Cuerpo y alma

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24 de Octubre de 20xx

Kazuto y Asuna cumplían, por fin, su primer aniversario juntos. A pesar de todo lo ocurrido con SAO, ALO y Sugou, cuando Asuna volvió al mundo real y comenzaron una relación también en el mundo real, ambos adolescentes acordaron mantener esa fecha como el inicio de su relación por lo que hoy para ellos era motivo de celebración, hacían un año de casados en el mundo virtual pero también de novios en el real. Ambos jóvenes estaban felices de llegar hasta aquí. 

Kazuto había planeado a la perfección cada paso de la noche de su aniversario, no quería que saliera nada mal, quería que Asuna recordara este día para toda la vida. Había quedado en recogerla a las siete en su casa pero eran las seis y aún estaba cara al armario, los nervios se estaban apoderando de él y no sabía muy bien qué ponerse. 

- Onii-chan - entró Sugu en su habitación - ¿aún estás así? - preguntó mirándolo de arriba a abajo pues hacía una hora que había salido del baño vestido con su ropa interior y la camiseta del pijama y, una hora después seguía igual - Asuna-san no merece que llegues tarde. Cumplís un año, de muchos, y este es el que más recordará por lo que más te vale vestirte y salir ya hacia su casa. 

- Es que no sé que ponerme - dijo el muchacho con tímidez - quiero estar guapo para ella. Es nuestro primer año juntos y quiero que todo salga bien. 

- No te preocupes, hijo - dijeron sus padres desde el umbral de la puerta - nosotros te ayudamos. 

Se fueron y volvieron al cabo de un rato con un traje azul marino y una corbata color rojo, que le hizo recordar al tono del uniforme de KoB. 

- Sabíamos que este día llegaría y te pondrías nervioso sin saber muy bien qué ponerte dado que la ropa elegante que tenías antes del juego te quedaría pequeña por lo que ayer tu padre y yo fuimos a comprarte este traje - sonrió la madre del joven. 

- Muchas gracias papá y mamá - los abrazó efusivamente. 

- Venga - dijo Minetaka - ya nos darás las gracias más tarde, no llegues tarde, que Asuna no lo merece. 

El joven asintió y se arregló lo más rápido que pudo. Con ayuda de su madre hizo el nudo de la corbata, se puso el perfume que tanto le gustaba a ella, se peinó y salió de casa. 

- Parece que fue ayer cuando lo vimos marchar por primera vez a clase - dijo Minetaka con melancolía. 

- Y, míralo, - continuó Midori - ocho años después de aquel día lo vemos marchar a celebrar su primer aniversario con el amor de su vida. 

- Hemos criado a un buen chico - sonrió el hombre mientras abrazaba a su esposa - y ha elegido a una gran mujer para compartir su vida. 

La mujer se limitó a asentir pues estaba emocionada, no podía evitar acordarse de su hermana y su cuñado, sabía que allá donde estuvieran estarían orgullosos de su hijo, de la persona en la que se había convertido y de la mujer que había elegido como compañera de vida pues desde que Kazuto llevó a Asuna al hogar Kirigaya Midori no podía estar más orgullosa y feliz por él, esa chica le recordaba en muchos aspectos a su hermana por lo que estaba contenta de que, de alguna manera, Aoi no se había marchado del todo del lado de su hijo dado que le envió a una persona que lo cuidaría y lo amaría incondicionalmente y estaría siempre a su lado. 

El joven moreno ya estaba dirigiéndose a casa de su amada, no podía evitar estar nervioso, sentía que sus manos no dejaban de sudar y notaba un gran nudo en su garganta "genial, volveré a tartamudear de nuevo" pensó, "solo espero que Asuna no piense que soy tonto" siguió cavilando mientras el taxi se perdía por las calles de Tokio. 

Relatos sobre Kirito y AsunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora