— ¿Dónde diablos estabas, Krause? –pregunta molesto el entrenador Jackie.
El sudor corre por mi cara, puedo sentirlo alojándose en mi cuello. Estoy jadeando como un hijo de puta mientras se acerca a mí en el vestuario. Su cara esta roja como cuando Gerald está molesto hasta la mierda conmigo. A pesar de ser más bajo que yo por al menos veinte centímetros, la personalidad del entrenador te hace pensar que puede patearle el trasero a cualquiera de nosotros.
Y aunque, considerando que hemos ganado este partido, no estoy de humor para la mierda que quiera tirarme hoy. Es cierto que me costó mucho mantenerme enfocado. Perdí dos pases fáciles que fueron interceptados por el equipo contrario. Si tan solo no estuviese prestando atención a Brandon por centésima vez...
Desde nuestra experiencia en mi habitación de hotel en San Francisco, he luchado para concentrarme. Sigo repitiendo nuestros besos. Sigo preguntándome como hubiese terminado. No esperaba que nuestro encuentro sería tan caliente. La intensidad. La pasión que se construyó en nosotros mientras nos besábamos.
Quería que follaramos, lo deseaba tan jodidamente mal. Si no hubiese sido por aquella entrevista de mierda, habríamos jodido. Pero por la forma en la que Brandon está actuando ahora, sé que esa ya no es una opción. Se ha dado cuenta que lo que hicimos fue totalmente inapropiado, y se siente culpable por ello. Si alguna vez hubo alguien a quien quisiera golpear con todas mis fuerzas por pensar en cosas increíblemente estúpidas es a él.
— Lo siento, entrenador. —le digo, pero puedo decir por las miradas de mis compañeros que nadie simpatiza con mi distracción en el campo. Voy a recibir mierda por esto cada maldito día a partir de ahora, cada que veamos nuestras cintas en el salón de conferencias una y otra vez hasta que haga algo bien en nuestro próximo juego.
— ¿Lo sientes? —pregunta el entrenador Jackie. — ¿Así como lo sentiste cuando terminaste en el New York Times por engañar a Tristan? ¿Lo sientes así como lo sentiste cuando terminaste en todos los noticieros del país por tus vacaciones de mierda en Hawái? ¿Lo sientes así como lo sentiste cuando Gatorade, Pepsi, Ford y Microsoft retiraron sus patrocinios millonarios todo debido a tu mierda?
Puedo entender porque está molesto. Por qué cuando toda la mierda exploto el año pasado, yo seguía siendo un miembro ejemplar del equipo incluso después de toda mi mierda con Tristan. Pero mi bajo rendimiento esta temporada debe ser la principal molestia de nuestro entrenador.
Él parece querer seguir tirándome mierda, pero se detiene. Presiona sus labios juntos y mira a su alrededor, como si acabara de darse cuenta que este no es el lugar ni el tiempo para arrojar este tipo de mierda. Ya me ha dado un tiempo difícil, pero nunca antes me ha dado mierda como esta antes. Nunca me ha reprendido por los patrocinios, al menos no frente al resto del equipo. Es vergonzoso como la mierda. Humillante. Y totalmente verdadero.
~***~
Brandon, Deniss, Howard y Gerald me acompañan a través del pasillo principal de salida hacia al estacionamiento.
No hablamos hasta que salimos afuera, donde hay suficiente ruido de los aficionados gritando detrás de las secciones cerradas a ambos lados para evitar que nos escuchen.
Gerald comienza a decir algo, pero no estoy de humor para su mierda.
— No quiero escucharte ahora, —le digo, caminando más rápido para alejarme de él.
— No me importa que no me quieras oír, —dice detrás de mí—. ¿Qué mierda te está pasando? Ni siquiera hiciste una buena jugada, simplemente estuviste ahí, en el campo parado como un idiota.
— Tuve un mal juego, pero aun así ganamos. Seré mejor la próxima vez.
— ¿Necesitas hablar con el maldito psicólogo o-...
Me doy la vuelta inmediatamente.
— No te atrevas a decirme algo así ahora mismo.
¿Cómo coño cree que está bien traer esta mierda cuando estamos delante de los chicos? Puedo decir por su expresión, que mi arranque de ira lo ha pillado con la guardia baja. Por qué nunca me molesto antes que dijera ese tipo de cosas con Dennis o Howard cerca, pero con Brandon es totalmente una mierda. Desde que él llego me siento vigilado. Y no quiero que él sepa lo jodido que realmente estoy.
— No me vengas con esa actitud ahora, Wyatt. —Dice Gerald—. Sé que estas molesto, pero no te desquites conmigo.
Claro, él sabe que estoy molesto, pero jamás, nunca en esta vida entendería que es lo que realmente me molesta. Nunca me ha entendido antes, así que, ¿Por qué debería de entenderme mágicamente ahora?
— Lo que sea. —digo, ya que esto se siente como una discusión que ya hemos tenido desde que tengo dieciséis años. Miro a ambos lados de la acera, a todos esos fans que toman fotos con sus teléfonos celulares, detrás de las barreras cercadas. Solo puedo imaginar que apareceremos en TMZ si seguimos así. Así que sonrió a las cámaras antes de caminar hacia nuestro transporte, donde varios guardias de seguridad están de pie junto a las SUVs que nos esperan a mí y a nuestros compañeros de equipo.
Mientras camino, puedo notar por el rabillo del ojo un tipo con una sudadera y capucha corriendo en mi dirección.
Mierda. Un fan demasiado eufórico.
Cuando su mano entra en el bolsillo de su sudadera, Brandon se mueve y lo golpea por el costado, tirándolo al suelo.
— Mierda. —murmuro. Él le da la vuelta y mete la mano en el bolsillo del chico. Por el bien de Brandon espero que saque un arma de ese bolsillo, pero no lo hace. En cambio saca solo un Sharpie.
La cara de Gerald adquiere un nuevo tono de rojo mientras varios fans toman fotos una y otra vez. Estoy bastante seguro de que alguien tiene en video esto también.
Gerald toma a Brandon por el brazo y tira de él bruscamente.
— ¿En serio? —Gerald pregunta—. ¿En serio?
La expresión en la cara de Brandon es totalmente culpable. No puedo siquiera empezar a pensar en lo estúpido que se debe sentir en este momento. Gerald nos guía hasta el SUV todavía cogiendo a Brandon por el brazo.
Howard se acerca a mí.
— Wyatt, tenemos que irnos. —canta.
Mierda, voy a estar en todos los malditos noticieros por esto.
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RENDICIÓN
RomanceRENDICIÓN: Acción o resultado de rendir o rendirse; someterse al domino o a la voluntad de alguien.