Miyagi

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Después de que Kazuto consiguiera la bendición de los padres de Asuna, había quedado con Kyouko para pedirle ayuda. Habían quedado en una cafetería cercana al trabajo de la madre de Asuna por lo que el moreno ya estaba allí pidiendo un café para cada uno. 

- Dime, Kirigaya-san, ¿para qué me necesitas?

- Quiero pedirle a Asuna matrimonio, como ya sabes, pero quiero hacerlo en Miyagi ya que es un lugar muy especial para ella y me gustaría pedírselo allí - ella asintió - entonces necesito tu ayuda para saber dónde estaba exactamente la casa de tus padres, sé que para ella esa casa fue muy importante. He traído el ordenador para que me lo señales en el mapa.

El muchacho sacó su ordenador portátil y lo encendió. Entró al buscador y puso el mapa de Miyagi, la madre de Asuna le retiró el ordenador cuidadosamente y se puso a manejarlo ella mientras miraba detenidamente parte por parte del mapa. 

- Es ahí - señaló una parte ajardinada - ahí era donde vivían mis padres. 

El azabache la marcó y puso la ruta desde su hogar pues estar misma tarde Asuna iría a su casa para ver una película. Por suerte, el moreno había aprobado el carnet de conducir hacía un par de meses, ya que Miyagi estaba a nueve horas en coche desde la capital.

- Supongo que pasarás toda la noche al volante - asintió el chico - tener mucho cuidado y para cuando te canses.

- No te preocupes, Kyouko-san, todo irá bien - sonrió el azabache. 

- Vale - sonrió, por primera vez la mujer - luego, cuando volváis, lo celebraremos - el chico asintió con la cabeza. 

Cuando ambos terminaron sus cafés se marcharon a sus respectivos hogares. Kirito quería descansar pues esta noche iba a pasar muchas horas conduciendo y quería estar bien descansado para ello, aprovechó que Asuna estaba en la universidad y que él hoy no tenía clase y estaba libre en RATH para tumbarse en la cama del apartamento pequeño que hacía un par de semanas la chica castaña y él habían alquilado y que, poco a poco iban decorando a su gusto. Cuando despertó, se marchó a la casa de su familia en Kawagoe desde donde saldrían pues su madre le prestaría su coche para ir a Miyagi.

- ¿Estás nervioso? - sonrió Sugu cuando lo vio entrar a la cocina. 

- No - respondió el muchacho - te recuerdo que estamos casados en todos los mundos virtuales en los que hemos estado así que es algo similar. 

- Ya, pero en el mundo real - respondió su hermana - es un paso más importante que en cualquier otro mundo virtual. 

- Sí, pero ya te digo que estoy tranquilo - se sirvió un vaso de leche y se sentó en el sofá a esperar a que viniera el amor de su vida para emprender el viaje que haría que ambos unieran sus vidas para siempre. 

Mientras el muchacho se dormía una ligera siesta sobre el sofá de su madre, llamaron a la puerta, lo que le hizo despertar sobresaltado. 

- Kazu, es tu prometida - le dijo su hermana antes de abrir - ve despertándote - asintió. 

La castaña entró y se sentó en el sofá junto a él. Le dio un tímido beso en los labios, pues estaba Sugu en casa y, a pesar de los años que llevaban juntos, era algo que a la chica todavía le daba algo de vergüenza. 

- No te coloques mucho - sonrió el azabache - que tengo una sorpresa para ti. 

- ¿Qué es? - le preguntó ella sonriente. 

- Ya lo verás - respondió - pero tenemos que irnos para que no se haga tarde. 

La castaña asintió y se preparó rápidamente en la casa de su familia política, por suerte, con el paso del tiempo había dejado algo de ropa ahí pues, conforme avanzaban en su relación, Asuna más noches pasaba junto al azabache en Kawagoe.

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora