Capítulo 5

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Los labios de Howard se curvan en una sonrisa agradable mientras me mira

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Los labios de Howard se curvan en una sonrisa agradable mientras me mira. Solo quiero llevar al mocoso de Wyatt a la cama para ver si Howard y yo podemos llevar las cosas a su habitación, o la mía, realmente eso no importa.

— Brandon. —dice Wyatt.

Él ha caminado unos metros delante de nosotros. Se detiene y gira para que pueda ver cada maldita definición de esos impresionantes abdominales. Me imagino que todavía no se ha puesto su camiseta porque quiere recordarnos lo jodidamente magnifico que es.

Él me mira los ojos, por primera vez desde que empecé esta misión.

— Creo que deberíamos tener una reunión rápida en mi habitación. —Dice— Charlar sobre como deberíamos llevar todo esto, ¿sabes?

No es una mala idea, pero teniendo en cuenta lo mucho que me ha estado evitando, me sorprende que lo haya sugerido. Puedo sentir que está tramando algo.

Miro a Howard, quien parece decepcionado. Ambos teníamos una idea de a donde se dirigía esta noche, y ahora Wyatt ha arruinado esos planes. Pero de nuevo, me recuerdo que no es como si tuviéramos prisa por follar. Estaré en este trabajo el tiempo suficiente, como para que ambos obtengamos lo que queremos.

Pasamos frente a la habitación de Howard, antes de dirigirnos a la habitación de Wyatt. Él abre la puerta y se hace a un lado para dejarme entrar, una muestra de educación que apenas puedo creer.

Cuando me adentro a su habitación, a su impresionante ático, mis ojos miran inmediatamente las paredes de cristal que me muestran el horizonte de Dallas de una manera que jamás habría imaginado.

Una pintura de tres paneles de un caballo corriendo en la pradera está colgada en la pared detrás de un sofá junto a la ventana. Los diversos accesorios de arte y esculturas alrededor de la habitación, son solo un recordatorio más de que este lugar fue diseñado especialmente para alguien de la condición social de Wyatt. ¿Quién habría pensado que solo a seis meses de trabajar en una madriguera en Miami estaría en un lujoso ático en Texas?

— Maldita sea, —murmuro.

— Es agradable, ¿verdad? —dice y a pesar de que su voz no suena petulante, él puede darle ese efecto a las palabras solo por decirlas. — Me hospede en este hotel el primer día que firme con mi equipo en la NFL. Estaba planeando rentar un departamento a unas pocas manzanas de aquí, pero el hotel me hizo una oferta que no pude rechazar. Funciona bastante bien ahora que pudimos conseguirte una habitación aledaña.

Él camina a un sofá frente a la ventana más alejada. Con un gesto me invita a sentarme. Camina a un juego de puertas francesas en la pared adyacente al sofá. Una enorme cama King-size ocupa la mayor parte de la habitación, aunque todavía tiene el suficiente espacio para montar una fiesta si así lo quiere. Wyatt regresa, y veo que ahora sus pantalones deportivos han desaparecido, siendo sustituidos por solo un par de simple bóxers negros. Ellos están tan malditamente ajustados a él como una segunda piel, lo que solo me da una mirada completa a su culo perfecto, y a pesar de lo mucho que estoy en contra de este chico, mi pene se contrae en mis pantalones gracias a él. No puedo evitar odiar que un idiota como él, tenga este efecto en mí. Pensé que él se dirigía al baño para vestirse, pero claramente me he equivocado. Y por la forma en la que me mira, puedo notar que hay algo depredador en su mirada. No puedo evitar la sensación de peligro, que todo esto es solo una puta trampa.

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