Star Dragon

32 - Basado

Jōtarō Kūjō se había hecho de una gran fama en el Inframundo bajo el nombre de "Hoshiryūtei" o "Star Dragon", debido a sus grandes proezas que ha realizado en el poco tiempo que ha vivido como demonio, así como lo destacable que suele ser su gran presencia. De alguna forma, Jōtarō poseía un gran carisma que atraía a todas las personas, sobre todo niños y mujeres.

No había pasado demasiadas semanas desde que la imagen pública del Star Dragon se había vuelto rentable en el Inframundo, e incluso comenzó a emitirse un programa de televisión en vivo donde él es el protagonista, que su principal audiencia se enfocaban en las mujeres y niños. Por lo general, su vestimenta era su mismo uniforme escolar, ya que era el atuendo que más le daba ese "estilo" tan único y sobresaliente.

Tal era lo grandioso de su estilo, que él mismo había creado una moda de llevar gorras desgarradas que se mezclaran con el color de cabello. Muy por dentro, era algo que lo llenaba de orgullo, ya que había marcado tendencia con su grandioso sentido de la moda.

Quizá su expresión y forma de ser parecía la de un tipo apático, pero en realidad le alegraba. Él en verdad era muy diferente por dentro, su interior estaba repleto de esos sentimientos y pensamientos que tanto ocultaba, al desear no verse vulnerable; aunque tenía sus momentos donde relajaba su postura, y era cuando hablaba con niños.

Su única forma de mostrar fortaleza era actuar rudo y grosero, aunque sus acciones y actitudes en general demostraban lo contrario. Jōtarō prefería que le tuvieran miedo y respeto a lástima o simpatía.

Tal era su agrado, que no le molestaba ser la estrella de los niños, y por eso mismo, justo había acabado de realizar una de sus tantas presentaciones actuando como un héroe estoico a lo Clint Eastwood, cuyo show imitaba a las series western del mundo humano.

Jōtarō apenas finalizó sus labores, decidió descansar un poco por detrás del escenario. Sin embargo, escuchó el llanto de un niño afuera del lugar y fue a ver que estaba sucediendo. Al salir, logró ver a un niño junto con su madre, el cual estaba llorando por no haber podido ver la presentación de Jojo, ni haber podido asistir a la firma de autógrafos y saludos, además de que el empleado encargado del lugar, les estaba diciendo que ya era imposible. Al verlo llorar tan fuerte, el muchacho se compadeció, decidiendo salir tras soltar un largo suspiro.

—¿Qué sucede aquí?

—Verá, Kūjō-san. Esta señora y su hijo no pudieron conseguir boletos para el evento de saludos y autógrafos —explicó el empleado.

—Ya veo... —Sin agregar nada más, Jōtarō se puso a la altura del pequeño niño y sonrió—. ¿Cuál es tu nombre?

—¡Me llamo Lirenkus!

—Bien, Lirenkus, agradezco que vengas a verme. ¿Te importaría si firmo la gorra que tienes?

—¡Por favor! —El niño le entregó su gorra, la cual tenía un diseño a la que él generalmente usaba. Al igual con bolígrafo que él le dio.

—Tienes un buen gusto para vestir, ¿sabes? —dijo Jōtarō, devolviéndole su gorra y su bolígrafo tras haberle firmado su accesorio.

—¡Muchas gracias, Star Dragon! —agradeció el niño lleno de ilusión.

—No hay de qué. Solo una cosa más, no debes llorar o preocuparás a tu familia, debes ser fuerte. ¿bien?

Una filosofía que, aunque sonaba bien, comenzaba a ser dañina para el propio Jōtarō.

—¡Sí! —Tras eso, él y su madre se despidieron.

—Kūjō-san, por favor no haga cosas como estas... —pidió amablemente el empleado con una expresión difícil—. Es imposible lidiar con todo el mundo, y hacer excepciones será...