Capítulo 48

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|Un mes después|

No podía ser tan estúpida y continuar peleando con él, así que finalmente había decidido bloquearlo y hasta el momento, no volver a la casa de Lía.
Había pasado diciembre en la ciudad de mis abuelos, así que por suerte no había sabido nada de nadie, excepto de Zabdiel, con quién me mantenía en contacto cada que podía, éramos muy buenos amigos.

- Te tengo que contar algo - Dijo Lía mientras caminábamos en el centro comercial.
- ¿Qué cosa? ¿Se trata de Pablo? - Pregunté.
- No amiga, es un acto de valentía verdadera por un miembro de mi familia -.
- ¿Pues de qué se trata? - Ahora sí que me tenía muy intrigada.
- No te había podido contar en el momento porque estabas con tus abuelos pero me moría por gritarlo -.
- ¿Es algo malo? - Inquirí.
- Yo pienso que sí -.
- Ya dime porque me asustas - Pedí.
- Es que resulta que el veinticuatro mi familia y la de Romina cenó junta - Comenzó a decir.

Ay no, justo hablar de Romina.

- Prosigue - Dije.
- El chiste es que la cena iba normal y así, nada fuera de lugar, hasta que al tonto de Christopher se le ocurrió ponerse de pie, sacar un anillo y arrodillarse para pedirle matrimonio a Romina - Dejó salir al fin.

Y si mi cabeza había creído que ya lo había olvidado, mi corazón le recordó que habían bastado de esas simples palabras para romperse de nuevo.

- ¿Se comprometieron? - Pregunté tratando de mantener mi voz.
- Sí amiga, Romina obvio le dijo que sí, parece ser que en seis meses se casan, y Romina es tan odiosa, ya está viendo todo y quiere que mi mamá y yo estemos con ella - Dijo poniendo los ojos en blanco.

¿En verdad fui tan ilusa para creer que ella no era el amor de su vida? En seis meses él sería un hombre casado.

- Pues, la verdad no sé que decirte, espero que sean felices -.

¿Odiarlo por eso? Es su vida.

- Mi hermano está loco, llegué a pensar que incluso le era infiel -.
- ¿Por qué dices eso? - Pregunté interesada.
- Porque había dejado de salir con Romina, según él tenía mucho trabajo pero normalmente estaba más feliz cada que iba a casa, incluso dejó de hacerme líos por estar con Pablo, era diferente, creí que tal vez había alguien más y menos creída y grosera que Romina, no me hubiera molestado por eso, pero después de su cumpleaños volvió a ser tan amargado como antes, y justamente Romina volvió a ser parte de todo - Explicó.

Vaya cosas.

- Son sus decisiones Lí, no puedes hacer nada al respecto, si la ama está bien - Dije simple.
- Tal vez pudo encontrar a alguien más -.
- Pero no lo hizo y supongo que fue porque Romina y él están destinados a estar juntos -.

Quería llorar de tal manera que pudiera dejar salir todo ésto que me estaba oprimiendo el pecho.

- Pues sí, supongo que tienes razón - Se encogió de hombros.

(...)

Había tenido que aguantarme mientras estaba con Lía, en cuanto llegué a casa tenía la intención de tirarme en la cama y llorar horas y horas, sin embargo me había sido imposible ya que mi mamá me había pedido ayuda para elegir la comida, estaba preparando la mesa con muchos lugares pero preferí no preguntar nada al respecto.
Cuando creí que por fin podía estar sola, mi papá subió por mí para avisarme que teníamos visitas, así que no tuve mayor remedio que acceder y bajar.
Lo peor que pude haber hecho fue no negarme.

- Maldita sea - Dije entre dientes.

La familia Vélez estaba en el living, todos sonriendo.
Las ganas que tenía de llorar se apoderaron aún más de mí, verlo me quería hacer gritar, ¿Por qué tuve que provocarlo para después terminar perdiendo? Me odiaba tanto.

- ___, que alegría volver a verte, hace tanto que no vas a la casa -.
- Lo mismo digo señora Yenny -.

Ella me abrazo con cariño.

- Cada día más bonita, ya no te desaparezcas tanto -.
- Gracias señor Leonardo, le prometo que ya me verá más seguido -.

Él imitó la acción de la señora Yenny.

- Yo no tenía ni idea de que veníamos - Dijo Lía.

Ambas reímos.

- Hola ___, me alegra verte de nuevo - Dijo Christopher.
- Hola - Respondí sin quitar mi sonrisa del rostro.

Brevemente le di un beso en la mejilla y me alejé.

- Hace mucho que no nos vemos así que quisimos comer juntos - Dijo mi mamá.
- Que idea más increíble, vamos a la mesa - Comenté.

No me quedaba de otra mas que fingir, al final ya estaban aquí y yo no arruinaría la comida con mis cosas bobas.

(...)

El timbre de la casa había sido tocado, una de las chicas de limpieza fue a abrir mientras la conversación seguía en la mesa.

- Señorita Tirbell, la buscan - Avisó.

Levanté la mirada y me encontré con la bonita sonrisa de Zabdiel, sin duda lo que necesitaba.
Me levanté de la silla, llevaba tiempo sin verlo igual que a Lía, así que no lo pensé mucho cuando me arroje a sus brazos y fui bien recibida por éstos.

- Zabdi, te extrañé demasiado - Dije sincera.
- Yo más hermosa, al fin nos vemos -.

Ambos besamos la mejilla del otro.

- Sin duda necesitaba verte, estuve al borde del llanto - Susurré en su oído.

Él ya sabía mi historia con Christopher, no sabía que era él exactamente pero sabía el contexto.

- Tenemos que hablar hermosa, eso está claro -.

Asentí y me separé de él, quién no dudo en saludar a los presentes.

- Hola Christopher - Le dijo amablemente.
- Buenas tardes Zabdiel - Dijo serio, ¿No era que estaba muy feliz?
- ¿Quieres comer? - Le pregunté.
- Acabo de hacerlo linda, muchas gracias, pero ¿Qué te parece si salimos por un helado? Claro, si no estás ocupada -.
- No creo que les moleste si me retiro, ¿O sí? - Miré a todos.
- Descuida ___, adelante - Dijo la señora Yenny.
- Sin problema - Apoyo el señor Leonardo.
- Está bien, vayan - Aceptó mi mamá.
- La cuidas Zabdiel, por favor - Pidió mi papá.
- No se preocupe, ___ es mi gran tesoro también - Respondió con una sonrisa.

Christopher's POV.
¿Su gran tesoro? Maldita sea, ¿Qué se supone que hay entre ellos? ¿Por qué tenían que estar juntos? Y su manera de recibirlo, ¿Acaso su amor por mí se había esfumado?

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora