Un nuevo día llegaba para la vida de Jōtarō Kūjō, quien por desgracia, solo con abrir los ojos fue testigo de una de las tantas peleas entre Rias y Akeno. Recuperó sus sentidos de inmediato y solo soltó un suspiro dejando escapar un ligero bostezo.
Era obvio que se iba a despertar si ellas dos estaban armando todo un escándalo justo en la mañana. Lo peor de todo es que era para algo en absoluto importante, solo estaban discutiendo por el derecho de darle el beso de la mañana. A esas alturas, ya ni siquiera se esforzaba por evitar ese tipo de situaciones, no quería gastar energías en enojarse. Si era sincero, la fatiga mental era mucho peor que el cansancio físico.
—¡Tratas de darle a mi Jojo un beso por la mañana! Solo porque él me mimó por la noche, te perdonaré —dijo Rias con un tono desbordante de victoria.
—¿Eso significa que Jōtarō-kun ya te hizo mujer? —preguntó su mejor amiga con el propósito de avergonzarla, y vaya que lo había logrado.
En realidad, la relación entre ellos dos no había cambiado demasiado. Jōtarō seguía siendo la misma persona seria, calmada y perpetuamente indiferente; pero ahora era más tolerante y solo dejaba pasar las actitudes infantiles que Rias había tomado después de ese día en el festival escolar. Como pedirle todas las noches que le dé un pequeño beso, o de lo contrario no podría dormir.
Claro, Jojo fue cariñoso, a su forma. Antes no le decía ni una sola palabra antes de dormir, ahora le decía "buenas noches", y tras eso escondía su cara dentro de las almohadas para evitar ser molestado. Una vez Rias intentó quitarle su almohada de la cara, pero Star Platinum apareció para sujetarla y aventarla fuera de la cama a modo de advertencia. Aun así, con el solo hecho de que Jōtarō empezara a darle las buenas noches, era más que suficiente para ella.
—Parece que estás más tranquila Rias. Pensé que te llenarías de envidia, no me parece divertida tu reacción —masculló Akeno ligeramente enfadada de no haber podido molestar a su amiga.
—Lo siento por eso, pero él es mi Jojo, y ese hecho nunca cambiará.
—Ara ara, ¿eso es la confianza que muestra la esposa legal?
—¡Jojo! —La pelirroja notó que su amado ya estaba despierto, así que fue a darle un pequeño beso—. Es hora de desayunar, baja por las escaleras.
Tras decir eso, Rias salió de inmediato de la habitación, dejándolos solos, a Jōtarō, que aún no podía levantarse por la pereza, y a Akeno, que fue a tomar asiento sobre el borde de la cama.
—Incluso si ella está actuando así, ella se está presionando.
—¿Por qué?
—Supongo que ya lo sabrás, pero en el Rating Game pasado, ella se sentía como una carga para ti por el hecho de que no pudo ser de mucha utilidad, y en vez de ayudarte solo estorbaba. Rias no puede perdonarse a sí misma porque ella no ganó esa lucha y se preocupa por ello.
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Star Dragon
Fiksi PenggemarDesde que Jotaro Kujo despertó su habilidad Stand, su vida fue condenada por el destino a no volver a ser la misma. Primero comenzando por encaminarse a un largo viaje de cincuenta días por todo el mundo con el fin de salvar la vida de su madre, y g...