Capítulo Final

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Ese jodido cabrón, ese maldito idiota

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Ese jodido cabrón, ese maldito idiota.

¿Cómo coño se atreve a tomar decisiones por mí?

¿Cómo se atreve a clavarme un maldito puñal en el corazón y mentirme sobre lo que en realidad sucedió entre Tristan y él?

Los últimos diez minutos han sido una jodida montaña rusa de sentimientos. Desde mi incredulidad al ver la foto en las noticias, hasta que me rompió el corazón con sus palabras y después el alivio de las palabras de Gerald, negando todo lo que Wyatt había dicho antes.

Pero verlo ahora, con las lágrimas cayendo por su hermoso rostro mientras su padre por fin pone en palabras el amor por su hijo, y lo incita a renunciar a esta vida que le ha causado dolor por tanto tiempo me conmueve. Ver a Wyatt como el niño que realmente ha sido todo este tiempo. Un niño temeroso, preocupado y estresado todo el tiempo porque solo buscaba la aprobación de su padre. El niño que finalmente ha sido liberado de las cadenas que lo mantuvieron cautivo por tanto tiempo.

— No aceptes más contratos, Wyatt. —dice, Gerald. — Ve y averigua quien eres fuera de este horrible mundo. Averigua quien realmente quieres ser. La vida no vale la pena cuando pasas todos los días tratando de descubrir cómo hacer felices a las personas que firman tus cheques.

— ¿Puedes callarte solo por un segundo y darme un abrazo? —pregunta, Wyatt. Se acerca a Gerald y lo abraza con cuidado, pero aun así puedo ver la ferocidad con la que se aferran el uno al otro.

Cuando se separan, Gerald tiene una lágrima recorriendo su mejilla, que coincide con las de Wyatt.

— Pero no empieces con la mierda del matrimonio, hijos y todo eso porque simplemente no creo que pueda manejar eso ahora.

Me río, y aprecio su frivolidad para romper un momento tan emotivo como este.

— Dudo que tengas que preocuparte de eso por un tiempo, —le digo—. Al menos hasta que encuentre una forma de perdonar a tu hijo por ser un completo idiota.

Wyatt se vuelve hacia mí, su rostro esta bañado por una expresión de culpabilidad.

— Yo solo, cr-...

— Pensaste que sería más fácil de esa manera. Que si te odiaba, no tendríamos que herirnos el uno al otro al final. Pero la vida no se trata flores y mariposas. ¿No has jugado los juegos suficientes para darte cuenta que el que no arriesga no gana? La vida es justo de la misma maldita manera, no vale la pena si no tomamos riesgos de vez en cuando, y Wyatt; vales la pena cada uno de ellos.

— Lo siento. Solo quería hacer lo mejor para ti.

— Querías hacer que lo que doliera menos para ambos. Pero Wyatt, ya hemos sobrevivido a suficientes cosas locas como para saber que independientemente de lo que venga, venceremos cualquier obstáculo. ¿No es más fácil simplemente hablarlo conmigo que buscar una forma de protegerme? No me importa meterme en cualquier lio que sea tu vida. Cariño, todas las relaciones son sacrificio y dolor. Así es como funcionan, y no siempre son fáciles, a veces son divertidas y otros días simplemente te vuelven loco. Son una batalla constante, y aunque estoy enojado contigo ahora mismo, sé sin duda que vale la pena luchar por ti, pero no puedo hacerlo cuando me clavas una maldita daga en el corazón y me imposibilitas tan pronto como crees que nos vamos a hundir. Esta es una batalla por la que vale la pena luchar, ¿no te has dado cuenta ya?

— ¿De qué? —pregunta, tímidamente.

— De que te amo, maldito idiota. Y sé que muchas personas pensaran que es una locura tener un sentimiento tan fuerte para el poco tiempo que tenemos juntos, pero no me importa. No después de todo lo que hemos compartido. No después de todo lo que hemos pasado juntos. Y sé que me amas. Y sé que sabes que te amo de la misma manera en la que tú lo haces. Te amo con todo lo que soy, y daría mi vida por ti cualquier día, pero cariño, la verdad es que prefiero vivirla junto a ti.

— Sí, pero yo-...

— Si me dices una mierda acerca de no merecer este amor, te voy a hacer sangrar. Y lo digo en serio.

— Pero te mentí.

— Sí, lo sé. Y me dolió. Muchísimo. Pero también rompiste tu corazón con esa jodida mentira.

— Lo hice. —dice, Wyatt. Luciendo apenado. — Y también te amo. —confiesa. Se acerca a mí, pero puedo ver la inquietud en sus bonitos ojos azules. — Pero por la forma en la que me confesaste tus sentimientos, tengo problemas para saber si estás enojado o si quieres besarme ahora mismo.

— Un poco de ambas, —le digo, envolviendo mi brazo libre alrededor de sus hombros y atrayéndolo a mí para darle un beso.

Estar cerca de él me llena de tranquilidad y un sentimiento de pertenencia que nunca he sentido antes. Nunca me he sentido tan feliz antes, y siento que los dos hemos estado buscando esto por mucho tiempo incluso antes de saber que era lo que realmente estábamos buscando.

La simplicidad de saber que ambos vamos a luchar por hacer que esto funcione. La rendición total entre nosotros mientras saltamos a lo desconocido, esperando lo mejor y temiendo lo peor al mismo tiempo.

RENDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora