninguno de los dos lo hemos dicho aún... Y me gustaría ser el primero en decirlo porque es verdad. Yo te amo, te amo mucho, eres la persona con la que deseo estar toda mi vida, cuando tú no estás a mi lado me siento vacío, eres el mejor planificando una broma, incluso eres asombroso cuando la ejecutas, nunca había conocido a una persona tan increíble como tú.

Andy se quedó boquiabierto, no podía creer que todas esas hermosas palabras salieron de la boca de Joe, y todas fueron dirigidas a él, y la que le sorprendió más, Joe dijo "te amo", algo que temió que Joe nunca sintiera por él, pero lo dijo, y Andy se sentía en las nubes porque el sentimiento era mutuo.

—Y ya no llores que si sigues así ya no vas a tener lágrimas para el funeral de tu madre.

—¡Eso es cruel, cabrón! —dijo el pelirrojo dándole un leve manotazo en la panza a su novio para después reírse, ese era su Joe, con el humor más negro y retorcido que existía, y así lo quería... corrijo, no lo quería, lo amaba. —Yo también te amo demasiado.

Se abrazaron, un abrazo largo y con mucho significado, después se miraron por un rato y volvieron a juntar sus labios con suavidad.

—Te prometo que voy a cambiar, intentaré ser más afectivo contigo, lo mereces, los demás que chinguen a su madre, con ellos seguiré igual de mamón inexpresivo. —dijo Joe.

Andy volvió a reír.

—Valoro mucho eso, pero todo lo que dijiste fue muy cursi hasta para mí, yo tampoco soy una persona afectiva y lo sabes, por algo me enamoré de tí, Joe. Me gustas tal y como eres.

—De todos modos intentaré ser más afectivo. ¿Cuánto tiempo estuve en coma?

—Cinco meses y dos semanas, por cierto, felices siete meses de noviazgo.

—¡¿Es hoy?!

—Sí. —afirmó rascándose la cabeza. —Gracioso, ¿no crees?

—Bastante... pero es que no recuerdo nada de los meses antes de... todo esto. Te juro que he intentado recordar lo más que pueda de lo que sea pero me es imposible.

𝙰 𝚙𝚘𝚠𝚎𝚛𝚏𝚞𝚕 𝚌𝚛𝚎𝚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora