|Rechazame| Christopher Vélez

Capítulo 32

___ y yo bailabamos al ritmo de la música en el centro de la pista, la gente nos miraba bastante normal, como a cualquier otra pareja que baila sin tener un compromiso de por medio, disfrutaba la noche con ella pero no mentía al decir que estaba ansioso porque pudiéramos irnos pronto, la necesitaba para mí solo.

- No sé porque tengo la ligera sospecha de que tu papá nos está mirando mucho - Mencioné mirándola a los ojos con una sonrisa.
- Es que en realidad nos está mirando mucho, dije que estaría con Lía todo el tiempo, la idea de que estuviera con los hijos de sus socios no le agradaba mucho -.
- Menos mal, a mí tampoco me agradaría, la diferencia es que yo no soy hijo de cualquier socio de tu padre - Aseguré.
- Eso es obvio, pero no dejas de ser un hombre que aunque él no lo sepa, me tiene debajo suyo por largas horas -.

No pude evitar reír ante su comentario.

- Bueno, al menos no lo sabe, si lo supiera seguramente yo estaría enterrado muy profundamente -.
- Finge que no te has dado cuenta, eso estoy haciendo yo, además, solo estamos bailando, nada de otro mundo - ___ se encogió de hombros.
- Y yo que muero por besarte -.
- Ya somos dos entonces -.

La canción terminó, hice dar una última vuelta a ___ y sin más nos dirigimos a nuestra mesa.

- Vaya, jamás creí que ustedes bailarían juntos - Mencionó mi hermana llegando con nosotros.
- ¿Por qué lo dices? - Pregunté curioso.
- Bueno, creí que a lo mejor estarías de amargado toda la fiesta sentado o hablando de negocios ya que Romina no vino, sé que ___ es todo una amante del baile y no iba a dejar de hacerlo, ¿Pero imaginarlos juntos? Oh no, que cosa más loca y rara -.

___ me miró un poco incómoda, el comentario de Lía confirmaba lo que ella pensaba, si se enteraba de que no solo habíamos bailado esta noche, no sabíamos como iba a reaccionar.

- Ya, solo fue un baile, relájate - Dijo ___ con una pequeña sonrisa a lo que yo asentí.

Entre más alejada tuviera a Lía de nuestros asuntos mucho mejor.

___'s POV.
La hora de irnos estaba cerca, tenía que hablar con Lía para convencerla de que Mario pasaría por mí a su casa y debíamos fingir que dormiría con ella.

- Bien, voy a hablar con tu hermana, ¿Sí? -.
- Perfecto -.

Le dije en el oído a Lía que me acompañara al baño y ella no dudo en ponerse de pie para ir conmigo, así que cuando entramos cerré bien la puerta.

- Lí, necesito que me ayudes - Comencé a decir.
- ¿En qué? - Preguntó.
- Mario pasará por mí, quiere que hablemos y tal vez voy a quedarme con él, pero no puedo decirle a mis padres que me quedaré en la casa de un chico al que ni siquiera conocen -.

Dios perdóname por tantas mentiras.
Lía me miró sorprendida.

- ¿En serio te verás con Mario? ¿No me habías dicho que no querías nada con él? - Me miró confundida.
- Y retomo mi postura, pero en realidad no sé que pueda pasar y quiero enfrentarme a ello, sabes cómo soy Lí, por favor, ayúdame -.
- Claro que te ayudo, vamos a decirle a nuestros padres que te quedarás en casa, cuando esten distraídos te sales rápido - Sugirió.
- Me parece bien, pero no creo llegar de nuevo a tu casa, lo mejor será que llegue directamente a la mía, le dices a tus papás que tuve que salir rápidamente porque tenía que arreglar unas cosas, yo que sé - Pedí.
- Está bien, trato hecho, que emocionante será ésto, debes contarmelo todo -.
- Con lujo de detalles - Acepte.

Ambas reímos y salimos del baño, mi mirada y la de Christopher se encontraron y yo le guiñe discretamente el ojo, habíamos logrado lo que queríamos.

(...)

Mis padres y los de Lía no se habían negado a nuestra petición, ya estábamos en casa de los Vélez.

- Mamá, papá, esta noche tendré que irme a mi departamento, mañana iré a mi empresa y necesito algunos documentos que tengo que arreglar desde ahorita - Dijo Christopher.

Bueno, la ida de Christopher había sido más fácil de lo que pensé.

- Pero ¿Volverás a casa? - Preguntó su mamá.
- Por supuesto mamá, cuando retome completamente el trabajo en la empresa entonces me iré, mientras tanto aquí me tendrás -.
- De acuerdo hijo, te vemos mañana, cuídate mucho y llámame en cuando llegues -.
- Claro mamá -.

Christopher se despidió de todos, incluso de mí, por supuesto que debíamos fingir muy bien.

- Bueno, descansen, nosotras iremos a dormir - Mencionó Lía.
- Hasta mañana chicas, descansen - Dijo la señora Yenny.
- Igualmente, dulces sueños - Dije.

Todos subimos a las habitaciones por fin.

- ¿Y ahora qué? - Lía me miró.
- Bueno, hay que esperar un poco, después me quito los tacones y bajo sigilosamente -.
- ¿Te irás así vestida? -.

Christopher quería quitar mi vestido, ¿Por qué lo dejaría con las ganas?

- Sí Lí, quiero verme bonita -.
- Bueno, tienes razón, te ves tan sexy con ese vestido que Mario babeara, mientras esperamos iré al baño para quitarme el maquillaje -.
- Claro -.

Mientras Lía hacía lo suyo yo saqué mi celular, tenía que revisar su mensaje.

*Estoy en el auto dos casas después de la mía, no te tardes nena, te espero.
*Solo esperaba para saber en dónde estabas, ya mismo salgo.

Apagué mi celular y me acerque a la puerta del baño.

- Mario ya está afuera, me voy Lí, te adoro demasiado, gracias por cubrirme - Dije en voz baja.
- Para eso somos las mejores amigas, cuídate y cualquier cosa me avisas, baja despacio las escaleras y no hagas mucho ruido -.
- Tranquila, el silencio es lo mío -.

Lía y yo nos despedimos y sin más quité mis zapatos para poder salir de su habitación e irme lo más rápido y silencioso posible de su casa.
Cuando por fin pude estar afuera me volví a colocar los tacones y caminé rápidamente hacia el auto de Christopher, afuera hacía frío y estaba muy oscuro.

- Por fin muñeca -.

Él no me dejó decir ni una sola palabra cuando atrapó mis labios en un beso que me había dejado claro que necesitaba con urgencia.