Capítulo 31

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Pido otra bebida al camarero que se acerca a nosotros pasando frente a Brandon

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Pido otra bebida al camarero que se acerca a nosotros pasando frente a Brandon. La luz del sol se filtra a través de la sombrilla de palmeras sobre nosotros. Estamos en un hotel de Atlanta, cerca de la playa de Boardwalk, donde Gerald decidió que era un buen lugar para que me relajara por un fin de semana después de toda la mierda del ataque. A pesar de que mi herida no ha sido grave, y puedo volver al campo la siguiente semana, el entrenador, y el FBI estuvieron de acuerdo que necesitaba salir para el público y demostrar que no estaba asustado de vivir mi vida gracias a esos asesinos de mierda.

Debo decir que no estoy feliz de perderme nuestro juego, considerando que este partido determinara nuestra ubicación en la división. Aunque, por otra parte, un par de días relajantes en Atlanta, no suenan mal. Sobre todo porque tengo la oportunidad de ver a Brandon sin camisa la mayoría del tiempo. Porque es obvio que la gente no comprara nuestra mentira si me ve a mí pasándola bien en un traje de baño y a él jodidamente incomodo en un traje con este calor. Así que mientras seguimos jugando a esta mentira del novio falso, él está a mi lado recostado en una silla playera.

Gerald cree que estar fuera del campo este par de días será devastador para mí, lo que solo demuestra lo poco que me entiende en realidad. La verdad es que estoy locamente feliz en este momento, porque no tengo que lidiar con más campañas publicitarias. De hecho esta nueva historia del novio y los ataques me han dado más influencia en este loco mundo del espectáculo. Todos quieren tener a Wyatt Krause; la victima de los asesinos anti-gay. Es loco pensar que tan rápido cambian las opiniones de las personas y cuan influenciables pueden ser. Un día estoy en la cima con mi novio. Otro soy la mayor escoria de la tierra por engañarlo. Después soy un jodido héroe.

A las personas les agrada la idea de que Brandon y yo seamos una pareja dulce. Ellos no saben lo solitarias que son mis noches sin él. Extraño todo de él. Nuestras noches tumbados en mi cama viendo algún programa de mierda y sin duda extraño nuestros maratones de sexo. Sé que tengo que seguir adelante con esta farsa, pero cada día se vuelve más insoportable de llevar. Soy como un maldito perro sobre una caminadora persiguiendo un filete.

Un filete de ojos verdes que nunca va a ser nuevamente mío.

Observo a Brandon y Howard quienes están sentados a mi lado. Estamos frente a la piscina del hotel. El sol brilla sobre nuestras gafas de sol, intentando filtrarse a través del cristal oscuro. Brandon lleva un par de pantalones cortos azules, el sudor se aferra a través de su bello cuerpo esculpido. Sus duros abdominales se flexionan con cada respiración, recordándome que él también trabaja mucho para mantenerse en forma.

Howard está a un lado de él en un speedo rojo brillante, su mano esta sobre su cabeza, y sus auriculares están en sus orejas, él sacude un pie ligeramente al ritmo de la música.

El sonido de risas viene del otro lado de la piscina y mi vista se desvía a un grupo de chicos que se agrupan alrededor de una mesa. En sus speedos algunos llevan la bandera arcoíris. Estoy bastante seguro que me gustaría jugar bajo las sabanas con algunos de ellos. Sería una gran oportunidad para sacar a Brandon de mi maldito sistema.

Pero por mucho que me repita que follar a algún tipo al azar será un detonante perfecto para sacar a Brandon de mi cabeza, sé en el fondo de mí, que solo quiero tomar una oportunidad para darle un poco de celos a Brandon.

Haz que él se dé cuenta de lo que se está perdiendo, haz que desee que todo vuelva a ser como antes. Antes de que la mierda volara por los aires. Canta una voz dentro de mi cabeza.

Una voz que no puedo ignorar. Es una idea malvada e irresistible. Sé que él tiene un trabajo, que es por lo que está aquí, pero estoy tan molesto por ver lo fácil que puede alejarse de lo que tuvimos.

— Bueno, mira esas bellezas. —ronroneo, deslizando mis lentes solo un poco para darle énfasis a mis palabras.

Brandon se inclina y sigue la dirección de mi mirada, observándolos. Pero su expresión no cambia ni un poco.

— ¿Estás pensando en perseguir a alguno? —me pregunta con una sonrisa, como si no creyera que puedo hacerlo.

Oh, ¿ni siquiera un poco celoso?

Me siento enojado, pero sobre todo estoy molesto por su maldito desinterés.

— Sí, creo que lo voy a intentar.

— Buena suerte, —dice como burlándose—. Avísame si uno de ellos te apunta con un arma.

Jodido cabrón petulante. Voy a joder a alguno de estos tipos solo para fastidiarlo. Solo para que vuelva a su habitación contigua a la mía y tenga que sentarse allí, mientras yo estoy ocupado follando con cualquiera de estos tipos. Y voy a pedirle que haga un puto espectáculo para mí, solo para que él pueda escuchar nuestro sexo increíble.

Después de todo, Brandon y yo no somos nada. Solo dos tipos que solíamos follar. Al menos así es como él lo ha hecho parecer. Y teniendo en cuenta lo que hemos vivido, y que aún no ha regresado a mí, dudo que haya algo más para él.

Pero solo, maldita sea. Sé que pareció más por un momento durante el ataque. La forma en la que abrazo cuando estuvimos fuera de peligro, como me apretó contra él como si no pudiese creer que aún estaba de pie. Peor aún la forma en la que me miro. Pude ver el terror en esos ojos verdes, lo que solo causo que un montón de mariposas volaran por mi estómago. Maldita sea, mis mariposas tenían mariposas.

¿Y ahora él está actuando como si no estuviese interesado en mí en lo más mínimo? Bien, que se joda. Voy a superarlo, y lo haré felizmente enterrado profundamente dentro de algún tipo afortunado.

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