Desde que Jotaro Kujo despertó su habilidad Stand, su vida fue condenada por el destino a no volver a ser la misma. Primero comenzando por encaminarse a un largo viaje de cincuenta días por todo el mundo con el fin de salvar la vida de su madre, y g...
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En una noche tranquila pero no cualquiera, los miembros del club de investigación de lo oculto se encontraban reunidos en su salón habitual donde generalmente trabajaban como demonios. Sin embargo, no iban a permanecer demasiado tiempo en ese lugar puesto que tenían que reunirse en otro edificio, en el cual se llevaría la reunión de las tres facciones a cabo para discutir la actual relación que tienen. El motivo por el que aún seguían ahí, fue para dejar a Gasper junto a Koneko y que pueda calmarlo en caso de alterarse.
Una vez que los preparativos estaban listos, se dirigieron al nuevo edificio escolar y se mantuvieron detrás de Rias que tocaba la puerta con suavidad esperando que se les fuera permitido ingresar. Una vez que así fue, ella entró seguido de sus demás sirvientes, siendo rodeados de un ambiente silencioso sin ninguna pizca de hostilidad, algo que incomodaría a los más sensibles.
Dentro de la sala de reuniones, se encontraba el líder de los ángeles, Michael, el gobernador de los caídos, Azazel y Vali, los reyes demonios Sirzechs Lucifer y Serafall Leviathan, además de estar también Sona Sitri pues ella había estado presente en aquel incidente.
Luego de que el Maō pelirrojo presentara a su hermana menor junto con su nobleza, los invitó a tomar asiento alrededor de la gran mesa que había para discutir con mayor comodidad. Sin protestar ni decir nada, todos tomaron asiento preparados para iniciar.
—Bien, ahora que está confirmado que todos los presentes conocemos de la ausencia de Dios, esa hora de comenzar —anunció Sirzechs hablando con suma tranquilidad.
Posterior a aquello, la discusión entre los líderes de las tres facciones comenzó a llevarse a cabo, mencionando temas relevantes como mantener en absoluto secreto que Dios ya no existía, también sobre el hecho de las desventajas de continuar con los conflictos entre las tres facciones, debido a que de seguir así, terminaría en una extinción tanto para los demonios, ángeles y ángeles caídos.
—Ahora que hemos mencionado ciertos temas, ¿puedes dar un informe sobre el incidente de hace varios demás, Rias? —solicitó el rey demonio.
—Por supuesto, Lucifer-sama.
En menos de un instante, Jōtarō se percató que Rias había tomado su mano y la sostuvo con fuerza, no obstante, podía sentir que temblaba ligeramente a causa de los nervios de hablar frente a figuras importantes. No decidió tomarle importancia y lo dejó pasar ya que entendía a la perfección los nervios que debía tener; puede que fuera una demonio de clase alta, pero después de todo, seguía siendo una chica de su edad. Además de que no tenía interés en ponerse altanero en una reunión tan importante.
Rias relató desde su punto de vista y con lujo de detalle los acontecimientos del ataque de Kokabiel a la academia y todo lo que habían hecho para enfrentarlo de forma apresurada con la finalidad de evitar que el hechizo de la fusión de las Excalibur destruyera la ciudad, así como la intervención del dragón emperador blanco que llegó una vez que el ángel caído fue derrotado a manos de Jōtarō Kūjō.
