Desde que Jotaro Kujo despertó su habilidad Stand, su vida fue condenada por el destino a no volver a ser la misma. Primero comenzando por encaminarse a un largo viaje de cincuenta días por todo el mundo con el fin de salvar la vida de su madre, y g...
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Después de volar por los aires durante un tiempo, finalmente habían llegado a su destino, lugar que estaba repleto de una gran horda de dragones malignos esperándolos para atacarlos; pero justo en ese momento, Xenovia e Irina se bajaron de los hombros de Jōtarō y comenzaron a eliminar a todos sus enemigos lo más rápido posible, al igual que Jojo, quien usaba su Stand en conjunto con sus puños para abarcar más cantidad de enemigos derrotados en menor tiempo.
El grupo se había reducido nuevamente a dos, ya que Irina y Xenovia decidieron quedarse en ese sitio para encargarse de eliminar las posibles trampas que hubieran a lo largo del camino, por lo que Jōtarō y Asia siguieron avanzando a través de una ventana. Incluso la ruta que había tomado Jojo también estaba repleta de dragones malignos, pero decidió pasar de ellos volando a gran velocidad para que no pudieran alcanzarlo.
Durante el trayecto, una voz resonó en todo el lugar como si estuviera siendo amplificada por una especie de bocina.
Jōtarō se detuvo para mirar fijamente a uno de los tantos monitores en los que la imagen del campeón de Rating Game, Diehauser Belial, había aparecido mientras saludaba de forma cordial a todo el mundo, incluyendo la palabra "Inframundo" lo que daba a entender que también estaba transmitiendo para ellos. Esto puso una expresión mucho más seria en Jōtarō al recordar que él tenía información que no debía ser revelada a la población del Inframundo o provocaría mucho caos.
Sin necesidad de esconderse, se escuchó como algo había caído desde lo alto del edificio, aterrizando sobre el mismo nivel en el que se encontraba Jōtarō y Asia, todo mientras sus pasos hacían eco mientras más se acercaba. El muchacho se dio la vuelta, percatándose de que era el mismo emperador que decidió mostrarse ante él.
Además de su presencia, también hizo que dos personas más salieran de las sombras y se unieran a su lado, los cuales se trataban del segundo y tercer mejores de los Rating Games, Roygun Belphegor y Bedeze Abaddon, que estaban a su lado para servirle como apoyo en sus intentos de impedir que siguiera avanzando.
Con tal seguridad, Diehauser comenzó a contar una pequeña historia, en la que todos antes jugaban Rating Games de forma amistosa hasta que escucharon rumores acerca de demonios sin talento que se posicionaban en lo más alto. Fue ahí que su prima, Cleria Belial, le había contado sobre la posibilidad de la existencia de las piezas de Rey, aunque él no creyó esto, pero sí le advirtió que no se metiera con el Maō Ajuka Beelzebub, quien estaba por realizar un juego. Después, ella había desaparecido sin continuar su investigación, dando a entender que fue asesinada.
Lo curioso es que Cleria fue asesinada cerca del territorio en el mundo humano de Ajuka. Sin embargo, aunque todo apuntaba a que fue ejecutada por él y sus sirvientes, descubrió que había sido obra del segundo gobierno, el de los antiguos demonios, la facción del Gran Rey, quienes la eliminaron usando como excusa su romance con un humano de la iglesia para asegurarse de mantener la verdad acerca de las piezas de Rey y su fraude en los Rating Game.
