Relatos sobre Kirito y Asuna

Midori-san

Midori 

Llevaba un tiempo que no sabía qué pasaba con la vida de mi hijo. Últimamente Kazuto estaba muy saturado y preocupado, no parecía el mismo chico que era desde que volvió del juego. Era consciente de que a Asuna le ocurría algo pero no sabía muy bien como abordarlo para que me lo contara por lo que, hoy, al llegar a casa, vi que estaba mi nuera en casa así que se lo preguntaría a ella. 

Entré a mi hogar y los encontré a los dos hablando distendidamente, aunque parecían algo tristes, incluso parecía que la muchacha había estado llorando. Eso me hizo preocuparme más si cabe y temerme lo peor. Aproveché un momento que mi hijo fue al baño para acercarme a mi nuera. 

- ¿Estás bien, cielo? - pregunté sentándome a su lado. 

- No, Midori-san - sollozó - he perdido todos los recuerdos de Aincrad - respondió - no recuerdo nada de lo que viví allí con Kazuto-kun y tengo miedo de que eso afecte también a nuestra relación en este mundo. 

No sabía qué decir, no comprendía cómo había podido ocurrir todo esto por lo que me limité a abrazarla y dejar que llorara sobre mi hombro. 

- Todo irá bien - acaricié su pelo - recuperarás esos recuerdos y, si no lo consigues, los que hagas nuevos serán mucho mejor que esos. Esto no va a afectar a vuestra relación aquí, os amáis con locura y eso no es algo que se olvide fácilmente. Hazme caso - sonreí. 

Asuna permaneció abrazada a mí hasta que volvió Kazuto, momento que significaba que debía volver a su hogar junto a su familia. Era la primera vez que veía a la novia de mi hijo en ese estado, ni cuando murió su mejor amiga la vi tan asustada. No quería que nada malo le ocurriera a mi futura hija política, si tenía la manera de ayudar a mi hijo para que recuperara sus recuerdos lo haría sin pensarlo demasiado. 

Subí a mi habitación y me puse algo de ropa cómoda. Bajé de nuevo al salón a esperar la llegada de Kazuto, quería saber qué tal estaba mi hijo. Preparé algo de cena rápida y puse la mesa. Según llegó mi hijo nos sentamos a comer. 

- Creo que ya sabes lo que me pasa, mamá - habló finalmente - me gustaría decirte como estoy pero ni yo lo sé. Siento rabia e impotencia de que a Asuna no le tendría que estar tocando vivir todo esto ya que ella no tenía que haber entrado al SAO - me explicó la historia de como ella entró al juego de la muerte - y ahora, por mi culpa y mi egoísmo, está pasándolo mal. No sé que hacer - vi lágrimas cayendo por sus mejillas - se supone que en una semana iba a hacerle la promesa de casarnos en un futuro - sacó una caja de un bolsillo y me mostró un hermoso anillo en forma de lágrima rodeado por dos diamantes, era precioso - y ahora no puedo hacerle tal promesa porque ni siquiera la recuerda. Estoy desesperado. 

- Lucha por recuperar sus recuerdos - dije - me has dicho que la única manera de dar con la respuesta es vencer a los monstruos esos, ¿no? - asintió - pues entonces hazte más fuerte. Habla con tu hermana para que te enseñe cómo ser más ágil y pelea por traer su memoria de vuelta. Sé que lo que pasasteis en ese juego fue especial para vosotros así que no te des por vencido y lucha hasta que no te quede más aliento. 

- Llevas razón mamá - me abrazó - te haré caso y daré lo mejor de mí para traer a Asuna de vuelta.

- Eso es lo que quería oír - sonreí - ahora, ve a dormir. - Kazuto me hizo caso y se levantó - espero que cumplas la promesa y pronto la hagas mi hija política - le dije antes de que saliera por la puerta. 

- No hay nadie con más ganas que yo de que eso ocurra - sonrió por fin - así que que te conste que pelearé día y noche para conseguirlo. 

Finalmente, según me explicó mi hijo, los recuerdos de mi nuera volvieron a ella y pudieron cumplir la promesa de ver las estrellas fugaces. También cumplió lo del anillo y, a petición de Asuna, me invitaron para celebrarlo. 

Estaba feliz por ambos, me gustaría que los años pasaran rápidamente y así poder llevar mi hijo al altar. Estaba muy contenta de que Kazuto hubiera encontrado en Asuna a la persona idónea para él. 

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Algo cortito pero quería escribir sobre lo que pensó Midori durante los acontecimientos de Ordinal Scale. Espero que os haya gustado. 

Gracias por tanto apoyo!! Hasta pronto!!