América (2)

871 44 20
                                    

Asuna

El día de irnos a América por fin había llegado. Estaba algo nerviosa pues Kirito y yo íbamos a comenzar una vida de recién casados, aunque nos habíamos casado hace unos meses apenas habíamos podido pasar tiempo juntos debido a los exámenes y a que Kirito estaba ocupado yendo a RECT con mi padre porque quería enseñarle el trabajo que debía de desempeñar en América.

En cuanto a mí, me decidí a estudiar traducción e interpretación pues me encantaban los idiomas y leer por lo que era una buena opción para mí. Aunque a mis padres no les sentó muy bien la carrera que elegí terminaron por aceptarlo pues, a fin de cuentas, era mi vida.

Durante estas dos últimas semanas había estado haciendo la maleta y organizando algunas cajas para llevarme, me había ayudado mi madre, que parecía triste con mi partida. Ahora mismo estaba preparando los últimos detalles para llevarme mientras llamaron a la puerta, era mi madre.

- ¿Podemos hablar un momento, hija? - me preguntó mientras se sentaba en la cama.

- Sí mamá - sonreí.

- Quería decirte que aunque nuestra relación después de que salieras de ese juego no fue muy bien, estoy muy orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo. Hace unos años no podía pensar que fueras capaz de dar el paso de irte a un lugar completamente desconocido por tí misma pero mírate, aquí estás preparando las últimas cosas para marcharte en unas horas a América junto a tu marido. Espero que os vaya bien la vida por allí y que espéreis a volver a Japón para hacerme abuela, no tengo ganas de ver crecer a mi nieto por videollamada - rió.

- Mamá - dije algo avergonzada - no digas esas cosas, aún es pronto y nos vamos a estudiar, no hacer nada más. Pero gracias por todo, sé que te costó aceptar nuestra relación pero finalmente lo hiciste. Os quiero mucho a todos y os echaré mucho de menos - la abracé - prometo que daré lo mejor de mi para aprobar la carrera cuanto antes.

Nos abrazamos y mi madre me ayudó a terminar la maleta, podía ver que estaba llorando. Cuando acabé con el equipaje bajé las escaleras donde estaban mi padre y mi hermano esperándome para llevarme al aeropuerto, allí me reuniría con mi esposo y saldríamos hacía América.

El trayecto desde mi casa hasta el aeropuerto lo hicimos en completo silencio debido a que tanto mis padres como mi hermano estaban algo tristes por mi partida. Vi como mi madre no había dejado de llorar durante todo el camino. Finalmente llegamos a Narita (el aeropuerto de Tokio) donde ya estaba la familia Kirigaya esperándome. Nuestros amigos no vendrían porque nos despedimos anoche en el Dicey de ellos ya que preferíamos reservar el aeropuerto para nuestras familias.

Me costó mucho despedirme tanto de Liz como de Sinon porque eran mis mejores amigas e iba a extrañarlas mucho pero estaban felices por nosotros. Esperábamos venir en Navidad y verlos aunque ellas nos dijeron que también vendrían de visita algún día.

Cuando llegué a la altura de mi familia política fui a saludarla. Estaban solo Midori y Sugu pues Minetaka estaría en el aeropuerto de América esperándonos para llevarnos a nuestro nuevo hogar y enseñarnos todo.

Sin darnos cuenta, había llegado el momento de partir. Primero me despedí de la madre y la hermana de Kirito, él hizo lo mismo con mis padres.

- Tener mucho cuidado y llamarnos a menudo - dijo Midori - y no me hagáis abuela porque quiero disfrutar de mi nieto aquí y no irme a América.

- Tranquila, Midori-san - me sonrojé ante lo que acababa de decir - solo estudiaremos, cuanto menos os esperáis estamos de nuevo por aquí.

- Cuñada - me abrazó Sugu - te voy a echar mucho de menos porque te habías vuelto un gran apoyo para mí. Espero que sigamos igual aunque sea en la distancia.

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora