No me doy por vencido

733 36 24
                                    

Kirito P.O.V

Después de la muerte de Yuuki, Asuna estaba más triste de lo normal, sabía que había algo que le rondaba por su mente quería preguntarle lo que le ocurría pero no encontraba la manera o las palabras adecuadas de como hacerlo ya que no era muy bueno con las palabras. 

- Kirito, ¿sabes algo de Asuna? - me preguntó Liz uno de los días a la salida de la escuela, la miré un tanto extrañado ya que eran compañeras de clase por lo que no entendía muy bien a qué venía dicha pregunta - no ha venido a clase desde hace tres días - me aclaró - y lleva unos días muy rara, pensaba que era por lo de Yuuki pero creo que hay algo más y no quiere decírnoslo. 

- Pensaba que era el único que lo creía - respondí - está algo distante pero siempre que le pregunto si está bien dice que sí que lo único que le ocurre es que tiene muchos exámenes y deberes. 

- Eso es una excusa barata - dijo Liz - realmente no nos mandan tanta faena para casa, ¿crees que le ha podido pasar algo con su madre? 

- No creo ya que me lo hubiera dicho - contesté - de todas maneras le escribiré un mensaje para que se conecte a ALO, creo que tenemos que hablar, si le pasa algo estará mejor si lo hablamos e intentamos arreglarlo entre los dos. 

Liz asintió y se despidió de mí dado que, si se entretenía más, iba a perder el metro y llegaría tarde a casa. Saqué mi teléfono antes de subirme a la moto e hice lo que le había dicho a la herrera. 

"Princesa, te espero a las siete en nuestra cabaña. Te quiero", le di a enviar y me subí a la moto. Conduje hasta mi hogar, donde no había nadie. Subí a mi habitación y me cambié de ropa. Saqué mi móvil de la chaqueta y vi el led que indicaba que tenía una notificación, sabía que era de Asuna porque la luz era roja. Desbloquee la pantalla y entré a la notificación: "lo siento pero no puedo. Hablamos pronto". No comprendía muy bien a qué venía todo esto por lo que decidí levantarme mañana antes e ir a su casa a ver si podía aclararme lo que pasaba. Pasé la tarde haciendo mis tareas, cené y me dormí. 

Desperté a la mañana siguiente más temprano que de normal ya que quería ir a la mansión Yuuki para ver si me encontraba con mi preciosa novia. Dejé la moto donde solía esconderla cuando venía a verla y esperé en el árbol que había enfrente de su casa. Al cabo de cinco minutos vi salir a Asuna pero, cuando iba a acercarme, me percaté de que no iba sola, iba acompañada de una mujer más mayor que ella que supuse que sería su madre. Ambas se metían en un coche y salieron del hogar, sé que mi novia me había visto por la sonrisa que esbozó. A juzgar por el semblante que tenía, Asuna no estaba bien, algo le ocurría y tenía que dar con ello pronto. Busqué en mi agenda de contactos un teléfono y lo marqué. 

- Kouchirou - dije conforme me vibró mi terminal para indicarme que me habían respondido a la llamada - necesito hablar con tu hermana. 

- ¿Habéis discutido y no te coge el móvil? - preguntó. 

- Que yo sepa no pero lleva un tiempo muy rara, no va a clase y hoy he venido a por ella pero se ha marchado con tu madre en un coche. 

- ¿No va a clase? - parecía molesto. 

- No, lleva un par de días sin ir. Pensábamos que estaba enferma pero ya he visto que no. 

- Ya sé lo que pasa, creía que no iba a ser capaz pero ya veo que sí - no entendía de qué estaba hablando - oye, Kazu, dame un momento que hago unas llamadas para ver qué ocurre. Te prometo que haré cuanto esté en mi mano para que veas a mi hermana lo antes posible. 

- Gracias Kouchirou - sonreí y colgué la llamada. 

Desde que había conocido al hermano de Asuna habíamos hecho mucha amistad, nos llevábamos muy bien e incluso habíamos ido de misión en ALO juntos ya que quería conocer el nuevo Aincrad. Al hacerse cargo de RECT y estudiar, decidió alquilarse un pequeño apartamento en el centro de la ciudad para no perder tanto tiempo en el transporte público por lo que no era raro que no supiera lo que ocurría con Asuna. 

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora