|Rechazame| Christopher Vélez

Capítulo 34

- Ay, genial amiga, diviértete mucho con él -.
- Claro, mañana te cuento a dónde me llevó, me despides de Pablo y Mario - Pedí.
- Claro, nos vemos -.

Me despedí de Lía y salí lo más rápido que pude de la escuela antes de ver a Mario y provocar el enojo de Christopher.
Discretamente caminé hacia donde estaba su auto, sin ser muy obvia subí evitando mirar a las personas y sobre todo evitando sus miradas en mí.

- Ya estás segura nena - Afirmó Christopher.

Los cristales polarizados se habían convertido en mis favoritos desde que estoy con él.

- Menos mal, la universidad suele enterarse de todo lo que pasa conmigo -.
- ¿Tan popular eres? -.
- Mm, digamos que Lía dice que por ser bonita llamo la atención, además, Mario era considerado uno de los más mujeriegos de la escuela, cuando supieron que solo estaba centrado en mí las chicas se volvieron locas y ahora quieren saberlo todo - Expliqué.

Christopher me miró mal, no le gustaba cuando mencionaba a Mario.

- No quiero saber de quién llamas la atención por ser bonita, así que vamos a dejarlo ahí -.
- Bueno, pero en mi defensa nadie me interesa - Dije mirándolo a los ojos.
- Ahora agradezco mucho que tus intereses van más allá de tu universidad -.
- Por supuesto, heme aquí -.

Christopher por fin había quitado esa cara seria, se acercó y dejó un casto beso en mis labios.

- Podría volverme loco aquí mismo, pero prefiero hacerlo en privado -.
- Bien pensado - Dije.

|Dos meses después|

Faltaba un mes para que la competencia de patinaje se llevara a cabo, los ensayos iban tan bien que estábamos seguras de que teníamos el primer lugar en las manos, aunque no estábamos confiadas, seguíamos trabajando mucho para mejorar.
Después del ensayo Lía y yo quedamos de ir a su casa a cenar, hacía varias semanas que no había podido ir a su casa puesto que estaba ocupada con las clases y con su hermano, Christopher ya había retomado por completo su trabajo en su empresa, así que cuando nos veíamos aprovechamos demasiado el tiempo, ya que no eran tantas horas ni días como antes, y en su departamento nadie nos molestaba, aunque Romina lo llamaba exigiendo su atención, yo solo me reía cuando escuchaba los reclamos.

- Chicas, que bueno que llegan -.

La señora Yenny y el señor Leonardo nos recibieron con una sonrisa, misma que les devolví, caminamos hacia el comedor y fue entonces que mi sonrisa desapareció, Christopher y Romina estaban ahí sentados, ella mirándome con ese odio que siente por mí, y Christopher con nerviosismo, sabía que yo no haría nada para que su novia sospechara de nosotros, pero entendía que tener a las dos mujeres que te coges en un mismo lugar suena aterrador.
Puse los ojos en blanco y regresé mi sonrisa a mi rostro, no iba a permitir que arruinaran mi cena.

- Tenía que venir justo hoy - Dijo Lía entre dientes.
- Recuérdame llamar a tu mamá antes de venir - Dije del mismo modo.
- Lía, ___, me alegra verlas - Mencionó Christopher.
- A mí también hermano -.
- Igualmente Christopher - Dije simple.

Nos saludamos secamente, él no me había dicho que traería a Romina a casa de sus padres, y no es que me importara pedirle explicaciones, pero sabía que hoy no podía verlo porque tenía práctica de mucho más tiempo y que además cenaría en casa de sus papás.

- Hola Lía, ¿Cómo estás? - Le preguntó Romina.

Que mujer tan fastidiosa.

- Hola Romina, todo muy bien, gracias - Dijo rápido antes de ocupar su lugar en la mesa.
- Buenas noches Romina - Dije con una sonrisa burlona.
- No sé si son buenas - Mencionó.

Oh no, otra vez con sus estupideces, esta vez me haría perder la paciencia, no tenía planeado tolerarla.

- No sabía que estarías en casa de mis suegros - Dijo tomando la mano de Christopher y entrelazandola con la suya.

Si supiera que Christopher no le responde porque le gusta estar conmigo, dejaría de darse grandeza.

- Ni yo sabía que estarías aquí, de haberlo sabido, créeme querida, no vengo - Dije dándole una sonrisa.

Ella puso los ojos en blanco y yo evite la mirada de Christopher, si él me lo hubiera dicho yo habría podido decirle que no a Lía.

- Lastima, ya estás aquí -.
- Eso se arregla fácil, no te preocupes - Dije segura - Señora Yenny, señor Leonardo, ¿Permiten que Lía vaya a mi casa a cenar? Darío está afuera esperándome y me parece que su nuera quiere pasar tiempo con ustedes y su hijo - Mencioné llamando la atención de todos.
- Ay sí, vamos a tu casa - Dijo Lía parándose a mi lado rápidamente.
- ___, no hace falta que se vayan, Romina no hará más comentarios negativos, te lo aseguro - Dijo Christopher evitando que sus padres hablaran y que de la boca de Romina saliera un '¡Ah!' Con sorpresa por lo que él comentó.
- Christopher tiene razón ___, sabes perfectamente que eres bienvenida así como Romina, además, nos encanta que estés aquí luego de mucho tiempo - Mencionó el señor Leonardo.
- Tendremos una cena agradable, lo prometo, pero quédate ___ - Pidió la señora Yenny.

Toma eso Romina, escucha como a mí sí me quieren aquí.

- Bien, pero la próxima cena es en mi casa y ustedes están invitados - Finalmente acepte.
- Perfecto -.

Con una sonrisa todos tomamos asiento en la mesa para esperar a que sirvieran la comida.

- ¿Cómo van con los ensayos chicas? - Preguntó el papá de Lía.
- Súper bien papá, ya estamos listas, este mes seguimos perfeccionando más para ganar -.
- Definitivamente les va a encantar lo que tenemos - Afirmé.
- Maravilloso, ya quiero verlas -.

Christopher trataba de buscar mi mirada, claro que podía sentirlo, pero de ninguna manera iba a conseguir su objetivo, estaba tan molesta aunque ahora mismo no lo demostrara.

- Hace mucho no nos veíamos suegros, Chris ha estado muy ocupado en la empresa - Comentó Romina.

Claro que no querida, ha estado muy ocupado cogiendo con la persona que tan mal te cae y que tienes sentada delante de ti, pensé.

- Que bueno que por fin pudieron venir a cenar con nosotros, ¿Cómo están tus padres? -.

La señora Yenny tan linda, Romina debería sentirse agradecida de que al menos su suegra puede fingir quererla.