|Rechazame| Christopher Vélez

Capítulo 6

2 de la mañana, Lía estaba de maravilla con Pablo pero era hora de irnos, Mario cada vez se ponía más pesado por el alcohol y no entendía por las buenas que no me interesaba estar en su cama.

- Debo irme ahora, lo siento - Dije fingiendo pesar.
- ¿Por qué siempre me das largas? ¿No entiendes que te quiero como novia? Eres la primer chica que no quiero solo por su cuerpo, porque estoy seguro de que los comentarios sobre mi reputación no han tardado en llegar a ti, pero me encanta tu forma de ser, tan coqueta con quién te place y segura de ti misma, te quiero de verdad ___ - Mencionó llamando mi atención.

Bueno, dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, pero honestamente ahora mi cabeza traía a otro hombre en pensamientos, por quién no tenía nada claro, pero tampoco podía negarlo.

- ¿Por qué no hablamos luego de ésto? Cuando me lo puedas decir sobrio y yo te pueda creer, además, ahora mismo quieres llevarme a tu cama y me hace dudar el hecho de que digas que no solo me quieres por mi cuerpo - Dije obvia.
- Creo que tienes razón, pero promete que lo hablaremos - Pidió.
- Lo prometo - Aseguré con una sonrisa.

Mario y yo salimos de la ola de baile y nos acercamos a Lía y Pablo.

- Lí, llamaré a tu hermano ahora, ¿Me prestas tu celular? -.
- ¿Ahora? - Preguntó sin ganas.
- Ahora Lía - Afirmé.

Ella no dejó de ver a Pablo embobada, pero por suerte me dió el celular.

- Ya vuelvo - Le dije a Mario, quién asintió mientras yo salía de su casa para escuchar mejor.
- ¿Qué pasa Lía? - Preguntó Christopher con esa voz que parecía estar más despierto que yo, creí que ya estaría durmiendo.
- Soy ___ - Mencioné.
- Ah, ___, ¿Qué pasa? -.
- Bueno, ¿Podrías venir ahora por nosotras? -.
- Por supuesto, las veo en media hora afuera -.
- De acuerdo, ya te vemos -.

Colgué y volví al interior de la casa.

- En media hora tu hermano estará aquí, vete despidiendo amiga mía - Le avisé.

Lía asintió y yo reí al verla tan centrada en Pablo.

- ¿Harás algo mañana? - Preguntó Mario.
- Mm, sí, por la mañana tal vez, ¿Por qué? - Lo miré.
- ¿Podríamos vernos? En verdad me gustaría hablar contigo - Dijo.

O este hombre ya estaba muy tomado o en verdad quería hablar conmigo.

- Ya tienes mi número, ¿Me llamas después de las cuatro? -.
- Perfecto - Aceptó sonriente.

(...)

Justo media hora pasó para que Christopher estuviera afuera, Lía se despidió de Pablo mientras yo me despedía de Mario, quienes nos acompañaron hasta la puerta.

- Cuídate princesita, mañana hablamos - Me dijo.
- Claro, y ya deja de beber, manda a estos chicos a su casa y duerme porque tu resaca mañana será horrible - Le guiñe un ojo.

Mario sonrió y colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

- Eres una chica genial ___ - Lo miré con una sonrisa - No te enojes - Mencionó.

Cuando le iba a preguntar el motivo, el solo se adelantó pues dejó un beso en mis labios.

- Agradece que estoy muy de buenas - Le advertí - Nos vemos Mario -.

Terminé por decir para comenzar a caminar junto a Lía hacia el auto, en donde Christopher nos esperaba con la puerta delantera y trasera abiertas.

- Tú adelante amiga, quiero recostarme - Dijo Lía.

Yo solo asentí y dejé que ella subiera atrás.

- ¿Tu novio? - Me preguntó Christopher antes de que subiera al auto.
- ¿El qué? - Lo miré confundida.
- El chico que te mira enamorado - Dijo obvio.

Giré un poco y encontré a Mario mirando hacia acá.

- ¿Necesita ser mi novio para mirarme como tal? - Pregunté mirando a los ojos a Christopher, de quién estaba bastante cerca.
- ¿Eso quiere decir qué no es tu novio? -.

Yo solo me encogí de hombros y subí al auto, por lo tanto a Christopher no le quedó de otra mas que hacer lo mismo.

- ¿Se la pasaron bien? - Preguntó mientras ponía el auto en marcha.
- Demasiado bien - Aseguró Lía.

Ese buen humor en ella tenía nombre y apellido.

- Ya veo que sus planes se llevaron a cabo - Mencionó mientras miraba por el espejo retrovisor a Lía.
- Y de la mejor manera hermano - Aseguró.
- Vaya que sí - Dije riendo tan solo de escucharla - Te dije que estaría bien, ¿Alguna vez la habías visto de tan buen humor? - Pregunté divertida a Christopher.
- Ese tal Pablo hizo algo bien - Dijo rendido.
- No hubo besos ni exposiciones eróticas por parte de ninguno de los dos, Pablo se portó a la altura de Lía - Dije feliz por mi amiga, quién se estaba quedando dormida.
- Mm, menos mal, ¿Cómo lo pasaste tú? - Inquirió.

¿En serio me lo preguntaba?

- Mm, normal, canté, bailé, lo que uno hace en una fiesta - Dije simple.
- Pero de tu parte hubo besos - Dijo Christopher seguro.
- Te equivocas, ni besos ni exhibición, si lo dices porque viste el beso tan inocente que me dió Mario, espero que te resulte suficiente saber que fue el único de la noche y me tomó por sorpresa, para llegar a esos niveles no necesito de fiestas ni alcohol, quién debe querer soy yo, no el alcohol - Afirmé.

Quita esa imagen de fácil que tienes de mí, Christopher, tus 27 años no te hacen más inteligente que a mí, pensé con amargura.

- No tengo un argumento contra eso, al final lo que me dijiste es cierto, no necesitas que nadie te cuide -.
- Me alegra que lo tengas claro - Dije con una falsa sonrisa.

Si algo me molestaba mucho, es que este hombre creyera que sigo siendo una estúpida niñita boba que se deja endulzar el oído por cualquiera, ni siquiera siendo una adolescente fui capaz de cometer tantas tonterías como seguramente Christopher creía, y que espero que haya borrado ya de su cabeza luego de lo que acabo de decirle y demostrarle.

- Para tener diecinueve tienes una mentalidad bastante madura - Dijo.
- Bueno, considero que un número no define que tanto sabes o no, incluso que tan bien o mal puedes manejar una situación, tengo diecinueve, pero te aseguro que puedo cuidarme muy bien, sé lo que hago y como - Respondí.