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— No puedo creer que nunca antes hayas patinado. —digo. La sonrisa en mi voz es imposible de ocultar, al igual que en mis labios. Brandon tropieza nuevamente.
No es que yo sea la mejor persona sobre un par de patines, pero es divertido verlo de esta manera, tan fuera de su elemento.
— Apuesto a que estas disfrutando mucho este momento. —gruñe, al mismo tiempo que un par de niños pasan rápidamente por su costado, casi llevándolo al suelo. Brandon apenas y puede mantener el equilibrio. Me deslizo hacia él a través del hielo suave y Brandon me mira. Sé que él debe pensar que estoy presumiendo y molestándolo, pero en realidad es todo lo contrario. Quiero que se anime a seguir adelante con esto y suelte esa estúpida pared. Se supone que esto sería divertido.
— Suelta esa estúpida pared, —le insto. — No te está ayudando para nada.
— Me sirve mucho ahora mismo, gracias. —dice, y trata de enderezarse antes de resbalarse nuevamente y aferrarse con más fuerza a la pared.
— ¡Vamos! Estoy hablando en serio.
— Yo también. —responde rápidamente.
— Solo toma mi mano, ¿de acuerdo? —le pido, extendiendo mi mano frente a él.
— No creo que quieras que haga eso. —exclama, mirando mi mano como si fuese una serpiente venenosa. — Si lo hago ambos iremos de cara hacia el suelo.
— ¿Podrías confiar un poco más en ti mismo?
— Lo hago. En lo que no confió es en las cuchillas mortales que tengo atadas a mis pies. ¿A quién mierda se le ocurrió poner cuchillas en zapatos y llamarlos patines para hielo? Ya es lo suficientemente malo sobre ruedas, el hielo es más inestable.
— Vamos, Brandon. Suéltate de ahí. Confía en mí, ¿de acuerdo? —le pido.
Aunque aún no hemos discutido nuestros sentimientos el uno por el otro, o hacia donde se supone que se dirige lo que sea que tengamos. Está claro que por la forma en la que actuamos, la manera en la que nos despedimos, los toques suaves aquí y allá y la forma en la que nos miramos, ambos queremos que esto sea mucho más que una relación de amigos con beneficios. Pero también tenemos miedo de formar un compromiso que no podremos cumplir.
Después de que mi equipo ha salido de nuestra loca carrera por ganar la Super Bowl, estar fuera de la NFL me ha dado la oportunidad de pasar mi tiempo con Brandon. Y ha sido tan increíble como nunca pude haberlo imaginado. Me preocupo por él y él se preocupa por mí, y puedo decir que su preocupación va mucho más allá de su puesto como agente del FBI. Pero si ambos queremos que esta relación funcione, debemos tener fe en nosotros mismos, y en esta relación.
— Si te caes, te ayudare a levantarte, ¿bien?
— Mhmm. ¿Y pagaras mis gastos médicos cuando me rompa un brazo o una pierna?
