Parte II - Capítulo IV

480 33 2
                                    

Alexandra

Travis no ha llamado para explicarse, y empezaba a pensar que no lo haría, y me sentía más sola que nunca, ahora que ni siquiera puedo estar con Aiden.

No tenía idea de en qué momento todo se había desmoronado tan rápido. Las cosas parecían sacadas de una película con poca trama escrita por un guionista ebrio a las tres de la mañana.

—¿Katt? Por favor, tienes que venir. No puedes esconderte por siempre —le dije a mi amiga, que se rehusaba a volver al entrenamiento de animadoras—. Ashley está allí, y no está dejando que las miradas petulantes la espanten.

—¡Pero yo no soy Ashley! —gritó desde el otro lado de la puerta—. Además, se verá más ridículo ahora que está saliendo con Aiden o lo que sea.

—Nadie estará pensando en eso.

—Además... ¿no era gay? ¿Por qué estaría en una relación con Aiden? ¡Dios!

—Pensé que no te importaba lo que hiciera Ashley —suspiré pesadamente. Yo sabía que definitivamente le importaba.

—¡Y no me importa! Pero todos van a estar hablando de esas fotos, y ya ni siquiera Gina me habla. ¡Eres la única que me habla!

—Oye, tú también me hablarías si saliera con un Raider —me reí un poco por la ironía.

—¡Claro que sí! ¿En qué clase de sociedad vivimos?

—Katt, por favor... te juro que lucharé con garras y dientes a quien sea que te mire feo.

—¡No! ¡Déjame tranquila con mi miseria!

—Katt...

—¡Hablo en serio, Alex! —dijo y salió abriendo la puerta de golpe, casi estampándola en mi cara—. Voy a casa, así mamá puede seguir retándome por andarme besando indebidamente con otras chicas.

No quise presionar más a Katt, porque sabía que no llegaría a ninguna parte. No tenía idea de qué hacer ahora tampoco: por un momento había pensado que podíamos conciliar nuestras diferencias, pero la difusión de las fotos de Katt y Ash me habían demostrado que ninguna fraternización indebida entre personas de distintos lados de la ciudad sería bienvenida.

Ahora que Katt había decidido irse sin mirar atrás, miré mi celular y me puse a escribir al número desconocido, para revisar si seguía bloqueada de mandarle mensajes.

Alex<3: Está hecho. Ya no estoy con Aiden.

Increíblemente, no solo no estaba bloqueada, sino que estaba recibiendo una respuesta enseguida.

Número desconocido: Eso fue sorprendentemente rápido.

Alex<3: Al parecer le gusta alguien más.

Número desconocido: No te preocupes, de todas formas él no te merece. Nadie te merece.

Alex<3: ¿Y quién me merece? ¿Tú?

Número desconocido: Quizás no, pero definitivamente nunca te dejaría ir si te tuviera.

No pude responder nada después de ese mensaje porque estaba demasiado asqueada como para hacerlo, y si lo hacía, probablemente sería algo horrible que haría que cumpliera todas las amenazas que me había hecho.

Mientras caminaba hacia la cancha para la práctica, me encontré con Matt, aún con el palo de lacrosse en la mano.

—Hola, Alex. Te estaba buscando.

—Uhm... hola, Matt —saludé un poco incómoda, sabiendo que todos eran sospechosos en mi lista.

—Sé que esto es un poco raro, pero conseguí entradas para un concierto tecno en Vanglens Valley el viernes, y me preguntaba si quisieras ir conmigo.

Mi respuesta automática en cualquier otra circunstancia hubiese sido un rotundo no junto con una excusa decente para no parecer una persona horrible, a pesar de que nunca había tenido momentos para practicar porque Matt nunca me había invitado a salir, y el momento lo hacía todo un poco más sospechoso, y como no tengo precaución ni sentido de prevalencia, pensé que ir con él sería un buen momento para considerar mis opciones. Podría observarlo y calcular sus movimientos, quizá algo me diría que era él quien estaba detrás de los mensajes.

—¿El viernes a qué hora?

—A las ocho.

Bueno, definitivamente haría que me perdiera el partido de los Raiders. Sería una muy buena excusa decirle que no podía porque debía animar en el partido, pero sospechaba que Matt sabía que nuestra inauguración como Raiders oficiales no sería hasta la próxima semana. Además, tenía que hacer esto.

—Uhm... suena bien, supongo que puedo hacerlo. Podemos encontrarnos en Vanglens Valley a las siete.

—Uh... sí, eso es genial —parecía genuinamente sorprendido de que aceptara, y si Matt resultaba no tener nada que ver con esto, me iba a sentir como la peor persona del mundo por darle ilusiones falsas—. Me alegra que vayamos juntos, Alex.

Solo pude sonreírle, porque no sabía qué más hacer en esta situación, pero Matt pareció más que satisfecho porque se fue sonriendo también.

Miré al cielo y estuve tentada a gritar en frustración, pero como siempre, me contuve y seguí mi camino.

El entrenamiento fue un caos. Todas las chicas se habían vuelto contra Ashley, y por mucho que me hubiera gustado pisar territorio neutral, debido a nuestra situación, tenía que actuar como si la odiara por haberme quitado a mi novio, así que tuve que unirme al caos en contra de mi voluntad.

Intenté hablar con Hayley y Gina sobre el tema de Katt, pero no estaban escuchando. Tampoco podía hablar con Jake por razones obvias, y Matt, bueno, Matt siempre parecía ser neutral ante todo, así que estábamos solas en este desastre, y si seguía apoyando a Katt, estaba segura de que me ganaría el odio de todos de igual forma, pero ser la hija del alcalde tenías sus ventajas, y es que nadie quería perder los privilegios que significa tener conexiones y comidas gratis cortesía de la hija del alcalde de Sylver Valley.

Rodé los ojos ante el pensamiento. Con razón todo el mundo pensaba que solo soy una princesa consentida, con razón Aiden pensaba (y probablemente piensa) que lo soy. Después de todo, mantenerme monetariamente contenta y con las personas comiendo de la palma de mi mano era la única forma que papá tenía para ejercer su paternidad "responsable".

Y como si las cosas no fueran lo suficiente malas, la única que en realidad no se había vuelto en contra de Ashley, ahora estaba odiando sus entrañas. Beatrice había echado humo por las orejas cuando todo el mundo se había enterado de la relación falsa de Aiden y Ashley hace algunos periodos, y oficialmente estaba en el equipo contrario a Ash.

Complicada. La escuela secundaria es complicada y ridícula.

The wrong side of town -  Parte I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora