Forget me not (2)

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Tras la promesa que se hicieron, Asuna esperó a Kirito cada día que pasaba. Hacía un año que el azabache había perdido la memoria y, a pesar de los esfuerzos que hacían todos por intentar que el chico recuperara sus recuerdos, no parecía que eso fuera a suceder pronto. La castaña era la que peor parte se llevaba pues desde que salía de la escuela de supervivientes de SAO iba a recoger al muchacho a su escuela y, de ahí, se iban juntos a la casa de la familia Kirigaya mientras hablaban de como les había ido su día.

- Asuna, se te ve muy cansada - le dijo Sinon un día que consiguió quedar con ella pues el tiempo que la chica tenía libre se lo dedicaba a Kirito. La había llevado al Dicey, donde estaban Klein y Liz, quienes últimamente pasaban demasiado ratos juntos y solos - ¿estás bien? Deberías descansar un poco porque caerás enferma.

- Estoy bien - sonrió - no te preocupes.

- Claro que me preocupo - respondió la chica de gafas - eres mi mejor amiga y veo que tienes unas ojeras que te llegan hasta el suelo. Entiendo que estés centrada en que Kirito recupere su memoria cuanto antes pero todo tiene un límite y éste llega cuando empieza a afectarte a ti.

- A mí no me está afectando en nada - dijo la aludida.

- ¿Cómo que no? Sales de casa a las seis y media de la mañana y llegas a las once de la noche - alzó la voz - haces los deberes y te acuestas a la una o las dos pensando en qué hablar con Kirito para ver si recuerda algo. Comes porque Midori te obliga a cenar con ellos, porque si no fuera así no comerías nada. No sé qué te has propuesto o si habéis hecho alguna promesa pero tienes que relajarte un poco, amiga.

- Me gustaría verte a ti en mi situación - respondió Asuna con los ojos llorosos - que te despertaras un día y que el amor de tu vida no se acuerde de absolutamente nada de lo que habéis vivido. Que tengas que ver como se relaciona con otras chicas porque no se acuerda de ti, que le hables de todo lo que habéis vivido juntos y que lo único que responda es "lo siento, puedes llevar razón en todo lo que dices, pero no me acuerdo de nada y, créeme, que me gustaría porque suena todo muy bonito pero no lo recuerdo". Que le enseñes fotos juntos y no se acuerde de ese día... Es muy fácil hablar y aconsejar cuando se ve de lejos, si te hubiera tocado a ti toda esta situación estarías igual que yo. Te recuerdo como estabas en GGO, apenas salías de tu habitación, fue gracias a la persona que ahora no recuerda nada que saliste de esa depresión por lo que me llama mucho la atención que ahora me digas que me relaje cuando, después de mí, eres tú por quien Kirito ha hecho más que nadie y lo agradeces así.

- Asuna, no hace falta ponerse así - intentó calmar la antigua herrera los humos pues Sinon estaba comenzando a ponerse furiosa - Sinon solo te ha dicho que deberías descansar, nada más. Estamos todos preocupados por ti, queremos que tú también estés bien.

- Lo estaré el día que él recuerde estos tres años, antes no - se secó una lágrima - ahora mismo es lo único que me importa y me preocupa.

- Es que no comprendo qué ha ocurrido para que estés tan obsesionada con que Kirito recuerde - insistió la francotiradora - ha pasado un año, ni el tratamiento de RATH funciona, no sé qué esperas que ocurra para que él se acuerde de algo.

- Verás, Sinon, un tiempo después de que Kirito perdiera la memoria...

- No hace falta que lo cuentes - le dijo Asuna a Liz - seguro que no lo comprende - la muchacha del pelo corto giró los ojos y la ignoró.

- A lo que iba - prosiguió - después de que Kirito perdiera la memoria y volviera a su antigua escuela, él empezó a hablar con una chica. A esa chica él le gustaba antes de lo de SAO por lo que al ver que Kirito le hacía caso siguió hablando con él y un día le propuso una cita. Kirito aceptó y quedaron pero ella intentó darle un beso y Kirito la rechazó.

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora