Capítulo 36

4K 391 23
                                    

Me siento al lado de Brandon en el grande sofá de mi habitación en el hotel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me siento al lado de Brandon en el grande sofá de mi habitación en el hotel.

Después de que Shannen llamara, comenzamos a ver una película de adolescentes en la televisión. Ver películas como esta, juntos es una de las cosas que realmente espero hacer en estos días. Por lo menos no estoy viendo cintas de otros equipos. O de mi equipo. O mis putas metidas de pata.

Nuestro próximo gran juego es este sábado, y me ha mantenido al borde toda la semana con los intensos entrenamientos. Afortunadamente, estos momentos que comparto con Brandon me dan la oportunidad de escapar de la presión. Me ayudan a escapar del estrés. Él hace que sea bastante fácil el desaparecer en él y nuestras experiencias. Él me hace olvidar mi vida futbolística. Gracias a él puedo sentirme como un tipo normal aunque sea por un breve periodo de tiempo. Me hace recordar al tiempo que pase junto a Tristan y en como soñaba dejar el futbol solo para poder pasar el tiempo suficiente con él. En algún momento de mi vida podía imaginarme dejando esta vida atrás y nunca volver a mirar en esta dirección. Pero claro, Tristan me mostro lo estúpida que era esa fantasía. ¿Cómo diablos pensé en dejarlo todo por alguien que no me amaba de vuelta? Quizás estoy siendo estúpido por imaginar lo mismo con Brandon. Tristan y yo por lo menos estábamos establecidos, con Brandon no tengo ninguna garantía de hacia dónde va esto y que es lo que quiere de mi, fuera de la cama.

Sé que muchas personas matarían por tener un poco del éxito que he logrado en mi carrera. Pero no puedo evitar el pensar que sería agradable vivir una vida real. Una en la que no tenga que esforzarme tanto para complacer a entrenadores, compañeros de equipo, patrocinadores y fanáticos. Me gustaría una vida donde realmente pueda ser yo mismo sin tantas capas. Pero eso es solo un sueño, un sueño que se escapo de mis manos el mismo día que comencé a ocultar quien realmente era, incluso a mi propio padre.

— ¿A dónde diablos cree que va esa niña? —pregunta Brandon, mientras pesca un taco de una bolsa de papel.

— Creo que ahí es donde encontró el primer cuerpo, ya sabes, el de su amiga, la rubia que se estaba acostando con su novio.

— ¿Y por qué demonios está regresando allí? Normalmente cuando encuentras un cuerpo en un lugar donde están matando personas, debes correr en dirección contraria, no regresar al maldito lugar donde hubo un asesinato. No entiendo porque está regresando, ¿acaso cree que es una especie de basurero donde dejan a los muertos? ¿Por qué ella creería que significa algo?

— La loca mujer hechicera le conto algo sobre una antigua maldición que debía romper. ¿Acaso no estás prestando atención en lo absoluto? —me quejo de buen humor, porque si soy sincero conmigo mismo, yo tampoco estoy prestando atención suficiente. No cuando mis ojos vagan constantemente a barrer su rostro hermoso. Este hombre me distrae constantemente.

— Oh, claro. La hechicera. Que estúpido de mi parte, —dice, fingiendo estar ofendido—. Y por supuesto, debemos confiar totalmente en la loca señora que habla con sus gatos, —dice, con una sonrisa hacia el televisor.

RENDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora