Capítulo 20

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A su departamento... Genial.

- Bien, a las diez de la mañana a la vuelta, ahí te veré - Acepté.

Sería imposible aguantar las ganas, así que por última vez en el día, Christopher y yo unimos nuestros labios en un beso, no tan feroz como los anteriores, pero un beso que me hizo sentir mejor.

- Descansa - Dijo acariciando mi mejilla.
- Gracias, tú también -.

Sin quererlo de verdad nos separamos y cada uno tomó su camino, claro que tenía muchas cosas que pensar, porque mañana iba a enfrentarme a algo que tal vez necesitaba desde hace tiempo.

|Al día siguiente|

Ni siquiera había podido dormir bien, así que cuando el reloj marcó las nueve me levanté de la cama para poder bañarme y lavarme los dientes, no tenía hambre, solo quería que lo que sea que fuera a pasar, pasara ya.
Una vez que terminé me vestí, algo casual, así mismo me maquille como siempre, muy poco, acomodé mi cabello y justo dieron las diez, le dije a mis padres que iría a caminar un rato, no se opusieron ya que últimamente lo hacía por las mañana los fines de semana antes de comenzar el día, me ayudaba a despejarme un poco.
Sin llamar mucho la atención, caminé hasta que la calle terminó, y justo donde debía dar la vuelta, Christopher ya estaba estacionado en su auto.
Le hice señas de que no bajara del auto, yo podía subir sola, así nadie podría vernos.

- Buenos días ___ - Dijo serio.
- Buenos días Christopher - Respondí de la misma manera.
- ¿Todo bien? - Preguntó antes de encender el auto.
- Perfecto - Dije simple.

Asintió y entonces dió marcha hacia lo que supongo es su departamento.

(...)

Cuando llegamos ocupó su lugar de estacionamiento, ambos bajamos del auto y nos adentramos al lugar, en el ascensor él marcó el último piso, el departamento más grande de este lugar.

- Pasa ___, ponte cómoda - Me dijo una vez que llegamos.

Todo se veía realmente bonito y brillante, no tenía dudas de que el buen gusto era parte de él.

- ¿Quieres beber algo? ¿Desayunaste? - Preguntó llamando mi atención.
- No, pero estoy bien así, no tengo hambre - Dije.
- ¿Estás segura? Tienes que comer algo -.
- Estoy bien Christopher, gracias - Insistí.
- Bien -.

Ambos fuimos hacia el living y nos sentamos en los sofás, uno frente al otro.
Muy bien, ahora sin rodeos.

- ¿De qué quieres hablar Christopher? - Me atreví a preguntar.
- ¿De qué? Bastante interesante tu pregunta, en realidad son varios puntos los que quiero aclarar - Mencionó captando mi atención.
- Pues te escucho -.
- Bien, para empezar, ¿Lía tenía razón al decir que te gustan los hombres mayores que tú? -.

Ah, que bien, sin tantas vueltas al asunto.

- Te lo dije una vez y te lo repito ahora, esa es una pregunta que no puedo responder porque jamás he estado ni tenido relación alguna con un hombre mayor que yo, al menos no de ese tipo, pero tampoco voy a decir que no lo encuentro atractivo y que no lo intentaría -.

Si quería hablar conmigo entonces me escucharía decir las cosas tal y como las pensaba.

- ¿Te resulta atractivo tener algo que ver con un hombre como yo? - Cuestionó.

¿De verdad había preguntado eso? Vaya.

- Christopher, te diré todo lo que quieres saber evitando que hagas preguntas, si al final tienes dudas puedes hacerlas de mi conocimiento -.

Él asintió y centro su atención en mí.

- Aquella idea acerca de que un hombre mayor a mí puede ser una buena opción para una relación se había quedado en mis pensamientos pero sin ser puesta como algo que de verdad intentaría, y no te ofendas, no eres mi experimento, pero claro que removiste cosas cuando aceptaste el primer beso de mi parte y después seguiste, estaba intentando enamorarme de un chico de mi edad, bueno, unos cuantos años mayor pero finalmente de mi universidad -.
- Ese chico que te ha besado dos veces en mi presencia, ¿No? - Inquirió.

Yo asentí.

- Pero creo que no ha funcionado, y ahora estoy en tu departamento sin saber exactamente porque te besé y porque tú me seguiste el beso, tal vez tengo una idea pero esta claro que prefieres que lo olvidemos y yo no tengo inconveniente, entiendo que tienes novia y debes darle su lugar, así que descuida, no soy resentida ni tampoco una loca que va a chatajearte con contar lo que pasó, puedes tener la certeza de que es algo que solo yo sé y sabré por siempre - Aseguré.

Su mirada me analizaba tanto que llegaba a ponerme nerviosa, sin embargo debía mantenerme firme.

- ¿Tú quieres que tan solo lo olvidemos? - Preguntó.
- Supongo que es lo mejor - Dije sincera.
- Dime que quieres que lo olvide y lo haré, dímelo sin bajar la mirada - Pidió.

Estaba tan seguro de lo que estaba haciendo que me ponía los nervios de punta, así que opte por quedarme callada porque yo no estaba segura.

- Dime que me olvide de tus labios, de tu cuerpo, de la sensación que me provoca el contacto con tu piel - Continuó.

Christopher se estaba acercando a mí cada vez más, sus palabras me tenían pensando demasiado pero al mismo tiempo deseando tenerlo, tenerlo solo para mí.

- Dime que jamás se repetirá lo que pasó, que vamos a fingir no sentir nada cuando estamos cerca, dime que no quieres y te mueres de ganas porque te haga mía -.

Maldita sea, Christopher no podía estar diciendo ésto.

- Rechazame ___, hazlo ahora antes de que sea demasiado tarde -.

Su rostro estaba a centímetros del mío, había llegado el momento de tomar una decisión, una decisión que marcaría el inicio o el fin de algo que debería seguir siendo prohibido para mí.

- Es probable que ésta sea la locura más grande de mi vida, ¿Quieres que te rechace? Bien, puedo hacerlo, pero tú a mí no - Afirmé.

Los estribos ya estaban perdidos, nada podía detener ésto ahora, así que no lo dude más y me arroje hacia él capturando esos labios que me habían embriagado desde el primer momento en que los probé, me senté sobre él teniendo contacto con su erecto miembro, mierda, al fin.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora