Después de haber establecido un Rating Game como la solución definitiva al problema del compromiso entre Rias Gremory y Raiser Phoenix, ella decidió aprovechar los pocos días que tenía a su disposición para entrenar a toda su nobleza y que estuvieran lo suficientemente preparados para combatir en su primer juego, aunque este no era oficial.
Por eso mismo, al día siguiente, ella había ido a la mañana a la casa de Jōtarō sin previo aviso con el fin de ordenarles a él y a Asia de preparar sus equipajes para un viaje de un poco más de una semana, aunque este era más un viaje de entrenamiento de diez días.
En el momento que Jōtarō recibió dicha noticia, se enfureció de inmediato ya que aparte de haberlo despertado tan temprano, había tomado una decisión sin consultarlo con él, aunque realmente su opinión no tenía validez ya que él era su sirviente.
Por eso mismo, quería obtener lo más pronto posible su independencia para que pueda tomar sus propias decisiones.
Era jodido, pero no podía hacer nada al respecto más que quejarse.
Cuando sus dos miembros faltantes de su nobleza terminaron de arreglar todas sus cosas, no perdieron el tiempo y se teletransportaron usando un círculo mágico hacia una zona montañosa, en la cual ya estaban reunidos los demás miembros del club. Una vez ahí, comenzaron a subir el empinado sendero con el objetivo de llegar a una propiedad de la familia Gremory para establecerse ahí durante el tiempo que pasarían preparándose para el combate.
Tras unos pocos minutos, habían llegado a una enorme mansión hecha principalmente de una fina y costosa madera; el interior era bastante elegante pero nada fuera de lo común para gente adinerada, y en ese caso, demonios de clase alta.
Tal como habían llegado demasiado rápido, no perdieron ni un solo segundo de su estancia, subiendo de inmediato a sus respectivas habitaciones para vestirse con ropa cómoda y tener un mejor rendimiento en el entrenamiento. Es lo que Rias les había solicitado.
Jōtarō se vistió con un pantalón de algodón ajustado, una camiseta blanca que resaltaba su torso bien trabajado y una gorra negra deportiva. Tal vez no era la gorra escolar que solía usar pero cualquiera valía para él, debido a que por alguna extraña razón, él se sentía raro si no usaba una.
¿Qué podíamos decir? Ese era el bizarro sentido de la moda de Jōtarō Kūjō.
Tan pronto como habían terminado de vestirse cada uno para comenzar su rutina, Rias le sugirió a su peón que debía tomar lecciones con Kiba para aprender a utilizar una espada; como era de esperarse, él se negó.
Él era consciente que usar una espada era una ridiculez cuando su Stand, Star Platinum, era mucho más efectivo a la hora de combatir. El Stand podía hacerse cargo de una batalla sin que él tenga que mover un solo dedo, pues con solo con quererlo, ese espíritu reaccionaba a las intenciones de su usuario, después de todo, era la representación de su espíritu de batalla.
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Star Dragon
FanficDesde que Jotaro Kujo despertó su habilidad Stand, su vida fue condenada por el destino a no volver a ser la misma. Primero comenzando por encaminarse a un largo viaje de cincuenta días por todo el mundo con el fin de salvar la vida de su madre, y g...