Kyoto

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Asuna, que había cumplido hacía dos semanas treinta y un años, se encontraba en Kyoto para celebrar el cumpleaños junto a la familia de su padre. La castaña hacía cuatro años que se había casado con Kazuto, el gran amor de su vida al que conoció gracias al juego de Sword Art Online. El matrimonio llevaba cerca de dos años intentando ser padres, pero, tristemente, no lo conseguían. Debido a que no lo lograban, ambos se hicieron pruebas, pero dichos test dieron bien, por lo que ninguno de los dos no tenían problemas para concebir.

Pese a que la idea inicial era venir los dos juntos a la antigua capital del país, un viaje a Hokkaido de Kazugo a última hora les obligó a cambiar de planes, haciendo que la ojimiel viniera sola, aunque ella esperaba que su marido pudiera unirse a la celebración el fin de semana. A pesar de que en un principio Asuna pensó quedarse en Tokio, el agobio que sentía por no lograr quedarse en estado, le hizo cambiar de idea.

Hoy había quedado con Akane, su prima, que era siete años menor que la castaña, pues desde que había llegado a Kyoto la notaba algo extraña y quería saber qué le ocurría, dado que era a la prima a la que más unida se sentía. La ojimiel bajó en la estación más cercana al lugar que había quedado con Akane y caminó hasta la cafetería en la que se venían. Se sentó en la mesa junto a ella y pidió algo para desayunar.

- Dime, Akane, ¿qué te ocurre? - le preguntó al cabo de un rato a su prima, pues veía que su prima no se animaba a hablar.

- Sabes que llevo un tiempo con un chico - la castaña asintió dado que hacía un par de meses que Akito era un habitual en las reuniones de la familia Yuuki - pues... queremos dar un paso más.

- ¿No crees que es un poco pronto para iros a vivir juntos? Lleváis juntos seis meses, entiendo que ya tienes veinticuatro años, pero aún eres joven para dar un paso así...

- No me refería a eso, Asu, creo que todavía es pronto para eso...

- ¿Entonces? - miró a Akane y, a juzgar por su reacción, supo entender a qué se refería su prima. Aún así, dejó que se explicara.

- Me refiero a tener sexo - respondió - sabes que yo vivo sola en Osaka por la universidad y él ha venido muchas veces conmigo a pasar unos días - ambos eran amigos desde la infancia, se habían gustado desde siempre, pero no habían decidido dar el paso hasta hacía medio año - pero algo ha cambiado en las últimas visitas, pues antes nos limitabamos a dormir o ver películas, pero, ahora, cualquier plan en casa es una buena excusa para comernos a besos.

- Comprendo, y esos besos cada vez van a más - la muchacha asintió - ¿estáis preparados para ello?

- Sí, nos conocemos desde niños, sabemos todo el uno del otro. Creo que otra cosa no, pero conocernos es lo que más hemos hecho desde los tres años. A pesar de que tardamos en dar el paso a salir juntos, ambos estábamos enamorados el uno del otro desde hacía varios años. Puestos así... ¿tú estabas preparada para dar el mismo paso con Kazu? - se la devolvió.

- Sí, estaba segura y preparada para ello. Aunque, como dices en tu caso, el tiempo que pasamos en el juego ayudó a ello - sonrió - pero... no entiendo para qué me quieres, es algo de tu intimidad. Sé que nos llevamos muy bien, pero yo no te conté esto de mi vida cuando lo hice...

- A ver... yo tenía diez años cuando tú empezaste con Kazu, no creo que sea una cosa que una niña quiera escuchar - rio.

- También llevas razón.

- Bueno, pero has acertado. En parte yo quería que... me acompañaras a comprar condones. A fin de cuentas tú estás más experimentada que yo y sabrás cuales son los más cómodos de usar o los que se sientan mejor - la castaña cambió la cara - ¿Qué ocurre?

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⏰ Última actualización: Jan 16 ⏰

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