Capítulo 8

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Mis ojos no paraban de leer una y otra vez esa frase compuesta por tres simples palabras. Su mensaje me descolocó me esperaba alguna bobada cubierta con algo de ego y sarcasmo con el que siempre hablábamos. Esto era extraño en 1 no era lo habitual.

- ¿Qué ocurre 1?.

Pregunte de la manera más neutra posible para que entendiera que estaba preocupada por su mensaje. Una vez ya enviado solo quedaba esperar cual espera se me haría eterna.

- Liv - me llamo la atención mi madre después de un rato de haber terminado de cenar -

Yo gire un poco mi cuerpo sobre mi silla para prestarle atención.

- He pensado que podrías llevar un poco de canalones a tu padre al trabajo, te llevaría en el coche pero tu padre se lo llevó y... - mi madre iba a seguir dándome explicaciones pero la corte para hablar-

- No te preocupes mamá voy - dije dándole una sonrisa a boca cerrada - Prepara los canalones ahora bajo - termine de decir para subir a mi habitación-

En mi habitación comencé a buscar el mini paraguas que me regalo mi madre cuando tenia diez años con estampados de animalitos de colores si muy juvenil y a la moda pero era el único que nos traimos de la otra casa. Una vez ya lo encontré bajé y tomé la bolsa con la comida de mi padre para salir pero si no antes despedirme de mi madre.

Comencé a caminar en dirección donde me dijo mi madre donde estaba la comisaría pero como no me entere mucho apunte las calles en un papel para no perderme porque si era un pueblo pequeño pero no salía mucho por el lo cual mi sentido de la orientación en el no era mejor.

Después de un rato caminado con la bolsa en una de mis manos unas pequeñas gotas cayeron en mi rostro y ropa haciendo instintivamente que alzará la cabeza hacia el cielo y viera un cúmulo de nubes grises tapar el cielo.

De un movimiento rápido abrí mi paraguas y me coloque bajo el observando en mi sudadera gris gotas oscuras en esas partes. El papel de mis manos en el cuál tenia apuntado se mojó un poco destinando un poco pero para mi suerte todavía podía leerlo. Después de un rato caminando bajo la lluvia me encontraba frente a la comisaría de policía de el pueblo con una puerta de cristal dejando pasar la luz blanca de dentro. Me resguarde debajo de la entrada para cerrar mi paraguas pero desde hay pude ver un coche con la parte delantera daña seguramente era el cohe que se estrelló contra la farola y una motocicleta negra a un lado.

Deje de mirar la motocicleta para dirigirme hacía la puerta y apollar una de mis manos en ella para empujarla y abrirla. Una vez ya adentro gire mi cabeza hacia la derecha para buscar a mi padre con la mira y ahí estaba sentado en la recepción. Él se dio cuenta de mi presencia y alzó una mano para indicar que esperará un momento.

- ¿Liv que haces aquí? Afuera esta lloviendo mucho - dijo con voz suave observando mi ropa un poco mojada -

- Vine a traerte canelones de mamá - dije alzando la bolsa lo cual el sonrió muy emocionado -

- Gracias hija - dijo sonriendo a la vez que acariciaba mi cabeza - Espera un momento voy a la mesa a tomar el teléfono por si me llaman - yo ante eso asentí-

Cuando mi padre se fue a tomar el teléfono de su mesa gire mi cabeza al frente para observar más el lugar pero algo o mejor dicho alguien me hizo fruncir el ceño.

- ¿Dietrich? - pregunté sin poder creérmelo-

El nombrado al escuchar mi voz levanto la cabeza de su teléfono para mirar en mi dirección y observarme.

- ¿Se conocen? - pregunto ahora padre colocándose a uno de mis costados observandome -

- ¿Qué? No, no, no nos conocemos - mentí negando con las manos soltando una risa nerviosa al final -

𝓘𝓷𝓶𝓪𝓻𝓬𝓮𝓼𝓲𝓫𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora