Capítulo 37

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— Mañana tienes esa entrevista con Ana Simpson

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— Mañana tienes esa entrevista con Ana Simpson. —dice Howard mientras nos sentamos a desayunar en un restaurante demasiado elegante para mi gusto. Él está revisando el horario de Wyatt mientras comemos nuestro almuerzo.

Estos últimos días han sido un verdadero espectáculo de mierda y más mierda. El equipo de Wyatt perdió su juego el sábado pasado, por lo que están oficialmente fuera de la carrera al Super Bowl. Y mientras Wyatt jugo duro en ese juego y dio todo de sí mismo, cuando el otro equipo tiro un gol de campo del que su contrincante no se pudo recuperar, fue un desastre.

Sin Shannen a bordo, Wyatt tuvo que enfrentarse solo a todos esos reporteros hambrientos de sangre fresca. La mayoría de ellos fueron rápidos para recordarle a Wyatt lo mucho que se había equivocado al inicio de su temporada. Y que su equipo solo había tenido suerte por llegar hasta donde llegaron. Me molesta escucharlos decir cosas como esas, porque ninguno de ellos ha estado presente cuando Wyatt y sus compañeros de equipo despiertan antes de que el sol aparezca para cada entrenamiento. Ellos no están presentes para ver el sudor que se escurre del cuerpo de los jugadores en cada entrenamiento. Y sobre todo ellos no están ahí cuando los chicos regresan arrastrándose a sus casas.

Yo he estado ahí, cerca de Wyatt cuando despierta para cada entrenamiento, observándolo sudar como un loco durante ellos y sobre todo he estado ahí cuando regresa exhausto a su habitación. Cuando llega tan cansado a la cama que ni siquiera tiene energía para otra cosa que no sea acurrucarnos juntos y hablar hasta que el sueño lo venza sólo para despertarse y llevar a cabo la misma rutina.

Los periodistas también le preguntaron acerca de nuestra relación y su intento de asesinato.

Teniendo en cuenta todo el estrés que él ha tenido últimamente, él tiene una razón perfectamente buena para estar estresado. Y ciertamente no es su maldita culpa que su equipo haya perdido el juego.

— Y no olvidemos que tenemos que organizarnos para estar a tiempo para la apertura de la clínica en Dallas. —Dice Howard—. Debería ser más fácil ahora que... —Howard se detiene pensando mejor sus palabras, estoy seguro que sabe tan bien como yo que cualquier mención acerca de que el equipo de Wyatt ha quedado fuera de la carrera del Super Bowl, solo irritara a Wyatt. — Bueno, ya sabes...

— ¿Clínica? —le pregunto.

— No es nada importante. Solo una cosa pequeña. —Dice Wyatt rápidamente, antes de poner en su boca la mitad de un huevo frito que pidió como parte de su desayuno. A decir verdad, las porciones de comida de Wyatt son una locura. No puedo creer que alguien que come tanto como él, tenga un cuerpo como el suyo. Aunque otra vez, el chico pasa la mayor parte de su día haciendo ejercicio.

Howard mira a Wyatt como si se hubiese vuelto loco.

— ¿Una cosa pequeña? —pregunta Howard, sorprendido de las palabras de Wyatt, dejando su teléfono junto a su plato en la mesa. — Has estado coordinando esto durante un año completo, Wyatt. —Howard dirige su atención a mí. — Se trata de una compañía sin fines de lucro que Wyatt financia. Están construyendo un hospital para tratar a las personas LGBT con VIH y otras ETS.

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