27 - Punto de quiebre

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El grupo Gremory estaba atónito por la repentina desaparición de Asia

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El grupo Gremory estaba atónito por la repentina desaparición de Asia. No sabían lo que había ocurrido ni porqué. Lo único que vieron hacer a la chica antes de desaparecer, fue ponerse a rezar en silencio sin nada sospechoso a su alrededor.

El silencio reinaba hasta que alguien tomó la palabra:

—Un objeto creado por un Longinus perece por el ataque de otro —dijo una voz desconocida que al revelarse, se mostró a un joven hombre castaño flotando en el aire vistiendo una ligera armadura con capa —. Maldito usuario de la niebla, parece que se confió. Tendré que reajustar el plan.

—¡¿Quién eres tú?! —Rias gritó alarmada, tratando de averiguar quién era la persona que les estaba hablando.

—Es la primera vez que te veo, hermana del falso y molesto rey demonio. Mi nombre es Shalba Beelzebub. El sucesor del verdadero gran rey demonio Beelzebub. Soy diferente de la relación sanguínea de aquel falso con el que lucharon antes. —Luego de haberse presentado como un descendiente original, se volteó a ver a Diodora, quien yacía en el suelo con su cuerpo destrozado—. Diodora Astaroth, te presté mi poder y observé el resultado. En el partido contra Agares, utilizaste la serpiente de Ophis sin mi permiso y dejaste que el enemigo predijera nuestro plan. Eres muy necio.

—¡S-Shalba, por favor ayúdame! ¡Si es junto a usted, podremos matar al Sekiryūtei! ¡Si el antiguo y el actual rey demonio unen sus fuerzas... —Diodora no terminó su oración debido a que había recibido un ataque mágico directo en su cabeza, que terminó por desintegrarlo.

—Fuiste lamentablemente. Incluso te conté sobre su habilidad Sacred Gear y no fuiste capaz de hacer nada... Qué inútil. Ahora... —Shalba se giró a ver a Rias—. Hermana de Sirzechs, puede que esto sea repentino pero tendrás que morir aquí. La razón es simple: destruir a todos los parientes sanguíneos de los Maō actuales.

—Así que tienes la intención de matar a los Glasya-Labolas, Astaroth, Sitri, y nosotros, los Gremory...

—Eso es correcto, es simplemente desagradable. Nosotros, los verdaderos sucesores, somos llamados...

—¡Suficiente de esta mierda! —exclamó furioso Jōtarō—. ¡No me importa quién carajos seas ni tu estúpido objetivo! ¡¿Dónde está Asia?!

—Vulgar demonio reencarnado, ¿cómo te atreves a hablarme así? No eres más que basura; pero está bien, te lo diré para que te calles. Esa chica desapareció más allá de la dimensión, su cuerpo ya debió ser destruido. Es decir, ya murió.

—B-Bastardo... —susurró Jōtarō, cada vez elevando su tono de voz, tirando lejos su cigarro al suelo por la molestia—. ¿Crees que me creeré algo como eso?

—¿Por qué mentiría? No gano nada con mantenerla con vida. Planeaba matar a todos ustedes y simplemente comencé con ella enviándola a la grieta dimensional, el orden no afecta en nada. Su muerte solo sucedió.

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