Capítulo 33

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- Maldita sea, toda la noche aguantando las ganas - Dijo sobre mis labios.
- Entonces vámonos, porque la verdad no estoy muy satisfecha que digamos -.

Christopher sonrió, me besó por última vez y sin más partió hacia su departamento.

(...)

- Así Chris, sigue - Dije con dificultad mientras él me penetraba salvajemente sobre su cama.
- Grítalo nena, déjalo salir -.

Una de sus manos mantenía a mi cabello en una coleta mientras la otra acariciaba y estrujaba mis glúteos, me encantaba sentir sus manos en mi cuerpo, había disfrutado como una loca cuando se deshizo del vestido de esa forma tan sensual.

- Oh mierda -.
- Eso muñeca -.

Dijimos al mismo tiempo cuando nuestros cuerpos temblaron en señal de que el esperado orgasmo había llegado.

- Si no fueran las tres de la mañana diría que podríamos seguir - Mencionó.
- La verdad es que no podría cansarme de tu cuerpo, pero prefiero disfrutarlo en mis cinco sentidos y sin sueño - Afirmé.

Claro que estaba muy exhausta, la noche había terminado por ser perfecta luego de una sesión de besos y sexo desenfrenado.

- Entonces llegó la hora de dormir nena -.

Ambos nos limpiamos, Christopher se puso su boxer y yo la parte inferior de mi ropa interior.

- Sin sostén - Dijo impidiendo que yo tomara la parte superior.

Él caminó hacia su closet y sacó una playera morada que pronto me extendió y que tomé.

- Quiero que duermas cómoda -.

Sonreí y sin más me la puse, olía tan delicioso, todo olía a él.

- Vamos a la cama - Dijo.

Supongo que íbamos a dormir juntos, ¿Qué más daba?
Ambos nos acomodamos, él del lado derecho y yo del izquierdo.
Honestamente no iba a desaprovechar que hoy podía dormir con él, la primera vez de hecho, no malinterpretaría las cosas así que estaría bien si soy sincera.

- Chris, no voy a pasar frío cuando te tengo a mi lado, así que ¿Podrías pegarte a mí y abrazarme? - Pregunté mirándolo a los ojos.

Él rió pero no dijo nada, así que yo me di la vuelta para darle la espalda y entonces sentir como sus brazos me atrajeron hacia él.

- Uy, mucho mejor - Aseguré.
- ¿Es la primera vez que duermes con alguien? - Inquirió.
- De tu edad sí, pero no se lo digas a nadie -.

Christopher dejó salir una risita, apagó la luz para poder acomodarse conmigo en sus brazos y sin más caer rendidos ante la comodidad que se sentía.

|Días después|

No había tenido oportunidad de hablar con Mario como hubiera querido, Lía se había quedado con la idea de que pasamos una noche muy preciosa tan solo recostados en su cama mirando las estrellas, la realidad había sido mucho mejor y no con Mario.

- Oye ___, ¿Podemos hablar? - Preguntó Pablo llamando mi atención.

Estaba terminando de comprar una botella de agua cuando él se acercó a mí.

- Claro, ¿Qué pasa? - Cuestione comenzando a caminar con él a mi lado.
- La verdad es que siento que ya pasó mucho tiempo, tú eres la mejor amiga de Lía y por eso es que me atreví a acercarme a ti -.
- Entiendo, ¿Y para qué? -.
- Bueno, es que quiero hacer formal lo nuestro, quiero pedirle que sea mi novia de una vez por todas porque en verdad la quiero, en serio deseo pasar mucho tiempo con ella, es tan única -.

Sonreí emocionada, por fin.

- La verdad es que todo lo que acabas de decir no es mas que la verdad, y has sabido demostrar que tu interés por ella es sincero, pero ¿En qué puedo ayudarte? - Pregunté curiosa.
- ¿Podrías ayudarme a planear una forma bonita para pedírselo? En serio quiero que sea inolvidable para ella, quiero que sepa que de verdad la quiero -.

Si pudiera gritar de felicidad en este mismo instante lo haría, pero no quería llamar la atención y arruinar la sorpresa de Pablo.

- Claro que sí, cuenta con mi ayuda en su totalidad, prepararemos algo increíble, lo prometo - Aseguré.
- Muchas gracias ___, eres genial, nos vemos después de clases para poder platicar mejor, ¿Te parece? - Propuso.
- Sí claro, y cuenta con mi discreción, nos vemos luego -.

Me despedí con la mano de él y comencé a caminar hacia mi salón, sin embargo detuve un poco mi paso cuando una llamada entró a mi celular, mi corazón se aceleró cuando ví el nombre, pero no precisamente de emoción.

- ¿Por qué justo ahora? Tienes una suerte tan inmensa al no estar tu hermana cerca cuando me llamas - Le dije poniendo los ojos en blanco a pesar de que no podía verme.
- ¿Cómo estás muñeca? - Preguntó burlón.

Desde hace dos días no habíamos podido vernos porque Lía había estado conmigo todo el tiempo, y no es que no me gustara, pero también quería ver a su hermano.

- Muy bien, aunque han sido los dos días más largos - Admití.
- ¿Tanto me extrañas? - Inquirió.
- Dime que tú a mí no y lo dejamos ahí - Dije amenazante haciéndolo reír.
- No puedo decir que no te extraño nena, ¿Hoy podremos vernos? - Preguntó.
- Mm, ¿Me extrañas tanto como para no poder soportar un día más sin vernos? - Cuestione con una sonrisa ladina.
- Te extraño tanto como para ir ahora mismo por ti y devolverte hasta mañana -.

Dejé salir una risita al escucharlo, miento si digo que no me siento bien con él.

- Oh vaya, eso suena tentador pero imposible, aunque no debes preocuparte, hoy nos vemos sí o sí después de clases - Aseguré.
- Algún día sucederá nena - Dijo seguro - Estaré esperándote en dónde siempre afuera de tu escuela, no tardes mucho por favor -.
- De acuerdo, nos vemos más tarde, te mando muchos besos guapo -.
- Me los das todos más tarde, cuídate y come -.
- Está bien, bye Chris -.

Y sin más corté la llamada con una sonrisa boba, lo que Christopher lograba en mí.

(...)

- ¿Ya te vas? - Preguntó Lía curiosa cuando me vió caminando dispuesta a irme.
- Em, sí, mi papá me invitó a pasar el día con él porque justamente salió temprano del trabajo, probablemente también me lleve a la pista más tarde - Respondí.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora