22 - Esculpido por los dioses

1.3K 174 158
                                    

El fastidio en el rostro de Jōtarō era más que evidente, pero incluso así no era capaz de evitar safarse de las lecciones obligatorias de la madre de Rias, Venelana, quien lo había mandado a traer a mitad de su entrenamiento para enseñarle a bailar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El fastidio en el rostro de Jōtarō era más que evidente, pero incluso así no era capaz de evitar safarse de las lecciones obligatorias de la madre de Rias, Venelana, quien lo había mandado a traer a mitad de su entrenamiento para enseñarle a bailar.

En un salón apartado de la residencia Gremory, la mujer castaña logró someter al exhausto Jojo para obligarlo a bailar, ya que él jamás había hecho eso en su vida, y a opinión de Venelana, era algo importante que Jōtarō debía aprender.

—¿Qué tal si tomamos un breve descanso? —sugirió la mujer, recibiendo como respuesta al chico que asintió sin más.

Tras separarse, el chico se recargó sobre la pared respirando hondo, pues aún seguía agotado por el entrenamiento por el que estaba siendo sometido; ni siquiera pudo descansar tan bien a la hora de la comida, y tener más actividad física solo por el capricho de la madre de su ama, lo había fatigado.

—Tengo una pregunta, ¿por qué solo yo estoy haciendo esto y no Kiba o Gasper? —cuestionó Jōtarō mirando con seriedad a la mujer.

—Kiba Yūto-san ya ha dominado esas técnicas hace mucho tiempo como se espera de un caballero como él. Gasper-san es miembro de una distinguida familia de vampiros y, aunque puede que su forma de actuar sea un poco complicada, él tiene los conocimientos de la etiqueta requerida. El problema eres tú, Jōtarō-san, como naciste de una mujer humana, dudo que sepas desenvolverte en este tipo de situaciones. Por eso es necesario que aprendas las prácticas tradicionales ya que en punto, estarás con Rias en la alta sociedad.

—Vaya... ¿Ahora tendré que hacerle compañía a esa tipa en eventos que me importan un carajo? Que fastidio... —Jōtarō suspiró agotado.

—Dejando eso de lado, sé que le hablas a Rias de "tú". ¿No crees que deberías dejar de hacerlo? Por lo que tengo entendido de la cultura japonesa que tanto ama mi hija, dirigirse a alguien de esa forma sin mencionar su nombre es algo grosero e irrespetuoso. Ya sabes como es mi hija, ella ama esa clase de detalles en un hom... Je, casi se me sale —dijo Venelana cubriéndose la boca con una mano tras soltar una pequeña risa.

—Yo llamo a las personas como quiero, y solo les hablaré bien cuando se ganen mi respeto. Si ella quiere que me dirija a ella de tal forma, que me lo pida y ya está; que no espere nada de mí. Como sea, tengo otra pregunta para usted.

—Adelante, te escucho.

—Ha estado aquí todo el tiempo, ¿no? ¿Entonces sabe que sucedió con Koneko? —preguntó Jōtarō, aprovechando la ocasión para confirmar si las palabras de Azazel eran reales. Aunque pareciera indiferente por fuera, en verdad sentía algo de preocupación por su compañera.

—Ella está bien, solo sucumbió por el exceso de trabajo, si descansa se recuperará en uno dos días —Venelana contestó, notando la expresión de Jōtarō, que aunque no era muy diferente a las demás, podía notar su preocupación—. Esa chica está haciendo todo lo posible para luchar contra su propia existencia y poder en estos momentos. Es un problema difícil, pero no logrará avanzar si no encuentra su propia respuesta.

Star DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora