Capítulo 22

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Cuando ambos estuvimos vestidos, Christopher me invitó a desayunar, parecía que lo de irme quedaría para después.

- No tengo incovenientes si solo pedimos comida a domicilio - Aseguré.
- ¿Por qué no quieres salir conmigo? - Cuestionó.

La verdad es que me había negado a que alguien pueda vernos en público, no sé que podría pasar.

- Porque si alguien nos ve hará preguntas, se las hará a Lía o a tus padres, incluso a los míos, ¿Sabes que pasaría si se entera tu novia? ¿Qué se supone que podrías estar tratando con la mejor amiga de tu hermana, a la que le llevas ocho años de diferencia en la edad? - Dije obvia.

Christopher negó varias veces con la cabeza.

- No deberías dejar que los comentarios o preguntas de personas ajenas te afecten, es tu vida, no la de ellos - Afirmó.
- Christopher, no actúes como mi padre - Pedí.

Eso se siente raro.

- No lo hago, solo digo que no tienes que fijarte en eso, y por Romina no te preocupes, yo sabré como tratar con ella - Me miró tranquilo.
- ¿En serio no quieres parar con ésto ahora que estás a tiempo? Digo, es que Romina es - Él no me dejó continuar puesto que me calló con un beso.
- ¿Te parece que quiero parar? - Inquirió.
- Tengo diecinueve años, Christopher, ¿Por qué querrías tener sexo conmigo cuando tienes una novia con la seguramente has hablado de boda? - Me atreví a preguntar o seguro no podría dormir con la duda.
- ¿Siempre quieres saberlo todo? - Preguntó divertido.
- Cuando se trata de mí obviamente que sí - Dije obvia.
- Escucha ___, me gustas ¿Entiendes?, ¿Cómo pasó? No me preguntes porque no lo sé, pero sé que tú querías gustarme y lo lograste, es cierto que tienes diecinueve, pero para tener esa edad eres muy madura, aunque a veces me haces dudar - Yo puse los ojos en blanco - Al principio te veía como a Lía, dos chicas inmaduras queriendo experimentar de todo, justamente también estoy aquí porque quiero asegurarme de que cuando le rompan el corazón a mi hermana por primera vez, estaré para ella porque es algo que ya viví, sin embargo en mi camino apareciste tú y ahora estamos aquí, ya no puedo verte como a Lía porque me he atrevido a besarte y hacerte mía, y aunque sé que aún tienes mucho por vivir, tú también querías ésto, querías que yo te enseñara, no soy tu experimento pero tal vez sí algo más - Aseguró.

Mierda, claro que lo sabía, ¿Cómo no iba a saberlo? Es que era muy obvio, ya habíamos hablado de hombres mayores, ya le había dicho que no tenía experiencia con ellos pero no negué el hecho de querer estar con ellos, y cuando pude negarme no lo hice, por el contrario, lo besé y encendí la llama de un fuego que cambiaría de color constantemente.

- Por eso te pregunté si estabas segura, quería que tú fueras quién me demostrara y confirmara que ésto es lo que quieres - Dijo.
- ¿Vas a decirme que tenías todo perfectamente planeado? - Pregunté arqueando una ceja.
- Yo no planeo este tipo de cosas, jamás me había ocurrido algo similar ___, eres la primera y muy probablemente la única, si estás aquí es porque quieres, pero cuando lo desees puedes decir que no - Afirmó.
- No Christopher, así no - Mencioné seria.
- ¿Así no qué? - Preguntó confundido.
- No me trates como si yo fuera la única que quiere ésto, no actúes como un profesor que prepara a su alumna haciéndome tomar decisiones por los dos porque tú no puedes o no quieres hacerlo, estoy aquí por mi voluntad, claro que yo acepté tener sexo, fui yo quien te besó primero y quién también quería gustarte, no me importa aceptarlo porque es la verdad, ¿Pero en dónde quedas tú? ¿Eres la damisela víctima del lobo feroz? ¿Se supone que yo provoqué todo y por eso debo tener en qué pensar? - Pregunté un poco o bastante molesta.

Claro que él me veía sorprendido por todo lo que había dicho, pero es que no es mas que la verdad.

- Creo que seré yo quién asuma la responsabilidad y no estoy dispuesta, no quiero hacerlo si en ésto se basará todo, si vas a querer jugar con mi mente para que salgas limpio, así que te digo no ahora mismo, te aseguro que lo que pasó no se repetirá y nadie lo sabrá -.

Me levanté de la silla y tomé mi celular.

- ¿A dónde vas? No hemos terminado ___ - Mencionó con seriedad.
- Yo ya lo hice, me voy a casa -.

No dejé que mencionara nada más, solo quería dejar de verlo.
Caminé hasta donde pasara algún taxi y sin más subí para darle la dirección de mi casa.
Ahora sí que me había equivocado, sin embargo no me arrepentía de lo que había pasado con Christopher, solo que debía quedarse como un vago recuerdo, el mejor probablemente.

(...)

Después de que llegué a mi casa fui directo a mi habitación y me quedé recostada en la cama con una frazada cubriendo mi cuerpo, Christopher había arruinado todo y eso, aunque no quisiera admitirlo, definitivamente no me gustaba nada.

(...)

- ¿Puedo pasar? - Preguntó mi mamá desde el otro lado de la puerta.
- Sí claro, pasa mamá - Acepte.

Yo no me moví de mi lugar, solo giré un poco para poder verla.

- ¿Qué pasa? - Inquirí.
- ¿Te sientes bien? No desayunaste y tampoco haz preguntado por la comida - Dijo preocupada.
- Es que no tengo hambre, creo que me duele un poco el estómago - Mentí.
- Te daré una pastilla pero después de que consumas alimento o te arderá el estómago, así que justamente vengo para que bajes, la familia Vélez está abajo - Mencionó.
- ¿Qué? - Pregunté sorprendida.

¿Cómo que la familia Vélez?

- Bueno, después de todo el tiempo sin vernos los invitamos a comer, y ya son las tres de la tarde así que baja por favor hija, Lía quiere verte -.
- Bien mamá, ya voy - No tengo remedio.
- Te veo abajo amor -.

Asentí y cuando mi mamá salió de mi habitación me dejé caer sobre la almohada.

- Mierda, en buen momento decidí meterme con Christopher - Me dije a mí misma.

No me quedó de otra mas que salir de la cama, arreglarme un poco, aunque usando la misma ropa con la que tuve sexo con Christopher, y bajar a donde todos estaban.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora