Capítulo 11

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- No creo que debas etiquetar a los hombres de mi edad por la perspectiva que Lía tiene - Mencionó seguro.
- ¿Ahora comprendes lo que yo he estado tratando de hacerte ver cuándo supones cosas de mí? - Arquee una ceja.

Más valía ser honesta y directa, claro que estar en presencia de este hombre me ponía muy nerviosa, pero usualmente no puedo evitar aprovechar cuando puedo decir lo que pienso.

- Muy bien, tienes razón - Al menos sabía admitirlo.
- Creo que ambos aprendimos algo, no juzgues un libro por su portada -.
- Concuerdo contigo, ya me queda claro que hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro - Aseguró.
- Exacto, y supongo que tampoco debemos saberlas - Me encogí de hombros.
- ¿Ah no? ¿Por qué? - Preguntó curioso.
- Porque somos muy diferentes, nuestra forma de ver las cosas es tan distinta - Admití.
- ¿Esa es la razón para que dos personas no puedan conocerse? ¿Quieres decir que deben ser iguales? - Cuestionó interesado.
- No me refiero a eso, mas bien a que tal vez Lía tiene razón, ¿Qué podrían hacer juntos un hombre como tú, de veintisiete años, empresario y con seguramente planes de matrimonio, y una chica de diecinueve años que ni siquiera tiene novio y lleva una vida universitaria? - Traté de preguntarle pareciendo obvia - No digo que seas aburrido o algo similar, mas bien, no creo que sea interesante para ti tratar con una persona menor cuando tu experiencia definitivamente es inmensa -.

Vaya, me sorprendía de mí misma al estar hablando tan libremente con Christopher Vélez, al menos una parte de mí me hacía saber que estaba haciendo lo correcto, otra me decía que era mejores entrar ya a mi casa, no quería saber lo que Christopher tenía por decir.

- No creo que debas precipitarte ___, voy a ser muy claro y honesto contigo - Comenzó a decir.

Oh vaya, la cosa se había puesto seria, sabía que tenía que salir de aquí antes de abrir la boca.

- Puede que tengas razón respecto a que no es de mi interés conversar con una persona que tiene menos experiencia que yo, pero de alguna forma, me has demostrado que eres diferente, muy diferente a lo que yo creí, no me lo tomes a mal, solo digo que no me molestaría conocerte - Dijo al fin.

¿Qué? Vaya, vaya.

- ¿Es en serio lo que estás diciendo? - Pregunté incrédula.
- ¿Por qué te mentiría? -.
- Pues, no lo sé, es bastante sorprendente lo que dices viniendo de ti - Admití.
- ¿Crees qué podría ser una mala idea? - Inquirió.
- Tal vez solo quieres aclarar dudas que Lía despertó - Sugerí.
- ¿Entonces es verdad lo que Lía dijo? ¿Te gustan los hombres mayores? - Volvió a preguntarme.

Ay no, vamos.

- No puedo responder con firmeza, jamás he salido con un hombre mayor a mí, no sé nada, tampoco quiero un consejo ni hablar con tu novia para saber cosas, estoy experimentando Christopher, solo estoy segura de que no me gustan los chicos de mi edad, al menos no he encontrado alguno por el que sienta grandes cosas que me hagan no dudar - Me sincere finalmente.

Ambos nos quedamos unos minutos callados hasta que él volvió a hablar.

- No te presiones, si no estás segura está bien dudar, me has dicho ya que no llevas prisas, entonces deja que las cosas fluyan -.
- Tienes razón, de todas maneras me parece poco factible que ahora pueda conocer a alguien - Aseguré.
- ¿Por qué lo dices? - Me miró curioso.
- ¿Tú crees qué mi padre me querría presentar a sus amigos? Tú no harías eso con Lía y mucho menos tu papá - Dije obvia.
- Bueno, en eso tienes razón, la tienes un poco complicada -.
- De hecho no mucho, ahora que lo pienso, acabas de decir que podremos conocernos, no seremos grandes amigos pero vaya que sabré cosas de ti, soy bastante observadora, tal vez con eso pueda discernir todas mis dudas - Deje salir una sonrisa coqueta muy sutil.
- Eres astuta - Dijo soltando una pequeña risa.
- Lo sé, algo más que ya sabes de mí - Dije del mismo modo que él - Ahora creo que debo entrar a mi casa ya -.
- Es verdad, lamento mucho hacerte salir tan tarde pero necesitaba hablar contigo - Se disculpó.
- Está bien, mañana hablaré con Lía, gracias por venir Christopher -.
- ¿Gracias? - Preguntó sorprendido pero al mismo tiempo confundido - ¿Por qué me das las gracias? -.
- Porque sin quererlo ni esperarlo pudimos hablar de algo más allá que un saludo y una despedida, has dicho cosas que son útiles para mí, así que gracias - Dije.
- Tendrás el privilegio de conocerme, no me des las gracias - Dijo divertido.
- Hey, que arrogante - Dije del mismo modo - Buenas noches Christopher -.

Sin pensarlo mucho me acerque y dejé un beso en su mejilla.

- Buenas noches ___ - Dijo con una pequeña sonrisa.

Se la devolví y sin más bajé de su auto para caminar a la puerta de mi casa y entrar, no sin antes verlo alejarse.

|Al día siguiente|

Por la mañana había estado pensando de que forma podía hacer que Lía dejara de sentirse mal, así que opte porque la mejor opción era ir a su casa.
Una vez que estuve lista Darío me llevo hasta la casa de Lía, la señora Yenny me recibió y me dijo que Lía estaba en su habitación, tal vez aún durmiendo.
Cuando estuve a punto de entrar a la habitación de Lía, Christopher salió de la suya aún en pijama, y vaya, miento si digo que en pijama no se ve tan bien como siempre.

- Buenos días ___, ¿Qué haces aquí tan temprano? - Preguntó.
- Hola Christopher, buenos días, decidí que la mejor forma de hacerle saber a Lía que ya no estoy molesta es personalmente, y aquí me tienes - Respondí.
- Genial, entonces te dejo con ella -.
- Muy bien, nos vemos después -.

Le di una sonrisa para después abrir la puerta de la habitación de Lía y entrar.
Ella aún estaba en la cama, así que como es mi costumbre me dejé caer a un lado de ella.

- Hi cariño - Dije una vez que abrió los ojos y me vió.
- Eh, ___ - Rápidamente y con una sonrisa ella me abrazó.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora