|Rechazame| Christopher Vélez

Capítulo 44

___'s POV.
La familia Vélez había invitado a la mía a la fiesta sorpresa de Christopher, claro que también estaría la familia de Romina y ella, quería negarme a ir pero no tenía argumentos para justificarme, mucho menos con Lía, que si bien sabía que no soportaba a Romina, no tenía ni idea de que me iba a morir de celos al verla junto a Christopher, porque claro que me ardía la sangre tan solo de verla mirándolo como lo hace.
No podía permitir que Romina tuviera la atención de Christopher, así que había optado por usar un vestido corto de color rojo, el color favorito de Chris, nadie podría sospechar que yo lo sé, se supone que jamás hemos cruzado palabra de tal modo que sepamos tanto el uno del otro.

- Pero que guapa te ves hija - Dijo mi mamá.
- Mi pequeña princesa se ve hermosa - Comentó mi papá.

Mis padres me miraron con una sonrisa una vez que llegué con ellos.

- Gracias, los quiero tanto, ustedes también se ven fabulosos -.
- ¿Listas para irnos? - Preguntó mi padre.

Mi mamá y yo asentimos y sin más salimos de casa para llegar a la de los Vélez.

(...)

- Santo Dios, que hermosa te ves - Dijo mi mejor amiga dándome en beso en la mejilla.
- ¿Te gusta? Hace mucho quería estrenar este vestido - Dije.
- Romina se va a volver loca cuando te vea - Comentó burlona.
- ¿Por qué lo dices? - Pregunté inocente, claro que sé porque.
- Ella se puso un vestido azul, seguro recordará cuando te vea que el rojo, es el color favorito de mi hermano -.

¿Acaso pudo salirme mejor? Me sentía tan feliz.

- ¿Es en serio? Lí, no lo sabía - Dije con fingida preocupación.
- Lo sé amiga, no te preocupes, no es tu culpa, te ves divina -.
- Te amo Lí, déjame decirte que tú también te ves hermosísima - Aseguré.
- Pablo no tarda en llegar, espero que crea lo mismo -.
- Amiga, ese hombre piensa que eres una reina incluso en pijama -.

Ambas reímos.

- Lo amo como no imaginas, pero ven, vamos al patio porque Christopher ya casi llega -.

Lía y yo caminamos hacia el patio, en donde ya estaban todos los invitados.
Las miradas fueron hacia nosotras unos momentos para después volver a lo que hacían, sin embargo quien no despegó su mirada de mí fue Romina, quién estaba que se le salían los ojos porque efectivamente, Lía tenía razón.

- Te lo dije, Romina esta que hecha humo por las orejas - Comentó riéndose.
- Lástima, su novio ya casi llega, jamás imaginé que el rojo fuera precisamente el color preferido de tu hermano -.
- Te hace ver sexy amiga, así que olvídalo, Romina debió recordarlo -.

Yo le di una sonrisa a Lía.

(...)

Christopher por fin había llegado, todos habíamos gritado "feliz cumpleaños" en cuanto lo vimos entrar, sus papás se acercaron a abrazarlo, después Lía y finalmente los papás de Romina y ella, claro está, quién se dedicó a llenarlo de besos.
Yo puse los ojos en blanco pero decidí actuar normal, debía seguir fingiendo que nada pasaba entre nosotros dos.
Mis papás y yo nos acercamos lentamente para poder darle su regalo.
En cuanto Christopher me vió no dudó en dejar salir una pequeña sonrisa, soltó a Romina y se acercó a nosotros.

- Christopher, feliz cumpleaños, te deseo lo mejor muchacho -.
- Muchas gracias señor Horacio - Dijo mientras se abrazaban brevemente.
- Felicidades Christopher, espero que sigas lleno de éxitos y bendiciones -.
- Se lo agradezco señora Vera -.

Mi mamá imitó la acción de mi papá.

- Feliz cumpleaños Christopher, espero que tengas el mejor día lleno de mucha felicidad - Dije con una sonrisa.

Dejé la bolsa de regalo en sus manos y me acerqué para abrazarlo.

- Ya tuve una semana que jamás podré olvidar, me estás volviendo loco con ese vestido - Dijo en un susurro sobre mi oído - Gracias ___, no se hubieran molestado - Mencionó refiriéndose al regalo.
- Es con mucho cariño, espero que te guste -.
- Seguro - Dijo con esa bonita sonrisa suya.
- Amor, vamos, tienes que atender a tus invitados -.

Llegó la pesada de Romina arruinando todo, lo tomó por los hombros y lo hizo mirarla, maldita sea.
Mis padres y yo nos alejamos, ¿Qué podía decir o hacer? No tenía opción, debía aguantarme.

(...)

Christopher y yo ni siquiera habíamos podido mirarnos, Romina siempre estaba de por medio haciendo algo para que la atención de Chris fuera de ella, y lo estaba consiguiendo, estaba logrando que las personas invitadas se dieran cuenta de que es su novia y que definitivamente había mucho amor de por medio. Sabía que tenía que seguir con esta estúpida sonrisa fingida en el rostro, pero maldita sea, tenía tantas ganas de alejar a Romina.
No podía ponerme así, no debía hacerlo, yo sabía que Romina siempre llevaría ese título de novia, yo seguiría siendo la otra, con quién Christopher disfrutaba del sexo, y aunque al principio no me molestaba, aunque al principio tenía la seguridad de que de sexo no iba a pasar, ya no podía seguir mintiéndome, estaba enamorada como nunca de Christopher, ¿Y cómo iba a evitarlo? Llevábamos meses juntos, haciendo cosas que jamás había hecho con nadie más, dejándome llevar por sus palabras y acciones hasta caer redondita en eso llamado amor.
No era el mejor momento para pensar en eso, ni siquiera podía decírselo a Christopher porque seguro creerá que soy una estúpida, está claro que con Romina es feliz y yo solo soy esa aventura que necesitaba vivir y experimentar.

- Mamá, creo que tenemos que irnos - Dije ya cansada de ver como Romina sonreía por tener lo que yo deseaba.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa? - Me preguntó preocupada.
- No me estoy sintiendo nada bien -.
- ¿Qué tienes hija? -.
- Seguramente algo de la comida me cayó mal, el pastel quizá, me duele demasiado el estómago - Mentí, aunque no del todo.

Claro que me dolía, pero solo de ver como Romina abrazaba y besaba a Christopher.

- Vámonos entonces, ya estuvimos un rato - Dijo mi papá.
- Vamos a despedirnos de Yenny y Leonardo, no tardamos hija -.
- Está bien, yo le avisaré a Lía que debemos irnos -.