Capítulo 24

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Christopher's POV.
Después de la cena con los Tirbell volvimos a la casa de mis padres, todo había marchado muy tranquilo después de que ___ y yo por fin decidimos darle inicio a algo que principalmente yo, debí parar desde que la conocí, sin embargo eso que ella me hacía sentir era algo de lo que no podía alejarme tan fácilmente y que además no quería ni tenía ganas, sabía que Romina estaba de por medio, y tal vez no sea un problema puesto que las cosas con ___ no irían más allá de solo sexo, aún tiene mucho que aprender y estoy seguro de que no es conmigo con quién desea pasar el resto de su vida, quizá ésto era solo un juego en el que íbamos a divertirnos mucho.
Mis padres y Lía se fueron a sus habitaciones, yo decidí quedarme en el living, saqué mi celular y comencé a escribirle.

*¿Podemos vernos mañana? En mi departamento, por supuesto.

Pasaron al menos dos minutos cuando llegó su respuesta.

*Está bien, solo envíame la dirección, te veo allá.
*Claro que no señorita, yo seré quien pase por ti.
*¿Y si alguien te ve o reconoce tu coche? No podemos arriesgarnos a eso.
*___, tranquila ¿Sí? No va a pasar nada malo, cualquier cosa que quieran hablar o decir, yo estaré ahí para ayudarte.
*Es que yo no tengo problema con llegar a tu departamento, de verdad, podemos hacer lo que tú quieras en la intimidad de ese lugar.
*No vamos a escondernos ¿Bien? Al menos no de esa forma tan abrupta, solo levantaremos sospechas y será peor, así que relájate, solo déjate llevar y ya.
*Christopher, ¿Cómo podría justificar el hecho de que salgo contigo?🙄
*No tienes porque hacerlo, y en caso de ser necesario ya se me ocurrirá algo, nadie va a enterarse de nada, lo prometo.
*Bien, pero entonces te veo en tu departamento.
*Ya te dije que no, así que te veo en la misma esquina al medio día, ¿Te parece?
*Mm, está bien, nos vemos mañana.
*Empaca tu traje de baño y un poco de ropa para que te cambies, no vamos a salir del departamento pero vamos a pasarla bien.
*Bueno, te veo mañana, descansa.
*Tú también nena.

Inconscientemente dejé salir una sonrisa, iba a disfrutar de esta mujer y la haría sentirse en un paraíso, ya habíamos dado el primer paso y no iba a reprimir las ganas que tengo de tocarla de todas las formas posibles, si ___ quería y así lo deseaba, haríamos cosas que jamás imagino que podría vivir a sus 19 años.

|Al día siguiente|

Sin perder mucho tiempo salí de casa y tomé rumbo a la de ___, minutos antes le había avisado que ya iba en camino, ella no dudo en confirmar que no tardaría en salir.
Justo al medio día llegué a nuestro punto de encuentro, y cinco minutos después ella dejó verse con su pequeña maleta, nuevamente hizo señas para que no me bajara del auto y no me quedó mas que hacerle caso, después hablaremos de lo que implica estar seguros pero sin que me prohíba del todo bajar del auto o que las personas me vean con ella.
Sin más ella subió sus cosas a la parte trasera para después ocupar el asiento del copiloto.

- Debiste dejarme bajar a ayudarte - Comenté.
- Yo podía sola, descuida -.
- Solo quieres que no me vean - La miré mal.
- Sí, tienes razón, no te enfades por eso -.

Sin verlo venir ella se acercó a mí, me tomó por la nuca y besó mis labios, dejándome saber que lo necesitaba como yo.

- De acuerdo, solo por esta ocasión, ya hablaremos de eso - Aseguré.
- Ok - Dijo vacilante.

Puse en marcha el auto hacia mi departamento mientras dejaba que ella colocara música de su preferencia.

(...)

Cuando llegamos saqué sus cosas y la tomé por la cintura para poder subir al elevador que nos llevaría hasta el interior de mi departamento.
___ aún no se sentía con total confianza al estar conmigo sin sexo, yo tenía que cambiar eso, tenía que hacerla sentir segura de estar cerca de mí.

- Ponte cómoda nena - Le dije una vez que llegamos al living.
- ¿Sabes? Ahora que lo pienso, ¿Por qué no me nuestras tu departamento? No conozco absolutamente nada y no quiero parecer perdida - Mencionó.

La miré con una sonrisa y extendí mi mano para que ella la tomara con la suya.

- Vamos entonces -.

Dejé que observara cada parte del departamento, ya que este sería el lugar donde nos frecuentemos, tenía razón al querer conocerlo mejor.

- Vaya, esta vista es genial - Dijo mirando a su alrededor desde donde se encontraba la alberca.
- ¿Quieres disfrutarla mientras nadamos un poco? - Pregunté.
- Por supuesto que sí - Aceptó gustosa.
- Puedes cambiarte en mi habitación, vamos -.

(...)

Cuando terminé de cambiarme bajé y entré al agua para poder esperar a ___.
Mis ojos fueron directamente hacia ella cuando por fin llegó, ese bikini negro resaltaba cada parte de su cuerpo como si fuera una verdadera obra de arte, sus curvas me estaban volviendo loco, moría por tocar cada parte de ella, quería sentirla completamente mía.

- ¿Te gusta lo que ves? - Preguntó con esa coquetería en la voz que me vuelve loco - Lo tenía guardado pero creí apropiado estrenarlo hoy -.

Mordí mi labio inferior y sonreí.

- ¿Por qué no vemos que tan bien se ve bajo el agua? - Propuse.
- Encantada guapo -.

Ella caminó hacia mi dirección y entró tan jodidamente sexy al agua que bien podría dar un espectáculo maravilloso con sus movimientos.
Llegó hasta donde yo estaba y me dejó ver su sonrisa, esa sonrisa coqueta que la hace lucir tan bien. Me tomó por los hombros y me acercó a ella, de tal modo que pudo cruzar sus brazos en mi espalda, haciendo que mis manos pudieran posarse en su cintura.

- Enséñame Christopher, hazme tuya - Susurró cerca de mis labios.

No pensé en nada más que no fueran sus labios, así que como si todo dependiera de ello, la atraje hacia mí y atrapé sus viciosos labios en un beso que cada vez comenzaba a subir el tono, que conforme se hacía más profundo, nos hacía caer en una gran tentación.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora