Capítulo XXXVIII

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Alexandra

Estaba pensando en el hermoso fin de semana que había tenido con Aiden en el lago cuando el director Price finalmente me recibió en su oficina.

—Alexandra, ¿qué puedo hacer por usted?

—Se nos ha notificado que la junta de padres está impidiendo el viaje a Greyhound —dije, intentando no fruncir el ceño y concentrándome en el presente.

—Señorita King, entiendo los miramientos del consejo de estudiantes, pero debido a los acontecimientos del año pasado, el centro de padres no está de acuerdo.

Frustrada, hice lo posible por no arrancarme el pelo.

—Lo que hicieron los seniors de la anterior generación no nos refleja en absoluto, director Price.

—Yo estoy de acuerdo, Alexandra. Si fuera por mí, dejaría a los alumnos selectos ir, pero eso no sería bien visto por la junta del distrito escolar.

—No es necesaria una selección. Puedo controlarlos.

—No me malinterpretes, Alexandra, no dudo de tus capacidades como líder, pero los del sur no van a cooperar contigo.

—Puedo conseguir que escuchen.

—¿Y cómo harías eso?

—Uhm... no lo sé, pero puedo encontrar la forma.

El director suspiró, y probablemente quería deshacerse de mí rápido.

—Si encuentras una solución decente para el final del día puedo presentarlo a la junta de padres en la reunión de hoy.

—La encontraré. Gracias, director Price.

Me levanté rápidamente e ignoré las preguntas de las chicas sobre el resultado.

Tenía una idea, pero no estaba segura de que fuese a funcionar.

En cuanto las perdí de vista, comencé mi travesía por encontrar a Aiden alrededor de la escuela, a quien finalmente encontré cerca del edificio principal junto a más personas de las que me habría gustado. Intenté llamar su atención desde lejos, pero solo conseguí que me viera por dos segundos antes de ignorarme completamente. De alguna forma, creía que Aiden sospechaba que necesitaba pedirle algo.

¿Vendría si le ofrecía algo más?

Dándole un último vistazo me escabullí en la escuela hacia la sala de computación, la que habíamos usado dos veces luego de comprobar que estaba vacía lunes y miércoles luego de almuerzo.

Miré a todos lados antes de entrar a la sala, y prendí el monitor principal para iluminar un poco.

Saqué mi celular del bolsillo y le envié un texto a Aiden.

Alex<3: Supongo que tendré que encontrar la manera de entretenerme sola en la sala de computación.

No pasaron más de diez segundos cuando Aiden comenzó a responderme.

Aiden: No me hagas esto, princesa, estoy en medio de algo.

Mordiéndome el labio, pensé que sí podríamos divertirnos un poco y luego ir a los negocios, así que como la adolescente tonta que era y a pesar de todas las advertencias de internet, me quité mi polerón y desabotoné mi blusa y mi sujetador, además de subir mi falda de mezclilla. Me acerqué al gran espejo del salón y me tomé una foto en la pose más sexy que fui capaz de fingir y se la envié a Aiden.

En cuanto la foto se envió, volví a acomodar mi ropa de vuelta en su lugar, y al no ver respuesta alguna, me arrepentí enseguida, pero ya era muy tarde para hacer algo al respecto, así que intentando ignorar la fuerte voz de mi inseguridad, recogí lo que quedaba de mi orgullo y salí del salón.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora