Capítulo 19

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— Así que, ¿Quién diablos va a explicar todo esto?

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— Así que, ¿Quién diablos va a explicar todo esto?

La computadora portátil de Gerald esta sobre el escritorio de su habitación, mostrando una imagen de  Wyatt y yo besándonos en el estadio.

Howard está sentado al lado de Wyatt en un sofá café, mirándome con los ojos muy abiertos, con una expresión en su rostro que me dice «Estás en tantos problemas, amigo». Sin embargo, Wyatt no me mira. Su cabello obscuro esta revuelto en todas direcciones debido a nuestras extenuantes sesiones de sexo. Lleva un par de pantalones deportivos grises, que se las arregló para ponerse, pero no lleva ninguna camiseta que cubra su pecho magnifico, porque Gerald ni siquiera le dio tiempo suficiente cuando lo arrastro fuera de su habitación.

En su rostro está un puchero, que, si estuviésemos en una situación diferente me parecería adorable. Pero esta vez solo lo hace parecer decepcionado, tan decepcionado como yo me siento que todo esto haya llegado a su fin.

Mi cara debe estar blanca como la de un maldito fantasma, ahora mismo. Cuando aparecí en la puerta de la habitación de Gerald, él no me dijo cuál era el problema. Así que ahora que estoy dentro de su habitación, puedo ver cuál es. Él quería tomarnos con la guardia baja. Justo ahora está tratando de fulminarnos con la mirada a Wyatt y a mí.

Estoy parado, cerca de una columna con la boca abierta.

— ¿Brandon está allí? —la voz de Johnson viene de dos teléfonos celulares colocados uno al lado del otro en una mesa al lado del sofá donde están sentados Wyatt y Howard.

— Estoy aquí, Johnson. —respondo.

— ¿Vas a explicarme que mierda está sucediendo ahora mismo? Porque no obtuviste este trabajo para que pudieras ir y joder con tu protegido. ¿Sabes cuántas llamadas y correos electrónicos he recibido esta mañana sobre este comportamiento increíblemente poco ético y poco profesional? ¿Sabes cuantas veces me han gritado mis superiores pidiéndome tu renuncia mañana mismo en su escritorio?

Justo cuando estaba comenzando a disfrutar de mi asignación, algo tenía que joderlo todo.

Pero esto es lo que obtengo por disfrutar de esto. No podía solo venir aquí y hacer mi trabajo como lo he hecho siempre. No. Tuve que poner mi trabajo en una apuesta, y, ¿para qué? Por un buen sexo caliente, pero aun es algo por lo que no vale la pena  perder mi carrera.

— Seño-...

— Agente Johnson —, me interrumpe Wyatt. — Lo siento.

Eso es. Eso es todo. Solo una confesión es lo que necesitaba para tirar mi carrera al caño. Se acabó todo para mí. Creo que ahora puedo dejar esta penosa situación y comenzar a empacar mis maletas. Decirle adiós al FBI y volver a casa para comenzar a buscar un nuevo empleo.

— Ayer vi que había un paparazzi cerca, —continúa Wyatt—, y besé a Brandon porque pensé que sería divertido.

— Espera un maldito minuto, —dice Gerald—. ¿Viste a un tipo con una cámara y lo hiciste a propósito? —luego se vuelve hacia mí—. ¿Por qué no lo detuviste?

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