Capítulo 28

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¡Maldito idiota!

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¡Maldito idiota!

¿En qué coño estaba pensando?

Salté delante de él para poder tomar la bala que iba dirigida en su dirección y protegerlo, no para que él pudiera saltar en el último momento y tomarla por sí mismo.

No sé si sentirme cabreado o devastado. Cabreado porque; ¿Cómo se atreve Wyatt a interferir en mi trabajo? Y devastado, porque esta situación no deja de recordarme en como Roger tomo esa bala por mí. ¿Por qué sigue sucediendo esto? ¿Por qué la gente cree que soy yo quien necesita ser protegido? ¿Y, porque soy tan malditamente incompetente para mantener a la gente que me importa a salvo?

— ¿Qué tal si jugar al novio falso te distrajo de hacer tu jodido trabajo? —me pregunta Johnson. Camino a través de la concurrida sala de espera con el teléfono en mi oreja.

Sé que Johnson está molesto porque Wyatt fue atacado, pero esta aun más molesto porque no he podido recolectar ningún detalle de los atacantes. Sin descripción, sin número de placas o incluso un modelo preciso de auto. Nada.

— Hice todo lo que estaba en mi poder, —gruño la verdad. Porque todo pasó tan rápido que no pude pensar en otra cosa que no fuese en poner a Wyatt a salvo.

— Claramente no fue suficiente, —dice Johnson con desdén. Y tiene razón, no fue suficiente, al igual que no fui suficiente con Roger tampoco. Por lo menos Wyatt aun vive. — ¿Cómo está la agente del chico, Shannen? —me pregunta con un suspiro. — ¿Qué tan malo es?

— Dicen que ella estará bien. Ambos han tenido mucha suerte. —mucha jodida suerte. Con la proximidad del auto de nuestros atacantes, todos podríamos estar muertos en este momento, lo que me lleva a pensar que ellos no tienen entrenamiento en armas, o seria una historia diferente en este momento.

— Suerte. Exactamente ha sido eso. Maldita sea, Brandon. Esto es un puto desastre. Ni siquiera puedo pensar en cómo voy a lidiar con la prensa en este momento.

Las vidas de las personas están en juego, y todos están más preocupados por la puta prensa que por las vidas. Maldita sea, estoy tan jodidamente molesto en este momento.

— Tengo que sacarte de este caso, ahora. —me dice Johnson. — No puedo imaginar que Walsh y Hogan estén dispuestos a seguir jugando este pequeño juego ahora que la mierda ha golpeado el abanico. —gruñe. Walsh y Hogan son los agentes que están dirigiendo esta investigación.

— Entiendo.

Después de que él termina de regañarme por mi incompetencia, regreso al vestíbulo de la sala de espera donde veo a Gerald en el mostrador de la recepción.

— ¡No me importa si el médico necesita terminar su examen, quiero ver a mi maldito hijo! —grita, Gerald.

La recepcionista se sonroja mientras echa un vistazo inquieto cuando se acerca una de sus compañeras.

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