Capítulo 43

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Christopher's POV.
Jamás me habría podido imaginar que una sorpresa como la que ___ preparó para mí, sería alguna vez parte de mi vida.
Me había recibido con una vista maravillosa, un pastel delicioso y una botella de vino que pronto destapamos para brindar.
Habían sido meses inolvidables a lado de esa hermosa mujer que sin duda me encantaba en todo sentido, la pasaba tan bien con ella que a pesar de que tuve que estar dos veces íntimamente con Romina para evitar su mal humor, mi cabeza no dejaba de reproducir el rostro y cuerpo de ___, a tal punto de que afortunadamente podíamos estar juntos celebrando mis 28 años.

- ¿No crees que me estoy haciendo viejo para ti? - Pregunté para después beber de la copa de vino.
- Sí, demasiado diría yo - Dijo haciendo una mueca.
- Se supone que tenías que decir que no - Mencioné mirándola mal.
- ¿En serio piensas que si creyera que te estás haciendo viejo para mí, seguiría contigo? - Cuestionó.
- ¿Y eso quiere decir que? - La miré expectante.
- Que podrías estar cumpliendo cincuenta años y para mí seguirías siendo un hombre perfecto en todo sentido, justo como ahora -.
- ¿Lo dices en serio? -.
- ¿Por qué mentiría? -.

Me acerque a ella y besé sus labios.

- Necesito que me digas que no piensas irte por un largo tiempo de mi lado - Pedí mirándola a los ojos.

La verdad es que podía ver la sorpresa en su rostro ante mis palabras, y honestamente yo estaba igual, solo que aunque quisiera, no podía guardarme aquello, me gusta ___, disfruto mucho el tiempo con ella y detestaría que algo saliera mal entre nosotros.

- ¿Por qué? - Preguntó confundida.
- Porque yo no quiero que te vayas ___, por eso necesito que me lo digas, que de tu boca salga, cumple ese deseo de cumpleaños -.

Ella dejó salir una risita.

- ¿Ese es tu deseo? - Inquirió.
- Pero claro, uno que tú puedes cumplir - Afirmé.
- Vamos Chris, he podido irme antes, ¿Por qué querré hacerlo ahora o en poco tiempo? La realidad es que quien debería escuchar esas palabras soy yo - Comentó.
- ¿Por qué tú? - Ahora el confundido soy yo.
- Porque tú eres quien busca algo seguro, algo estable, una relación con una persona que no tenga casi veinte años, y creo que con Romina puedes tenerla -.
- ¿Y quién te dijo que yo necesito todo eso? De ser verdad créeme que no estaríamos aquí, eso tenlo por seguro -.

Ella sonrió y acaricio mi mejilla.

- ¿Entonces no te irás? - Preguntó.
- A menos que tú me lo pidas -.
- Y como eso no va a suceder -.
- Entonces podemos estar tranquilos - Aseguré.

Ella unió sus labios con los míos en un tierno beso, de esos que me recuerdan que no solo puedo tener sexo salvaje con ___, sino también momentos como éste.

- ¿Qué te parece si vamos a nadar un poco? Me muero de calor y será lo primero que hagamos antes de la cena que tengo preparada para esta noche - Propuso.
- Vaya, tienes todo pensado - Dije divertido.
- Tú solo déjate llevar y disfruta, vamos a pasarla increíble - Aseguró.

(...)

- ¿Cómo hiciste para salirte de tu casa por una semana? - Le pregunté a ___ mientras la tomaba por la cintura debajo del agua.
- Dije algunas pequeñas mentiras - Respondió inocente.
- ¿Qué mentiras? - La miré arqueando una ceja.
- Le dije a mis padres que algunos amigos de la universidad habían planeado un pequeño viaje por las vacaciones, claramente yo había sido requerida y obvio no quería perderme el viaje, así que me justifique con eso, y a Lía tuve que decirle que había conocido a un chico de otra ciudad que me llevaría con él durante esta semana, obvio me tenía que cubrir con mis papás si le llegaban a preguntar algo, ella dirá que ya tenía planes con la familia de Pablo por eso no asistió al viaje - Explicó.

La miré sorprendido.

- Realmente me tiene loco la forma en la que se te ocurren tantas cosas, pero más loco me vuelve el hecho de que todos creen en cada una de las palabras que salen de tu boca - Dije.

___ comenzó a reírse.

- Es que digamos que sé fingir bastante bien, es algo que me sale natural, tengo que creermelo también para que los demás lo hagan - Se encogió de hombros.
- ¿Eso quiere decir que también puedes mentirme a mí? - Pregunté.
- Supongo que sí, pero no lo he hecho, al menos no ha sido necesario - Aclaró.
- ¿Y cuando sí lo será? - Pregunté expectante.
- Mm, no lo sé, todo depende de ti querido Chris -.
- Espero en verdad que no sea necesario, no me gustan las mentiras ___ - Dije.
- Eso lo sé, y si yo miento es solo para que nadie sospeche y podamos vernos, honestamente no disfruto mucho tener que decir que salgo con alguien más o inventarme cientos de amigos de todas partes del mundo para que me sea fácil estar contigo -.
- Lo sé nena, lamento no poder hacer nada al respecto - Mencioné sincero.
- Está bien, al final vale la pena por los momentos que tenemos - Dijo con una sonrisa.

Es que siempre lograbamos verle el lado positivo a las cosas, a pesar de que en su momento teníamos algunas discusiones mínimas o disgustos, nada se sentía igual sino era con esta chica, ___ podía lograr cosas conmigo de las que ni siquiera estaba consciente.

- Si logras llegar a la orilla antes que yo, esta noche tendremos sexo desenfrenado sobre la roca que esta ahí, justo frente al mar -.

De pronto ella besó rápidamente mis labios para salir de mi agarre y comenzar a nadar hacia la orilla, cuando por fin pude reaccionar la seguí lo más rápido que pude.

- Eres una tramposa, si llegas antes no vale - Dije.
- Claro que sí, date prisa cariño - Dijo entre risas contagiandome.

Me tentaba mucho eso de tener sexo desenfrenado en una roca frente al mar, de todos los lugares donde me imaginé haciéndolo, jamás se me ocurrió frente al mar, y que mejor que con la dueña de mis más atroces erecciones.

|Rechazame| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora