Coincidir

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Asuna Yuuki tenía quince años cuando un día, cansada del estilo de vida que le estaban imponiendo sus padres, entró en la habitación de su hermano y le quitó el NerveGear, un dispositivo que te permitía sumergirte en un juego de realidad virtual. Se llevó el casco a su habitación, se tumbó en la cama y pronunció unas palabras que, sin querer, la llevaron al camino de la más absoluta felicidad.

De esta manera entró en lo que sería un juego de la muerte, el Sword Art Online, aunque fue un acontecimiento que marcó de lleno la historia de Japón con los videojuegos, para esa chica la inmersión en ese mundo supuso conocer a la persona más especial de su vida, aquella por la que dió su vida puesto que le atormentaba la simple idea de verlo morir y tener que vivir en un mundo en el que no estuviera él. En esa fortaleza flotante conoció a su Kirito-Kun, un chico de complexión delgada, moreno y con ojos azul grisáceo, ojos que le hacían perderse en ellos cada vez que los miraba, al igual que sus labios, no podía evitar mirarlos sin desear besarlos.

Poco a poco Asuna y Kirito comenzaron una historia de amor en ese mundo, que llegó a su clímax con su boda virtual aquel lejano veinticuatro de octubre de dos mil veinticuatro. Junto a ello, también apareció Yui, que se convirtió en su hija en ese mundo. Juntos vivieron como una familia en la cabaña que el joven matrimonio había comprado en el piso 22.

Después de ese mundo, él volvió al mundo real pero ella quedó atrapada en otro mundo virtual a causa de que un lunático quería la empresa de su padre pero, como siempre, su héroe encontró la manera de traerla de vuelta a casa. A sus brazos, junto a él. Asuna no podía estar más feliz de estar en el mundo real junto al amor de su vida. Durante el primer año fuera de ese mundo hicieron muchísimos planes, cada día iban a un lugar diferente, ese primer año juntos también trajo su primera experiencia sexual en el mundo real, algo que ambos disfrutaron mucho.

Tras ese año llegó GGO, el primer susto que tuvo Asuna pues él entró solo a ese mundo dado que quería protegerla de todo mal que pudiera ocurrirle. Una vez superó el torneo de GGO, Kirito volvió a su lado para ayudarla a superar los dos tragos más amargos en la vida de Asuna, la partida de Yuuki, su mejor amiga, la persona que le enseñó a valorar el simple hecho de estar vivos, de sonreír y de amar; y el rechazo de su madre a la relación de ambos y a la asistencia de la castaña a la escuela de supervivientes de SAO. Finalmente, con paciencia y horas y horas de amor y consuelo por parte de él y de su familia, que la habían acogido como una más, pudo superar ambos obstáculos.

Lo que no se esperaba Asuna es que la vida le tenía preparado un par de reveses más en su vida. El primero fue la pérdida de sus memorias de SAO, algo que a ella le daba pavor, tenía miedo de olvidar todo lo vivido, aunque lo que más temía era no acordarse de él en algún momento. Pero ahí estaba su moreno favorito para pelear contra viento y marea para devolverle todos y cada uno de sus recuerdos. Gracias a eso pudieron cumplir la promesa que Kirito le hizo en Aincrad y que les acercaba más a su vida soñada y deseada, esa vida de la que se pasaban hablando durante horas, en la cual se veían formando una familia, ambos coincidían en que querían tres hijos, aunque nunca se ponían de acuerdo en los sexos pues Asuna quería dos niñas y un niño y Kirito, quería solo niños ya que temía que las chicas se parecieran a su madre y no quería ir todos los días a la clase de sus hijas para asustar a los niños que babearan por ellas. Aunque si había algo que tenían claro eran los nombres, serían Yūji, Yuuki y el tercero, dependiendo si era niño o niña, sería Yukito o Aoi, en honor a los padres de Kirito.

El segundo revés fue todo lo relacionado a Ocean's Turtle. Asuna tuvo que soportar el mal trago de ver como el gran amor de su vida se le moría en sus brazos para después ser reanimado. Esa, a día de hoy, ella la sigue considerando la noche más difícil de su vida pues, tras verlo morir, tuvo que escuchar como el médico le decía que había afectado a sus órganos, no le garantizaba que fuera a despertar en algún momento y, de hacerlo, no sabía en qué grado podía afectarle a su movilidad o a su corazón. No tuvo suficiente con todas esas noticias, que Asuna tuvo que mover cielo y tierra para poder dar con su gran amor, algo que finalmente consiguió. Aunque le costó, entró en Underworld sin pensárselo lo más mínimo y, aunque pasó un tiempo, ambos consiguieron volver al mundo real.

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora