Veinte días han pasado desde los acontecimientos tan catastróficos del Trihexa, en la que los líderes de las principales mitologías se sellaron con la bestia para poder contenerla, lo que dio lugar a que el mundo sobrenatural perdiera valiosas fuerzas, pero esto no iba a detener que el mundo siga avanzando hacia adelante.
Justo a finales de febrero, Jōtarō Kūjō se enteró de que un torneo mundial estaba por comenzar, un juego de gran escala en la que diferentes participantes de distintas mitologias podrían participar, esto con la finalidad de reducir las tensiones que había entre las facciones y fortalecer sus relaciones. Todo esto había sido planeado por el ángel caído Azazel, Sirzechs y demás, pero ahora que ellos ya no estaban Ajuka y demás gente importante serían los encargados de llevar a cabo ese gran proyecto.
Aunque la vida sobrenatural que tenía tan ajetreado a Jōtarō estaba bastante presente en todo momento, tampoco había que descuidar su vida "normal" que llevaba, hablando concretamente de su vida escolar.
Él había terminado de realizar todos los exámenes del final de semestre, los cual s serían la última prueba para ingresar a tercer año. Si lo pensaba bien, él ya estaría estudiando en la universidad de no ser porque repitió un año completo por su "ausencia injustificada", ya que él y unos cuantos eran los únicos que conocían la razón exacta, y esto fue el viaje que Jōtarō realizó a Egipto con el fin de salvar a su madre.
El tiempo pasó bastante rápido. Ya había pasado poco más de un año desde la muerte de Dio y aún se sentía demasiado cercana la fecha. El viaje a Egipto había culminado un 16 de enero, y ahora se encontraban más allá de ese mes. Jōtarō ahora tenía 19 años de edad, casi cerca de la mayoría de edad en su país, aunque en otros ya sería considerado como un adulto.
Sin duda, desde que despertó su Stand y se volvió un demonio, las bizarras aventuras jamás le faltaron.
Puede que Jōtarō odiara en un principio ese estilo de vida que se le fue impuesto en contra de su voluntad, ya que su mayor deseo era tener una vida pacífica lo más normal posible alejada del tema de combates entre usuarios de Stand, pero terminó por ser lo contrario y se tuvo que involucrar en un mundo mucho más bizarro como el sobrenatural en el que existían seres mitólogicos que él jamás creyó que existirían realmente.
Aun así, Jojo fue capaz de sobrellevarlo sin mucho problema, pese a haber muerto dos veces seguidas, lo cual no fue agradable de vivir en lo absoluto. Ahora ya no tenía ninguna atadura que le hiciera sentirse inseguro, puesto que su familia conocía su verdadera identidad y lo apoyaban, lo que a su parecer era lo más importante. Además de estar ya acostumbrado a un estilo de vida que él jamás pensó que tendría, apreciaba todas las vivencias que tuvo a lo largo de ese ajetreado año, ya que le sirvió para madurar y crecer como persona.
Había otro tema importante que en esos momentos pasaba por la cabeza de Jōtarō Kūjō, y ese era el tema de la promoción a demonio de clase alta. Una vez que los eventos del Trihexa finalizaron, se consideró a Jōtarō para recibir esa promoción debido a todas sus hazañas que ha logrado en el campo de batalla, como haber vencido a Rizevim, además de participar activamente en el combate contra el Trihexa y muchas otras cosas más.
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Star Dragon
FanfictionDesde que Jotaro Kujo despertó su habilidad Stand, su vida fue condenada por el destino a no volver a ser la misma. Primero comenzando por encaminarse a un largo viaje de cincuenta días por todo el mundo con el fin de salvar la vida de su madre, y g...