48 - Ineficaz

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Al pasar al siguiente nivel, llegaron al Cuarto Paraíso que era el Jardín del Edén, el cual se veía bastante apropiado para lo que su nombre representaba, estando lleno de flores, árboles y todo tipo de colores brillantes que le daba un aspecto mu...

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Al pasar al siguiente nivel, llegaron al Cuarto Paraíso que era el Jardín del Edén, el cual se veía bastante apropiado para lo que su nombre representaba, estando lleno de flores, árboles y todo tipo de colores brillantes que le daba un aspecto muy vivo y hermoso. Pese a esto, no era momento para contemplar la belleza de ese lugar, así que pasaron de largo, acercándose cada vez más hacia el quinto piso. Sin embargo, todos se detuvieron al lograr observar al hombre que poseía esa arma con un dragón maligno sellado en su interior, caminando lentamente mientras llevaba arrastrando al padre de Irina.

—¡Papá! ¡Papá!

—Yo quería venir aquí, para exigir mi venganza, en este lugar llamado paraíso —habló el hombre ignorando los gritos de la castaña, solo para después tomar del cabello a su padre—. ¿Qué pasa, Tōji? ¿Qué piensas del último deseo del creyente: morir en el Jardín del Edén? Creo que es demasiado generoso de mi parte, ¿no?

—Yaegaki-kun... Si me matas a mí, ¿eso hará que disuelvas tu rencor?

—¡Papá! ¡¿Cómo puedes decir eso?! —Irina cambió su expresión por una más impactada al escuchar las palabras suicidas de su padre.

—Irina-chan, si puedo usar mi vida para salvar el alma de este hombre, entonces es un trato que vale la pena... —Mientras derramaba lágrimas, volvió a mirar directamente a los ojos a quien una vez fue su subordinado—. Yaegaki-kun, me arrepiento mucho. No solo yo, los que participaron en esto también deben sentir el mismo arrepentimiento que yo...

—¿Ah, sí? ¡¿Y qué?! ¡¿Crees que te perdonaré?! —Mucho más enojado, hizo girar su espada, la cual, con su aura, creó un gran agujero en el suelo—. ¡La amo! ¡Y ella me ama! Nos amamos... aunque éramos diferentes, pudimos amarnos los unos a los otros! ¡Nos amamos!

Con ese último grito, su poder comenzó a desbordarse, lo que provocó que la espada que tenía reaccionara a los sentimientos del hombre, causando que ocho cabezas de dragón salieran desde ella. Ahora que tenía su poder liberado, dirigió su espada hacia Tōji para asesinarlo con el veneno que venía dentro de esa densa aura oscura.

—¡Star Platinum: The World!

El tiempo se había detenido.

Todo se notaba bastante frío por lo desholado que se veía el mundo cuando el tiempo estaba parado, siendo Jōtarō el único que podía moverse e interactuar con todo a su alrededor para usarlo a su provecho. Por fortuna, Jōtarō pudo usar su habilidad justo poco antes de que el padre de Irina fuera alcanzado por el veneno, por lo que, un poco más relajado, se dispuso a avanzar hasta llegar a su posición, sujetarlo, y después retroceder para mantener una distancia segura en la que Tōji no podría ser atacado por esa espada.

—El tiempo sigue su curso.

Las cabezas de dragón, que emergían desde esa espada, atacaron con sus colmillos, pero solo consiguieron morder el suelo ya que su víctima había desaparecido.

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