Relatos sobre Kirito y Asuna

Celos

Kouichirou

Llegué al hospital nada más me enteré que mi hermana había despertado, tenía unas ganas enormes de verla después de dos años lo que más quería era darle un abrazo y empezar a hacer cosas que no habíamos hecho durante este tiempo como ir a tomar un helado, ir a cenar, hablar hasta altas horas de la madrugada de nuestras cosas mientras criticamos cada aspecto que nuestra madre quiera imponernos. 

Según entré por la puerta vi una imagen que despertó algo en mi interior que no había experimentado nunca. Vi que mi hermana estaba durmiendo en la cama del hospital, pero no estaba sola, dormía placidamente sobre los brazos de un chico joven moreno que tendría la edad de mi hermana. 

Quise despertarlo y echarlo de la habitación a empujones pero sabía que Asuna seguramente se enfadaría y me echaría una buena reprimenda por lo que decidí sentarme en la butaca de al lado de la cama a mirarlos.

Esa imagen no me gustaba nada, siempre había sido el único chico en la vida de mi hermana, incluso ella me había dicho que no estaba interesada en nadie por lo que al ver eso me sentí un tanto indignado porque creía que mi hermana me había ocultado cosas. Mientras estaba sumido en mis pensamientos sobre cómo despertar y asustar a ese chico, vi que mi hermana estaba abriendo los ojos.

- Buenos días, Onii-Chan - me dijo con una sonrisa en su rostro.

- Hola - respondí secamente porque me molestaba ver cómo mi hermana miraba a ese adolescente hormonado.

- ¿Ha pasado algo? - preguntó, se había dado cuenta de mi enfado.

- ¿Quién es ese? - señalé con mi cabeza al chico que dormía mientras que con su mano izquierda rodeaba la cintura de mi hermana.

- Es Kazuto Kirigaya - respondió - mi novio - escuchar eso me sentó como una patada en mi entrepierna, me cambió la cara.

El chico empezó a despertar, vi que lo primero que hizo al abrir los ojos fue mirar a mi hermana pero después intentó besarla, por lo que me entrometi.

- Será mejor que no hagas eso, jovencito - le aconsejé - si no quieres acabar en una cama como la que estás te recomiendo que te levantes y te marches.

- ¡Kouichirou! - me dijo mi hermana enfadada - si quiere quedarse tú no eres quien para prohibirselo.

- Sí que lo soy - le dije furioso - soy tu hermano mayor y no me gusta ver cómo habéis pasado la noche.

- No... No hemos hecho nada - contestó con temor el joven - se lo prometo.

- Muy bien, - le ignoré - ahora largo.

El chico hizo lo que le pedí y salió tan rápido como pudo de la habitación.

- ¿Se puede saber qué te pasa? - me preguntó Asuna muy enfadada - nunca te has comportado así con nadie, ¿es que estás celoso?

- ¿Celoso? ¿Yo? Ni de coña - respondí intentando ocultar que había sido descubierto.

Cuando dieron el alta a mi hermana las cosas entre Kazuto y ella iban a más, se veían a menudo lo que provocaba que mis celos cada día que quedaban aumentaran un poco más por lo que acababa discutiendo con ella continuamente.

Asuna

No sabía que le pasaba a mí hermano pero cada vez que me iba con Kirito le ofendía y se enfadaba conmigo. Suponía que aunque no lo dijera estaba celoso porque para mí siempre había sido el único chico de mi vida y ahora él veía que me estaba compartiendo con otro por lo que le propuse que viniera un día con nosotros para que conociera mejor a Kirito, pues a fin de cuentas, él había llegado a mi vida para quedarse.